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Baloncesto en las escuelas para conseguir un triple en valores

La Obra Social de La Caixa y la Fundación Baloncesto Colegial crean un novedoso proyecto educativo a través de una liga de alumnos

El exjugador Joe Arlauckas rodeado de estudiantes durante la presentación del proyecto.
El exjugador Joe Arlauckas rodeado de estudiantes durante la presentación del proyecto.Obra Social de La Caixa

No hay que ser un gigante, colgarse del alero ni encestar balones desde la línea de tres para disfrutar jugando al baloncesto. Basta con atreverse, poner ilusión y estar dispuesto a compartirla con los compañeros. Desde hace una década, el objetivo de la Fundación Baloncesto Colegial es fomentar valores en los estudiantes a través de los colegios. Hace cuatro años que el grupo Pascual patrocina el proyecto, lo que les llevó, por primera vez, a salir de Madrid. Ahora llegan hasta 12 ciudades españolas y al proyeto se le ha unido la Obra Social de La Caixa. Juntos han creado Basketball is Education, un novedoso concepto formativo que arrancará en febrero.

"Esto nos permite cumplir nuestro sueño, la intención inicial de educar en valores a través del baloncesto en la comunidad escolar", explica el exjugador Pablo Martínez, ahora presidente de la Fundación Baloncesto Colegial. Durante el curso, alumnos de más de 170 colegios de 12 ciudades, acogerán más de 350 partidos. La mayoría de los centros son privados y concertados. "Para formar parte del programa exigimos una estructura y un pequeño compromiso, ser socio y pagar una cuota que es simbólica, lo que cuesta el arbitraje de un partido", subraya Martínez, miembro de una gran saga de jugadores.

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El proyecto incluye, además, otras actividades complementarias alrededor de este juego: el All Star Colegial, la PequeCopa Colegial, un premio al Mejor Jugador Estudiante, un Club de Voluntarios y un Ránking de Valores. Con esta iniciativa, las entidades organizadoras aúnan esfuerzos para llevar al baloncesto al lugar donde se creó, la escuela. Se pretende recuperar su esencia más pura, fomentar en los más jóvenes y en su entorno el sentido de pertenencia, la responsabilidad, su compatibilidad con los estudios y el liderazgo. Pero sobre todo, con la buena praxis, por eso se van a crear unos equipos educativos en cada colegio. Los formarán un padre, un profesor y tres alumnos. Han de ayudar en la parte logística y premiarán el comportamiento de la afición y de los jugadores con tiros libres adicionales para los equipos.

El torneo escolar más importante

El punto de partida de este programa será la Copa Colegial 2016 Biofrutas, que este año cumple su décima edición. La competición está valorada como el torneo escolar de baloncesto más importante de Europa. Se convertirá, por tanto, en un terreno fértil para ojeadores, que seguro que ya se frotan las manos vislumbrando un futuro Pau Gasol. Para ello tendrán que viajar hasta los centros educativos de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia, Sevilla, Málaga, Tarragona, Valladolid, Vitoria y A Coruña.

En su presentación, además de Alberto López, presidente de la Fundación Baloncesto Colegial, y Xavier Bertolín, director de Área de Acción Comercial y Educativa de la Fundación Bancaria “La Caixa”, acudieron exjugadores colegiales, Edgar Vicedo, jugador del Estudiantes, y una leyenda de este deporte, el estadounidense Joe Arlauckas, un exjugador colegial y universitario que llegó a España en 1988 para jugar en el Caja de Ronda, pasó por el Baskonia y en 1993 formó parte de la plantilla del Real Madrid. Tampoco podía faltar al acto Juan Alberto Pérez, director del Colegio La Salle Nuestra Señora de las Maravillas.

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Los orígenes del basket

Corría el año 1891 y el invierno en el norte de Estados Unidos estaba siendo especialmente frío, lo que dificultaba practicar actividad alguna al aire libre. El canadiense James Naishmith, profesor de la Universidad de Springfield (Massachusetts, EEUU), ideó un deporte para jugar bajo techo, tal y como le fue encargado. Para ello analizó las actividades deportivas que se practicaban en la época. Predominaba el uso de la fuerza y el contacto físico, así qué él pensó en algo que requiriese mayor destreza, como es la puntería. El profesor se inspiró para ello en un antiguo juego de su infancia denominado duck on a rock (El pato sobre una roca), que consistía en intentar alcanzar un objeto lanzándole una piedra.

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