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El nuevo modelo de transporte sanitario arranca con incidencias

Comín reconoce problemas en la implantación de las ambulancias e investigará posibles irregularidades en su puesta en marcha

Jessica Mouzo
Técnicos del SEM asisten a un peatón tras un accidente en Terrassa
Técnicos del SEM asisten a un peatón tras un accidente en TerrassaCristóbal Castro

La implantación del nuevo modelo de transporte sanitario en Cataluña ha arrancado con tropiezos. Si ya fue controvertido el proceso de adjudicación del servicio —fue el concurso más grande de la pasada legislatura y estuvo plagado de alegaciones y críticas a los pliegos—, el despliegue de las ambulancias por el territorio no ha estado exento de polémica. El consejero de Salud, Toni Comín, reconoció ayer “muchas incidencias” en su puesta en marcha y anunció que investigará posibles irregularidades en la implantación del servicio. Trabajadores y usuarios denuncian la ineficiencia del nuevo vehículo de intervención rápida (VIR), retrasos en la recogida de los pacientes y escasez de ambulancias.

En respuesta a las preguntas de la diputada de CSQEP, Marta Ribas, Comín aseguró que abrirá expedientes informativos para detectar irregularidades y, de encontrarlas, advirtió, “el gobierno será contundente”. El consejero admitió que ha habido problemas en el despliegue de las ambulancias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) en el área de Girona e insistió en que el Departamento está “averiguando si las incidencias son propias del proceso de implantación o del modelo”.

Las deficiencias mentadas pasan por retrasos en el traslado de pacientes no urgentes que tienen que acudir, por ejemplo, a sesiones de diálisis o rehabilitación. “Los pacientes se montan en las ambulancias hasta tres horas antes de la visita porque tienen que hacer la ruta recogiendo a más usuarios. Y sucede igual de vuelta a casa, que tienen que esperarse muchas horas en el hospital antes de irse”, apunta Vicente Mancebo, delegado de CGT. El SEM reconoció ayer estos problemas pero explicó que ya están solventados. “Se le pidió a la empresa un plan de mejora y las cosas han mejorado mucho”, señala una portavoz.

Otro de los temas conflictivos es la implantación de un nuevo vehículo, el VIR, en el que sólo viaja el médico. En el trasporte sanitario urgente, el SEM ha optado por dividir en dos coches al equipo habitual de las unidades medicalizadas. En algunas ambulancias ha separado al médico del resto del equipo. Para ganar agilidad, según el SEM, el enfermero y el técnico viajan en la ambulancia mientras el médico se traslada en el VIR, más rápido, que da asistencia pero no puede trasladar pacientes. Los trabajadores denuncian que este sistema no funciona en zonas con alta dispersión territorial, como las Terres de l'Ebre.

“Las isocronas [el tiempo que se tarda desde la base hasta el lugar de asistencia] se han ido a paseo. Hemos pasado de 10 minutos a más de 20. Unos siempre llegan antes que otros y al médico le faltan las manos de la enfermera y viceversa”, apunta la doctora Marina Saavedra, delegada de CC OO. “En Barcelona puede funcionar porque tienes un centro sanitario a cinco minutos, pero en zonas con más dispersión poblacional es un desastre. Para hacer una urgencia en la calle necesitas médico y enfermero y al final acaban movilizando a muchas más unidades”, apostilla Artur Giménez, portavoz de la plataforma Salvem les Ambulancies. El SEM insiste en que el VIR sí es eficiente. “Según los primeros resultados, en el 21% de las actuaciones del VIR, el médico resuelve la asistencia in situ, sin necesitar ningún traslado del paciente. Y en el 67% de actuaciones donde interviene y se traslada al paciente, lo hace una unidad de apoyo vital, quedando el VIR operativo para otra emergencia”, dice una portavoz.

Jordi Venanci, de CC OO, también critica que faltan ambulancias y algunas veces quedan inmobilizadas durante horas en los hospitales porque no hay camas disponibles y los pacientes ha de esperar en las camillas del vehículo por un espacio en urgencias. En Terres de l'Ebre, Giménez protesta también porque hay una ambulancia para asistir poblaciones muy dispersas. Los trabajadores también se quejan de que los nuevos vehículos dejan menos espacio a los sanitarios para maniobrar con el paciente.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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