_
_
_
_
_

No todo es oro en el barrio más rico

Pobreza vergonzante, infravivienda y desahucios también son problemas en Salamanca, una zona asociada con el lujo

Pablo Carmona, concejal del Distrito de Salamanca, frente al dolmen de la Plaza de Dalí.
Pablo Carmona, concejal del Distrito de Salamanca, frente al dolmen de la Plaza de Dalí.julián rojas

Maneja Pablo Carmona, concejal de Salamanca, un concepto inesperado para un distrito al que se asocia por costumbre con el bienestar. Oficialmente es uno de los barrios con mayor nivel de vida de Europa y en él se encuentra una zona de tiendas de lujo conocida como La Milla de Oro, que ocupa las calles de Serrano, Claudio Coello y Ortega y Gasset. Pero, asegura el edil, no todo es riqueza: “Aquí hay un problema de pobreza vergonzante”, dice.

“Pobreza vergonzante” es una expresión tan española como antigua, anterior incluso al Siglo de Oro. Se usaba para definir a las personas que estando en una situación de necesidad no querían hacerla pública. “Son familias, pero sobre todo personas mayores, que viven en pisos muy grandes y caros de mantener que piensan que los Servicios Sociales son una forma de caridad, no un derecho, y que por eso se niegan a acudir a ellos. Tenemos que hacerles ver que no se trata de beneficencia”.

Ese problema se acrecienta porque resultan difíciles de localizar. Se esfuerzan en conseguir que nadie perciba su situación. En 2014, el Ayuntamiento revisó de oficio 1.300 casos en el distrito. 124 se derivaron a Servicios Sociales y 21 requirieron atención directa por distintos niveles de vulnerabilidad. “Y hablamos solo de mayores de 80 años. Este año se ampliará a los mayores de 65”, explica.

Y no es el único problema oculto en la zona. “Aunque parezca mentira, en el distrito de Salamanca hay más de mil infraviviendas. Muchas en edificios que funcionan con una doble escalera. Sin ir mas lejos, en la calle de Serrano las casas de mayor renta eran las que tenían una fachada que daba a la calle. Pero las de la escalera interior, la del servicio, eran infinitamente peores. Y sigue así”.

Pablo Carmona, doctor en Historia y fundador del Observatorio metropolitano, es también edil de Moratalaz, en principio un distrito más deprimido. “Pero, por poner un ejemplo, desde que he llegado, en Moratalaz hemos tenido dos problemas de desahucios y en Salamanca han sido cuatro en cinco semanas”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Lo cuenta en la Plaza de Dalí, esa enorme superficie de piedra que rodea al dolmen creado por el artista catalán. Más que una plaza parece un pasillo al aire libre para conducir a las masas al Palacio de Deportes de Goya, una de las instalaciones de un distrito lleno de lugares en los que se producen constantemente situaciones particulares.

En uno de los extremos del barrio está la Plaza de Colón, cita final de la mayoría de las grandes concentraciones de la capital. En el otro, la plaza de toros de Las Ventas. Ese “eje de eventos” consume una gran cantidad de energías y de recursos públicos muchos días al año. “Aparcamiento, policía, seguridad... Son cosas que hay que mirar al milímetro”.

Solo en el Palacio de deportes hubo en 2014 más de 100 eventos. “Y habrá más en 2015. Hay muchas peticiones de uso del espacio público para fines privados. En la Plaza de Dalí hay días de octubre en que se juntan hasta cuatro. Eso hay que regularlo de alguna manera”. Bajo la plaza se construyó un aparcamiento que impide que sobre ella se pueda crear una zona verde. “Es una zona que parece diseñada para que vengan empresas y monten actividades comerciales”.

Un distrito descompensado

Todo es peculiar en Salamanca. Con una gran cantidad de población flotante que viene a trabajar a bloques de oficinas o comercios, es un distrito descompensado. A uno de los lados de la calle Francisco Silvela está lo que se conoce como el barrio de Salamanca, la zona “pija”, con un 7% de paro, una tasa bajísima. Al otro está La Guindalera. En esa zona de origen obrero que aún mantiene los edificios de ladrillo del siglo XIX el desempleo aumenta hasta cinco puntos. “Y si hablamos por segmentos de edad, es un hecho que los jóvenes de Guindalera tienen un problema serio de acceso al trabajo”, afirma el edil caminando por la calle Pilar de Zaragoza, una arteria semipeatonal de casas bajas a apenas unos centenares de metros del bullicio comercial, pero que parece estar en otra galaxia, una en la que el tiempo se hubiera detenido.

“Salamanca no son solo calles cuadriculadas, tiendas de alto standing y pasarelas de moda. Hay que hacer que los vecinos que sufren toda esa presión externa recuperen su barrio”, afirma Carmona. Por eso, además de atender las situaciones más urgentes, ha decidido revitalizar las fiestas del barrio, las de El Pilar, el 12 de octubre. “Queremos que se centren en la Plaza de Dalí. Dar espacio allí a la gente del barrio. Es un comienzo”.

Recuerdo en Ventas a Las Trece Rosas

La cárcel de mujeres de Ventas fue un proyecto de Victoria Kent, directora general de Prisiones en la Segunda República. Construyó una prisión modelo para dignificar la vida de las mujeres presas. Durante el franquismo las condiciones se deterioraron, llegó a haber 4.000 internos en 420 plazas, muchos de ellos por motivos políticos.

En 1967 se derribó y ahora sobre el solar se alza un bloque vallado. En uno de los muros exteriores, oculta por unas obras, hay una pequeña placa que recuerda a las trece rosas, que estuvieron internadas esperando su ejecución. Allí el nuevo consistorio planea levantar un memorial para que no desaparezca su recuerdo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_