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Víctor Grifols dejará paso a su hermano y a su hijo en 2017

El grupo sostiene que el relevo generacional previsto reitera el compromiso de la familia fundadora con la compañía

Lluís Pellicer
El presidente de Grifols, Víctor GrÍfols, durante su intervención en la Junta General Extraordinaria de Accionistas de 2011.
El presidente de Grifols, Víctor GrÍfols, durante su intervención en la Junta General Extraordinaria de Accionistas de 2011. Marta Pérez (EFE)

La empresa de hemoderivados Grifols ha puesto en marcha la sucesión de Víctor Grifols al frente de la multinacional catalana. El consejo de administración de la compañía ha dado luz verde a un relevo “ordenado” que se llevará a cabo a lo largo del año que viene y que culminará en enero de 2017, cuando el actual presidente dejará sus funciones ejecutivas. Estas pasarán a su hermano Raimon y a su hijo Víctor, que serán designados consejeros delegados solidarios, según informó ayer el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Víctor Grifols llevó el pasado jueves al consejo de administración la decisión de dejar el cargo de consejero delegado de la multinacional catalana, que este año cumple tres cuartos de siglo. El presidente del grupo propuso una bicefalia compuesta por su hermano Raimon Grifols Roura y su hijo Víctor Grifols Deu que tomará las riendas en 2017. Tras recibir el unánime del consejo, ayer el presidente del grupo comunicó por carta la decisión a sus 13.000 empleados.

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“No me retiro de la empresa, pero me aparto un poco para dejar paso a una nueva generación que empuja con mucha fuerza y con unos criterios muy claros”, explicó en la misiva Grifols. El plan de sucesión es prácticamente idéntico al que preparó en 1987 su padre, Víctor Grifols Lucas, quien tras la entrada de España en la Comunidad Europea decidió dejar las funciones ejecutivas pero seguir ocupando la presidencia del Consejo de Administración.

El reto entonces pasaba por poner en marcha un proceso de internacionalización que la compañía catalana ha llevado a cabo en las últimas tres décadas hasta el punto de convertirse en uno de los líderes mundiales de hemoderivados con una facturación de 3.355 millones, de la cual el 95% procede del exterior, y cuatro centros productivos (dos en Estados Unidos, uno en Irlanda y otro en Barcelona).

De hecho, su planta de Parets del Vallès (Barcelona) es considerada de interés estratégico para EE UU, según desvelaron los cables de Wikileaks en 2010, por la producción de gammaglobulina, un fármaco que se emplea con pacientes con un sistema inmunológico muy debilitado.

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Un año de transición

Hasta ceder las funciones ejecutivas, la empresa ha planteado 2016 como un “año de transición” en el que Víctor Grifols seguirá siendo presidente y consejero delegado. En la próxima junta general ordinaria de accionistas, sin embargo, su hijo será designado miembro ejecutivo del consejo de administración, del que su hermano Raimon ya forma parte.

El 1 de enero de 2017 ambos serán nombrados consejeros delegados. Lo serán con “carácter solidario” y ambos se repartirán las funciones, aunque todavía no se ha determinado cuáles recaerán sobre cada uno. Por último, el actual presidente seguirá en el cargo sin funciones ejecutivas, mientras que el ahora consejero independiente Thomas Glanzmann pasará a ocupar la vicepresidencia no ejecutiva del grupo. “El tiempo pasa para todos y yo siento que ha llegado el momento de pasar mi responsabilidad ejecutiva a una nueva generación que sé que está muy bien preparada, lista para aceptar nuevas responsabilidades y dirigir la compañía”, aseguró el presidente en la carta.

El plan de sucesión se parece al que se ideó en 1987 incluso en que Grifols dejará el control diario de la compañía a la misma edad que lo hizo su padre, a los 67. Fuentes de la compañía descartaron que la bicefalia se deba a “ninguna tutela” sobre el hijo de Grifols y destacaron que ambos tienen “perfiles complementarios”. Ambos conocen bien la compañía. Raimon Grifols, ahora socio del despacho Osborne Clarke, está en el consejo de la empresa desde 2001, primero como secretario y luego como representante de la familia. Víctor Grifols Deu, por su parte, lleva 15 años en la compañía, donde ha sido analista y directivo.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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