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Ayuntamiento de Barcelona

La oposición acusa a Gala Pin de inacción en la calle de Robador

La concejal de Ciutat Vella niega que se haya retirado a la Guardia Urbana del Raval

Clara Blanchar

La tensión que se vive en la calle de Robador, en el barrio del Raval de Barcelona, ha llegado este miércoles a la comisión de Presidencia y Seguridad del Ayuntamiento. Ante la presencia de una docena de vecinos mostrando carteles donde se leía "Robador, en venda", todos los grupos políticos salvo ERC y la CUP han acusado al gobierno municipal, y concretamente a la concejal del distrito de Ciutat Vella, Gala Pin de no actuar ante el conflicto. Pin ha comparecido a petición de CiU, cuya regidora Mercè Homs --predecesora de Pin en el distrito ha sido especialmente dura--, y PSC de que explicara las actuaciones para mejorar la convivencia.

Pin ha constatado que "las problemáticas de la zona no son de este gobierno ni del anterior" y ha reconocido problemas en el uso del espacio público, de ruido, suciedad y percepción de seguridad y delincuencia derivados del trabajo sexual". La concejal ha defendido la mesa de diálogo con los vecinos, su voluntad de mediación en los conflictos y el proceso de participación iniciado con los agentes del barrio. Y ha negado, como aseguran los vecinos, que se haya retirado la presencia policial durante cuatro meses. "Las normas hay que cumplirlas sino prevaricaríamos", ha dicho y ha asegurado que en lo que va de año suman 1.074 actuaciones en la zona.

La ex concejal del distrito Mercè Homs a hablado de "inacción" por parte del ejecutivo en una zona, ha dicho, "donde no se puede dormir, hay problemas de convivencia, trata, venta y consumo de drogas, actividad ilegal, mala convivencia". Homs ha preguntado "por qué han retirado la policía siendo un lugar sensible" y ha defendido que si el actual gobierno hubiera acabado el trabajo iniciado por CiU, la situación ahora sería mejor. Una de las principales actuaciones del mandato del alcalde Xavier Trias en la zona fue comprar y rehabilitar viviendas e incluso fincas donde se ejercía la prostitución. En este sentido, ha preguntado porqué no hay vecinos en la calle de Sant Ramon, número 6, pese a estar los pisos adjudicados.

Desde el PSC, Jaume Collboni ha acusado a Barcelona en comú de "tener una concepción de la seguridad acomplejada, frente al derecho de los vecinos de disfrutar del espacio público". "Es evidente que la Guardia Urbana no ha actuado en la zona en los últimos meses", ha afirmado y ha acusado al gobierno de no tener directrices al abordar la prostitución o la venta ambulante ilegal.

Las intervenciones de Ciutadans, por parte del regidor Paco Sierra, y el PP, por parte de Àngels Esteller, han pintado el Raval y concretamente el entorno de la plaza de Salvador Seguí como un escenario apocalíptico tomado por prostitutas, traficantes de drogas y delincuentes y sin presencia policial.

Más conciliador ha sido Jordi Coronas, de ERC, que ha querido mostrar su apoyo "hacia un barrio donde mayoritatriamente se vive bien", ha alertado del riesgo de hacer discursos políticos xenófobos y ha precisado que las prostitiutas "están en el escenario del problema, pero no están allí porque quieran". Desde la CUP, Josep Garganté ha acusado al resto de grupos de "criminalizar la pobreza" y ha acusado a anteriores gobiernos de "tratar cada metro cuadrado del Raval como un espacio donde especular". "Robador es una arma propagandística política que pisa pobres a golpe de titular", ha zanjado.

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Al finalizar el agrio debate, los vecinos presentes en la sala han insistido en que se sienten abandonados. "La Guardia Urbana se ha retirado desde junio, hay inacción, se producen situaciones violentas, es un tema de barrio, vecinal, no político, el barrio se está desertizando", ha manifestado C. R. vecino de la calle de Robador.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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