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Los circos protestan por la ordenanza de Carmena de prohibir animales

Los afectados creen que es "una orden arbitraria" y defienden el buen trato a los animales

Beatriz Guillén
Miembros del circo protestando por la prohibición de animales.
Miembros del circo protestando por la prohibición de animales. Samuel Sánchez

Un grupo de artistas de circo se concentró ayer frente a la sede de la junta de distrito de Arganzuela para pedir al Gobierno de Manuela Carmena (Ahora Madrid) que suprima la ordenanza que podría prohibir estos espectáculos con animales. “Nos prohíben porque no conocen lo bien que están tratados nuestros animales. Invitamos personalmente a la alcaldesa a que venga a nuestro circo a verlos”, explicaba el portavoz, Nacho Pedrera.

Elefantes, tigres, caballos, camellos, leones, osos e incluso leones marinos participan en los espectáculos de circo. Los defensores de estas exhibiciones recuerdan los millones de tíquets vendidos cada año —los circos hablan de seis en toda España— o de la ilusión de los niños por ver los animales en directo. Los retractores protestan por la explotación a la que son sometidos los animales, por los métodos que se utilizan para enseñarles a hacer las actuaciones y hablan de palizas, aislamiento, encierros y restricción de comida y agua. Estos últimos argumentos han sido los que han llevado al Ayuntamiento de Carmena a elaborar una ordenanza sobre tenencia y protección animal que prohíba los circos con animales, así como toda exhibición de especies en cautividad en instalaciones itinerantes o centros comerciales.

La idea original parte del grupo de Ahora Madrid en la Junta de Arganzuela. Ahí se concentraron los circenses con cinco enormes pancartas en las que se podía leer: “¡No se engañe, en el circo se ama a los animales!” o “Hola... soy un oso nacido en cautividad como todos los animales del circo. Mi familia humana me cuida y me quiere... Salimos a jugar y a veces a la playa o al río, nos lo pasamos muy bien”. Fotografías de osos en la playa o en el campo mientras eran abrazados por niños y jóvenes acompañaban los letreros.

Con estos argumentos, la Asociación de Circos Reunidos, que engloba a 23 de todo el país, dice que va a luchar contra esta ordenanza del Ayuntamiento porque es “gratuita e innecesaria”. “En Zamora también nos prohibieron y ahora ha tenido que dar marcha atrás. En Madrid va a pasar lo mismo”, comenta Nacho Pedrera, portavoz de la asociación, “porque hay un desconocimiento total de cómo tratamos a los animales en nuestros circos”.

100 inspecciones al año

Pedrera asegura que pasan 100 inspecciones al año del Seprona (la unidad de la Guardia Civil especializada en animales), además de varios reconocimientos de veterinarios en cada ciudad en la que realizan el espectáculo. “Los primeros interesados en tratar bien a los animales somos nosotros. Si tú le pegas a un tigre, va a coger miedo y no vas a conseguir que haga nada”, justificaba el portavoz. Además, sentencia Pedrera, son especies criadas en cautividad, que han nacido y vivido en el circo.

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Durante la concentración algunos vecinos y animalistas se mostraron contrarios. “Es la primera vez en mi vida que veo que se manifiestan a favor de los circos. ¿Pretenden que nos creamos que hacen que los tigres salten a base de abrazos y besos? Es denigrante la explotación máxima a la que son sometidos”, criticaba Marian Montero, animalista.

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Sobre la firma

Beatriz Guillén
Redactora de EL PAÍS en México. Trabaja en la mesa digital y suele cubrir temas sociales. Antes estaba en la sección de Materia, especializada en temas de Tecnología. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Valencia y Máster de Periodismo en EL PAÍS. Vive en Ciudad de México.

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