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OBITUARIOS

Vicente Zaragüeta, un embajador donostiarra y hombre de paz

‘Alma mater’ del Aquarium de San Sebastián, hacía gala de ser un defensor de la ciudad

Mikel Ormazabal
Vicente Zaragüeta, junto a su despacho del Aquarium, en una imagen de 2009.
Vicente Zaragüeta, junto a su despacho del Aquarium, en una imagen de 2009.javier hernández

Vicente Zaragüeta (Hernani, 1926-San Sebastián, 2015) llevaba con orgullo los estrechos lazos que tenía con Zarzuela y la casa real monegasca. En 2009 le invitó al Rey emérito Juan Carlos I a veranear en San Sebastián, adonde solía ir siendo niño, porque había que “volver a las viejas tradiciones”, le dijo con ocasión de la ceremonia de reapertura del Aquarium donostiarra, a la que también asistió ese año la princesa de Hannover, Carolina de Mónaco. Zaragüeta, uno de los personajes más costumbristas de la ciudad, no pudo ver cumplido aquel deseo, pero sí consiguió hacer realidad otro sueño con el que saldaba una deuda con sus antepasados: el florecimiento del oceanario donostiarra.

A Zaragüeta le movía su interés por “el renacimiento de San Sebastián”. Fue una suerte de embajador donostiarra que quería reverdecer los años dorados de la ciudad, devolverle su esplendor y carácter cosmopolita. En ese empeño, se embarcó en numerosas causas solidarias y proyectos empresariales, aunque su gran obra para la posteridad fue la remodelación y ampliación del Aquarium, el nuevo palacio del mar donostiarra, que encumbró en 2009. Su implicación en la vida de San Sebastián le valió la concesión en 1999 de la Medalla del Mérito Ciudadano que otorga anualmente el Ayuntamiento.

La ciudad se paralizó un día de noviembre de ese año para recibir a los Reyes Juan Carlos y Sofía y Carolina de Mónaco, a quien hizo saber que su tatarabuelo, el príncipe Alberto I, fue uno de los impulsores del acuario donostiarra. Dos años después consiguió que visitara sus instalaciones el hermano de aquella, Alberto. Zaragüeta se mostró muy feliz por la pompa que tuvo aquella ceremonia: “Es el comienzo de una etapa importante y un hecho muy positivo para desmentir a quienes piensan que andamos por la calle con pistolas. El pueblo vasco es un pueblo donde se ora, se trabaja, se investiga y se canta”.

Hombres buenos, hombres malos

La paz en Euskadi y la convivencia entre vascos fue otra de sus mayores preocupaciones vitales. Se declaraba “apolítico” –“yo no pertenezco a ningún partido”, decía- y solía ejercer de anfitrión en encuentros privados entre personas del más diverso espectro político que organizaba en su palacete de Hernani. En 2011 participó en la Conferencia Internacional de Aiete, a la que asistieron personalidades internacionales de la política, como el Premio Nobel Kofi Annan, entre otros, y que anticipó la declaración del fin de la actividad criminal de ETA. Dos años después presidió como patrono de honor la denominada Conferencia de Alcaldes que organizó el entonces regidor donostiarra, Juan Karlos Izagirre (Bildu). “A mi edad es difícil clasificar a los hombres en buenos y malos. Los buenos tienen algo de malo y los malos, algo de bueno; por tanto, hay que interpretar con indulgencia la conducta de cada uno de los hombres”, afirmó en 2009 en una entrevista concedida a EL PAÍS.

Vicente Zaragüeta estudió Profesorado Mercantil en la Escuela de Comercio de San Sebastián y obtuvo el título de Intendente Mercantil (equivalente a economista) en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles de Bilbao. Siempre vinculado a la industria guipuzcoana, presidió desde 1996 la Sociedad Oceanográfica de San Sebastián, fue vicepresidente de El Diario Vasco y miembro de Eusko Ikaskuntza y de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País.

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Siempre tuvo muy presentes a sus ascendentes familiares. Era nieto del investigador Vicente Laffitte Obineta, primer presidente del Aquarium; sobrino de Pedro Zaragüeta Aristizabal, alcalde de San Sebastián entre 1920 y 1922, y de su otro tío Juan Zaragüeta, sacerdote y filósofo.

Este pasado lunes falleció a los 89 años en su domicilio de San Sebastián. Hace dos años recibió uno de los premios Korta que el Gobierno Vasco concede a propuesta de los empresarios. Uno de los actos públicos a los que asistió fue el pasado 24 de octubre en el acuartelamiento de Loyola de San Sebastián, donde fue reconocido con la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco. El Gobierno vasco, entre otras instituciones que quisieron honrar la figura de Zaragüeta, remarcó "su inagotable vitalidad, su amabilidad hacia quienes se acercaban a él y su amor por Donostia y Euskadi”, lo que le convirtieron en “una persona entrañable para todos los que tuvieron la suerte de conocerlo”.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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