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Puigdemont: “El pacto enquista el problema de España con Cataluña”

El presidente catalán solo modificará el plan secesionista si el Estado avala un referéndum

Carles Puigdemont, el lunes en la Generalitat.
Carles Puigdemont, el lunes en la Generalitat.Carles Ribas

El pacto entre el PSOE y Ciudadanos para intentar la formación de un Gobierno no seduce a los independentistas catalanes. Lo ha dejado claro el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en una entrevista en la Cadena SER: "El acuerdo contribuye a enquistar algunos de los problemas que tiene España, y en concreto su relación con Cataluña", ha subrayado Puigdemont.

Pujol, un asunto privado

El escándalo que rodea la familia del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, no ha afectado de la misma manera a Artur Mas que a su sucesor, Carles Puigdemont. Pero el escudo ante los posibles delitos de Pujol es el mismo: basarse en su confesión -el expresidente reconoció que tenía capital sin declarar- para asegurar que el escándalo de Pujol es un asunto privado que no afecta ni a la Generalitat ni a su partido, Convergència.

"Una cosa son sus asuntos personales y otra su obra de Gobierno"; ha recalcado Puigdemont, que ha insistido en que el escándalo tampoco afecta a CDC. "Ni el Gobierno evade impuestos ni el partido evade impuestos". Su afirmación choca con la investigación judicial, que indaga en las supuestas comisiones ilegales que cobraron los Pujol durante los 23 años de Gobierno del expresidente.

El dirigente independentista espera que el PSOE concrete su apuesta de Estado federal para valorar esa vía: "De momento solo hemos asistido a anuncios, y el federalismo se demuestra federando. Cuando el socialismo ha tenido mayoría no ha federado nada. ¿Ahora pretenden que nos creamos que van en serio cuando dicen que van a hacer una reforma federal? ¿No sería el momento de que nos pusieran encima de la mesa algo?", se ha preguntado.

Sin embargo, la concreción del Estado federal tampoco haría cambiar los planes de la Generalitat. Puigdemont llamará al próximo presidente en cuanto sea investido para concretar una reunión. Pero la única oferta que está dispuesto a valorar para paralizar el camino a la secesión es la de un referéndum sobre la independencia de Cataluña, avalado por el Estado. "Nos podríamos poner de acuerdo para hacer el referéndum", ha apuntado Puigdemont, que ha valorado Podemos por ser el único partido que asume esta propuesta: "Ha tenido la valentía y la claridad de proponer una fórmula razonable". Los partidos independentistas ponen como condición el referéndum para abstenerse en la investidura de Sánchez.

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Aunque ningún otro partido acepte una votación sobre la independencia, el presidente de la Generalitat buscará el diálogo con el próximo presidente. "Ni que sea para hacer un inventario de las discrepancias", ha apuntado Puigdemont, que no está dispuesto a ceder en nada. Los 23 puntos que Artur Mas planteó a Mariano Rajoy, y que Pedro Sánchez está dispuesto a recuperar, ya no son una vía de negociación para el nuevo presidente: "Son puntos de obligado cumplimiento a los que el Gobierno se comprometió a través de las leyes. No se puede negociar sobre algo que es obligatorio".

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Pase lo que pase con la investidura, el Gobierno de Puigdemont seguirá adelante con la independencia. Pese a evitar en varias ocasiones afirmar que desobedecerá al Tribunal Constitucional, el presidente ha dejado claro que el Departamento de Exteriores continuará trabajando pese a la suspensión del Alto Tribunal. También ha defendido que el Parlament tramite las leyes para preparar la independencia, aunque los juristas del Parlament hayan señalado que las normas pueden vulnerar la sentencia del Constitucional que anuló la declaración de ruptura aprobada por Junts pel Sí y la CUP

Para Puigdemont, la independencia es un proyecto "difícil, discutible, con obstáculos" pero "concreto y con el apoyo de dos millones de personas". Por ello se ha mostrado determinado a cumplir con su programa, que pasa por celebrar unas elecciones constituyentes en 18 meses y proclamar la independencia tras un referéndum constitucional, siempre que los favorables a la secesión superasen el 50%.

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