Junqueras pide a la ANC que no se entrometa en las negociaciones
El líder de ERC cree que si la entidad "presiona a la CUP" cometerá un error
La Asamblea Nacional Catalana ha organizado para el domingo una manifestación para reclamar a Junts pel Sí y la CUP que se pongan de acuerdo para investir un nuevo presidente y arrancar la legislatura. Con el lema de "Governem-nos junts" (Gobernémonos juntos, mezcla del lema con el que ambas formaciones concurrieron el 27-S- la entidad que ha dirigido el camino a la independencia quiere añadir presión a una negociación ya de por sí complicada: tras dos votaciones, Junts pel Sí no ha logrado que Artur Mas reciba los votos de la CUP, y si no se ponen de acuerdo antes del diez de enero Cataluña se verá abocada a unas nuevas elecciones.
La ANC ha convocado la marcha para "regañar a los diputados que han sido incapaces de ponerse de acuerdo", en palabras de Jordi Sánchez, presidente de la ANC, que considera que mientras no haya pacto Cataluña "hace el ridículo" de cara a los observadores internacionales.
La convocatoria ha puesto en alerta a los partidos, que respetan el papel de la ANC pero no quieren injerencias en las negociaciones. Y menos que la entidad presione la CUP, partido sobre el que recaen la mayoría de críticas por la falta de consenso. Lo ha verbalizado Oriol Junqueras, líder de Esquerra y diputado de Junts pel Sí, que no quiere que la ANC eche una mano a su formación: "Si la ANC convoca para presionar la CUP, es un error muy grave", ha advertido el republicano, que ha proseguido: "La ANC no puede presionar un partido, perdería la condición de transversal". Las críticas a la entidad no se han quedado en la manifestación del domingo. El republicano ha echado de menos un apoyo explícito de la Asamblea a la declaración de independencia aprobada el pasado lunes.
El republicano sabe bien el papel que puede tener la ANC para decantar una negociación. Cuando ERC y Convergència discutían la fórmula para concurrir en una lista única, la decisión de la Asamblea de apoyar a Mas fue clave para que Junqueras tuvo que claudicar. En ERC recuerdan con amargura la decisión, que generó una tensión en la Asamblea inaudita en tiempos de su anterior dirigente, la ahora presidenta del Parlament Carme Forcadell.
