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Teatro para la integración

'Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?', adaptación de la obra de Adolfo Marsillach, estará en cartel hasta el 27 de septiembre

Adam Jezierski y Miriam Fernández en 'Yo me bajo en la proxima, ¿y usted?'.
Adam Jezierski y Miriam Fernández en 'Yo me bajo en la proxima, ¿y usted?'.Kike Para

Una pareja se conoce en un no lugar tan lejos de clichés románticos como un vagón de metro. Se enamoran, se unen y se casan con premura. Se separan y se reencuentran. Comedia y drama. Yo me bajo en la próxima, ¿y usted? es una historia plenamente sujeta a la cotidaniedad vital que Adolfo Marsillach escribió en medio de la vorágine de la transición a la democracia ambientada en los años 70, pero cuya atemporalidad queda comprobada una vez más sobre las tablas de un escenario.

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En el teatro Fernán Gómez se representa hasta el 27 de septiembre una adaptación del texto dirigida por David Ojeda que forma parte de un proyecto de integración de personas con capacidades especiales. Su recaudación va destinada íntegramente a la Fundación Síndrome de West, un tipo especial de ataque epiléptico que aparece en el bebé entre los tres meses y el primer año de vida catalogado como enfermedad rara. 

Mercedes Lezcano, actriz y viuda de Marsillach, ha adaptado el texto para que el protagonismo sea compartido por todos los intérpretes. Seis profesionales con y sin discapacidad lo interpretan en conjunto integrando sus capacidades especiales dentro de los propios personajes. Junto a los televisivos Silvia Marty (Un paso adelante) y Adam Jezierski (Física o Química, Gym Tony) se suben a las tablas Miriam Fernández, Adela Estévez, Antonio Lagar y Juan Carlos Mestre.

"Una buena comedia en el teatro puede ser más atractiva que cualquier película o cualquier serie de televisión", comenta uno de sus protagonistas, Adam Jezierski. Y esa parece ser una de las claves de la historia, según relató su autor cuando se estrenó. "En esta comedia, como en el teatro, se casan a los tres meses y por supuesto, como en la vida, se equivocan. Lo que ocurre es que su equivocación, para los espectadores, resulta profundamente divertida".

Las palabras del actor, director y productor se suscriben. Los personajes caminan por sus recuerdos y las situaciones que marcaron su pasado y contribuyeron en su fracaso matrimonial con humor y acompañados de personajes que ponen la guinda del pastel y bordan el relato. No hay nada mejor para seducir al público que hacerlo reír y conseguir que se vea reflejado en la historia. 

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La producción corre a cargo de Varela Producciones, la compañía de teatro social de Blanca Marsillach, que produce este montaje con la colaboración de Fundación Repsol. La obra es la culminación de seis años de proyectos interactivos para la integración, que comenzaron en 2010 con la puesta en escena de El reino de la tierra, de Tennessee Williams. Pero también es un homenaje a su padre, una de los grandes figuras del teatro español de las últimas décadas. "Creo que estaría orgulloso del resultado del proyecto, porque en él han participado todos", afirmó Blanca Marsillach en la presentación de la obra. 

El reto no era fácil. La representación original que se estrenó en el Teatro de la Comedia de Madrid en 1981, y una adaptación al cine en 1992, tuvieron como protagonistas a dos pesos pesados de la escena: Concha Velasco y José Sacristán. Este mismo montaje ya se presentó en el Teatro La Latina de Madrid en 2014 con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad y ha estado de gira por ciudades como Barcelona, Zaragoza, Valladolid o Sevilla. 

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