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Cifuentes, nueva presidenta de la Comunidad de Madrid

La candidata del PP es la quinta mandataria de la región y cuarta de su partido gracias al voto a favor de Ciudadanos. PSOE y Podemos votan en contra

Aguirre felicita a Cristina Cifuentes.Foto: atlas | Vídeo: luis sevillano / ATLAS

Cristina Cifuentes ha sido investida presidenta de la Comunidad de Madrid con el voto a favor de los 48 diputados de su partido, el PP, y los 17 de Ciudadanos. La suma entre ambos partidos dio la cifra de 65 escaños, la mínima que otorga la mayoría absoluta en el Parlamento regional. La alianza entre PSOE (37) y Podemos (27) se quedó a uno de esa mayoría. Los dos partidos de izquierda han votado en contra. El portavoz de Ciudadanos, Ignacio Aguado, ha recordado que el pacto de 76 puntos con el PP a cambio de su apoyo es un pacto de investidura, no de legislatura, que era la opción de más agrado de Cifuentes.

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La nueva presidenta afronta la legislatura más incierta para el PP en los últimos 20 años. Por primera vez desde 1995, Génova no tendrá de la mayoría absoluta en la Asamblea y tendrá que llegar a pactos de forma continua para poder gobernar. “Gobernar es pactar”, es el leitmotivde la nueva presidenta, la cuarta del PP en Madrid tras Alberto Ruiz-Gallardón (1995-2003), Esperanza Aguirre (2003-2012) e Ignacio González, que hoy dejó de ser el presidente en funciones. Joaquín Leguina (PSOE) fue el primer presidente regional (1983-1995).

En la imagen, la alcaldesa llegando a la Asamble de Madrid.Foto: atlas | Vídeo: EFE / ATLAS

Cifuentes se ha esforzado en diferenciar su proyecto del de sus antecesores, marcados por los escándalos de corrupción de Gürtel, Púnica o el caso Aneri y por la polémica que provocó el intento de privatizar la gestión de seis hospitales de la red pública. Cifuentes ya ha dejado claro que renuncia a retomar aquel modelo y se compromete a mantener la titularidad pública del 100% del Canal de Isabel II, que los últimos dos Ejecutivos del PP también se plantearon privatizar, aun siendo una de las empresas públicas más rentables de Madrid (225 millones de beneficios en 2014). La presidenta reniega abiertamente de ese modelo económico —su círculo matiza a la que puede que ser del PP no es sinónimo de “aplicar las políticas neoliberales a ultranza”—, pese a que el Tribunal Constitucional ha dado la razón las últimas semanas al PP frente a los recursos presentados por 50 senadores del PSOE.

“Pretendo mejorar todo lo que se pueda mejorar”, ha marcado distancias Cifuentes respecto al pasado más reciente del PP. Un síntoma del alejamiento es que González no se ha prodigado en los aplausos a su sucesora, a la que Mariano Rajoy prefirió antes que a él como candidata. A diferencia de González, Aguirre sí ha compartido los primeros minutos de Cifuentes como presidenta, dentro del hemiciclo. El siguiente paso, una vez proclamada presidenta, debería ser la presidencia del PP de Madrid, que Aguirre controla desde 2004 con la ayuda de González, secretario general desde 2012.

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La declaración de intenciones del programa de Cifuentes, que también abandera la regeneración en el PP -es partidaria de celebrar primarias, eliminar los aforamientos y no llevará imputados por corrupción en la lista autonómica- tiene un gran interrogante: la financiación de todas las políticas sociales que pretende aplicar, incluidas en su programa electoral o añadidas por Ciudadanos. La nueva presidenta quiere extender el abono transportes para jóvenes de los 23 a los 26 años —una propuesta que PSOE e IU defendieron durante años en el Parlamento madrileño— con una tarifa de 20 euros mensuales (10 euros para parados de larga duración); reforzar la atención primaria con 30 millones; contratar a 500 profesores de Secundaria; bajar un 20% las tasas de las escuelas infantiles; o conceder un cheque cultural de 100 euros anuales a los menores de 30 años y mayores de 65. El cumplimiento del déficit, que obliga a recortar unos 600 millones este año, añadido a unos recortes superiores a los 4.000 millones de euros desde 2012 hacen dudar de ese compromiso si, además, la nueva presidenta pretende bajar “todos” los impuestos esta legislatura, como ha prometido.

El primer cambio en la “forma de hacer política” que pregonan Cifuentes y el resto de portavoces de la oposición se ha notado, de una manera muy evidente, en la relación entre los portavoces y en el discurso dialogante que comparten, en las antípodas de la gresca que caracterizó al hemiciclo con Ignacio González al frente del PP y Tomás Gómez como líder de la oposición por el PSOE. La educación ha marcado el tono de la Cámara en las dos jornadas de la sesión de investidura, acostumbrada los últimos cuatro años a una permanente falta de respeto entre los dos principales partidos.

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