Valencia detecta 18 casos de virus chikungunya importados

La Comunidad Valenciana ha detectado un total de 19 casos de virus chikungunya, asociado a la picadura del mosquito tigre, desde principios de año hasta mediados de julio. En España ascienden a 89. Solo uno de ellos, en Gandia, fue autóctono, es decir, la transmisión se produjo dentro de España. El resto se registraron entre personas que se infectaron en el extranjero, bien porque eran originarios de países donde este tipo de fiebre está extendida, como los tropicales, o bien porque habían estado en ellos de viaje.

Los expertos creen que el número tenderá a aumentar, porque cada vez se viaja más, pero restan importancia a las consecuencias ya que en general la enfermedad cursa como una gripe y no deja secuelas. Los afectados, además, quedan inmunizados contra la enfermedad. Ello abre la puerta a que haya habido más contagios autóctonos que no han sido detectados.

El virus, que produce dolores en las articulaciones, fiebre y cansancio entre otros síntomas, no fue incluido en la lista de enfermedades de comunicación obligatoria hasta hace poco.

El vecino de Gandia de 60 años que resultó infectado en julio se recuperó rápidamente. Fue el examen, poco habitual, al que fue sometido en el centro de salud lo que destapó el caso. Las autoridades sanitarias europeas han pedido ahora que se extremen la vigilancia y las precauciones.

El catedrático en Parasitología de la Universitat de València y presidente de la Federación Mundial de Medicina Tropical, Santiago Mas-Coma, ha señalado en declaraciones a Europa Press que España está preparada para hacer frente al virus. Y que la llegada de este mosquito no endémico a la costa mediterránea del país (se descubrió por primera vez en Cataluña en 2004) responde a "dos tipos de cambio: el climático y el cambio global, viajeros, inmigración y compra de productos de países tropicales".

El catedrático considera que el aumento de calor en la Comunidad Valenciana región durante el verano ha hecho que el mosquito tigre pueda expandirse. Y ha indicado que es "importante controlar las zonas de agua, que es donde se reproducen".

El Ayuntamiento de Gandia ha instalado 60 trampas para intentar reducir el número de estos insectos en el municipio.