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La CUP sugiere una “presidencia rotatoria” como alternativa a la coral

El partido dice que no investir a Mas es una decisión “colectiva” ya tomada y pide aparcar el debate sobre la presidencia y centrarse en el programa

Antonio Baños y Anna Gabriel tras conocerse los resultados del 27-S.
Antonio Baños y Anna Gabriel tras conocerse los resultados del 27-S.Jorge Guerrero (AFP)

La número dos de la Candidatura de Unidad Popular, Anna Gabriel, propuso este jueves una presidencia “coral” para que “se visualice la transversalidad del proceso” independentista. Este viernes el cabeza de lista de la CUP, Antonio Baños, ha sugerido la posibilidad de una "presidencia rotatoria" en la Generalitat como alternativa, ya que la anterior propuesta es incompatible con lo que prevé el Estatut.

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Antonio Baños ha lanzado esta nueva propuesta sobre el tipo de presidencia por el que aboga la CUP en unas declaraciones a Radio Barcelona-Cadena Ser, si bien él mismo ha puntualizado que su formación no tiene un criterio cerrado sobre esta cuestión, por lo que está abierta a hablarla y estudiarla con Junts pel Sí.

Según este mismo diputado electo de la CUP, "nosotros vamos lanzando guantes, esperando que alguien los recoja", pero no hay una posición inamovible, y ha precisado que si no agrada la fórmula de una "presidencia rotatoria", otras posibilidades podrían ser "vicepresidencias poderosas o un Govern de cualquier otra forma". Baños se ha mostrado confiado en que las negociaciones con Junts pel Sí fructificarán en acuerdos satisfactorios para ambas partes, que pasan, ha señalado, por prever posiciones intermedias.

En cualquier caso, la Candidatura d’Unitat Popular prefiere aparcar el debate sobre quién debe presidir la Generalitat y centrarse en el programa. “De poco serviría una presidencia coral si no hemos logrado poner los temas más esenciales sobre la mesa”, ha dejado claro esta mañana Anna Gabriel, número dos de la CUP, en una entrevista en RAC1.

El partido ya negocia con Junts pel Sí un acuerdo que permita a la candidatura vencedora sumar los votos para alcanzar la mayoría absoluta en el debate de investidura. Con dos sufragios es suficiente, pero el pacto choca con un problema: la CUP no quiere que el presidente sea Artur Mas, el escogido por Junts pel Sí. “Lo hemos dicho en campaña y lo seguimos manteniendo. No investiremos a Mas presidente, y lo acompañamos de retos y cuestiones importantes que ponemos sobre la mesa”, ha insistido Gabriel, que ha asegurado que la decisión "es colectiva". 

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Las negociaciones entre ambos partidos han empezado por el programa, y Gabriel ha reiterado que prefiere centrarse en “las cuestiones esenciales” antes de quién debe dirigir el Gobierno. Si Junts pel Sí cede, ha dejado entrever, se puede plantear qué papel juega Mas en el Ejecutivo. “Si llegamos a la conclusión que se hará todo, que estamos sentando las bases para que las clases populares vivan mejor, significa que hemos avanzando en la visión política”, ha iniciado Gabriel, que ha pedido revertir algunas de las acciones que reprochan a Convergència: “Privatizar la sanidad, el suelo, dar recursos a escuelas de élite que segregan por sexos…si eso cambia, será que sabemos leer que se abre una nueva etapa, que el proceso no depende de una persona. Si hemos avanzado tanto, tantísimo, el escollo no será una persona”; ha concluido la diputada electa de la CUP. ¿Significa eso que el partido puede ceder con la presidencia? Gabriel no deja margen: “Por si hemos dejado la puerta abierta: no investiremos Artur Mas. Punto.”

La formación insiste en centrarse en el programa, con dos ejes básicos: un plan de choque contra la pobreza y el proceso hacia la independencia. Para la CUP, en esos puntos “la ley no es un límite”. Una de las condiciones verbalizadas por Gabriel es la desobediencia a normas como la ley Wert o la suspensión del decreto de pobreza energética dictada por el Tribunal Constitucional. “Si el nuevo Gobierno no hace cosas así, significa que caminamos hacia otra cosa, no a la independencia”, ha avisado Gabriel, que ha sentenciado: “Tenemos que hablar de cómo este país recupera soberanías e inicia la desconexión política y legal del Estado. Es esencial, central, relevante y determinante”.

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