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Vall d'Hebron reduce un 35% el colapso en los pasillos de urgencias

El hospital barcelonés disminuye de siete a dos horas el tiempo medio que tarda en trasladar los pacientes urgentes a planta

Jessica Mouzo
Concentración de trabajadores y usuarios del Hospital de la Vall d'Hebron en 2014.
Concentración de trabajadores y usuarios del Hospital de la Vall d'Hebron en 2014.Albert Garcia

Las urgencias del hospital Vall d'Hebron de Barcelona respiran más tranquilas o, al menos, eso refleja el último balance del servicio realizado por la dirección del centro. Tras unos años convulsos, con la saturación de las urgencias a la cabeza de las reivindicaciones de trabajadores y usuarios, el gerente del Vall d'Hebron, Vicenç Martínez Ibáñez, ha revelado este jueves que los sectores ocupados (los pasillos) del servicio se han reducido un 35%. Pese a registrar un incremento del 6,4% en las urgencias con respecto al año pasado, la dirección ha insistido en que la reorganización de la unidad ha optimizado los resultados y el confort del paciente.

Con la llegada de Martínez Ibañez a la dirección del Vall d'Hebron hace un año, su equipo directivo propuso una reorganización del servicio de urgencias que pasaba por corresponsabilizar de las decisiones de la unidad a todas las áreas sanitarias que intervienen en el proceso (médicos, enfermeros, celadores, administrativos...). Martínez Ibañez programó reuniones periódicas entre los equipos de urgencias para mejorar el servicio y, según el propio gerente del centro, los datos han mejorado "a coste cero".

El balance apunta a que el tiempo medio que tardan los sanitarios en mandar al paciente de urgencias a una cama en planta —una de las protestas más recurrentes de los usuarios, que denunciaban días de espera aguardando en urgencias por una cama de hospitalización— ha pasado de siete a dos horas. Además, el lapso temporal de todo el proceso (desde que el paciente entra a la unidad hasta que es dado de alta o derivado al servicio correspondiente) se ha reducido de nueve a 8,5 horas. El inicio de asistencia, según el mismo informe, también ha bajado un 26%, de 103 a 76 minutos. 

Con todo, pese a los datos aportados por el hospital, los trabajadores no se muestran tan optimistas con la situación de las urgencias. "En comparación con el año pasado, están mejor, no hay colapso. Pero saturación sigue existiendo", apunta la doctora Rosa Boyé, del sindicato Metges de Catalunya. Otras fuentes consultadas van más allá y señalan que "todo sigue como siempre o peor".

Un campus de investigación

El hospital también ha estrenado una nueva imagen de marca para potenciar la investigación biomédica y atraer talentos nacionales e internacionales. Bajo el paraguas del Campus hospitalario y de Investigación Vall d'Hebron, la dirección del centro aglutinará toda la sopa de letras que conforman sus institutos de investigación. Así, el Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR), el Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y el Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (CEMCAT) pasarán a integrarse bajo la marca del campus de investigación, aunque mantendrán su autonomía de gestión y decisión.

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"El doctor Joan Comella [director de VHIR] es el director de investigación de todo el hospital, no sólo del VHIR. Queremos hacer un sólo equipo manteniendo siempre las características de cada uno", ha señalado Martínez Ibáñez. La idea es, además de potenciar las sinergias que ya se estaban dando entre los centros de investigación, atraer inversiones extranjeras y talentos de todo el mundo.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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