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Desarticulada una red ilegal de peleas de gallos en Madrid

La Guardia Civil y la Policía Municipal hallan animales heridos de gravedad y muertos en una nave en San Fernando de Henares

Operación de la Guardia Civil y la Policía Municipal que ha permitido desarticular una red de peleas ilegales de gallos en Madrid.Vídeo: guardia civil / policía municipal de Madrid
F. Javier Barroso

Una nave ilegal en un poblado marginal de San Fernando de Henares, en Madrid, era el lugar que había elegido una organización para celebrar desde hace meses peleas ilegales de gallos, en las que se jugaba gran cantidad de dinero. Los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Municipal de Madrid han recuperado 32 aves, de las que ocho estaban muy graves. La Operación Reñidero ha permitido detener a tres personas, entre ellas el responsable de la nave, e imputar diversos delitos a otras 11, según han informado portavoces de sendos cuerpos.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de enero, cuando agentes de la Policía Judicial de Ciudad Real detuvieron a varias personas en el municipio de Navalcarnero. Allí vieron que había un local dedicado a las peleas de gallos, que están prohibidas en la Comunidad de Madrid. Los agentes informaron de este hecho a los especialistas del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) del instituto armado, que iniciaron las pesquisas para determinar si había algún lugar más en la región.

Los diversos datos recogidos les llevaron hasta una nave levantada de forma ilegal en un poblado de San Fernando de Henares, en el kilómetro 16 de la carretera M-203. Se trataba un local construido sin licencia en un lugar protegido en el que había un reñidero (de ahí el nombre de la operación), gradas en los laterales y un bar, además de un lugar donde se guardaba a los gallos. 

Los agentes iniciaron una vigilancia continua sobre el lugar. Para ello utilizaron incluso un helicóptero. Las peleas se celebraban una o dos veces por semana y para acceder había que pagar una entrada de diez euros. Eso sí, no podía entrar cualquiera. La organización tomaba grandes medidas de vigilancia y ponía a unas personas a la entrada del poblado y a otras en la nave. Los días que había peleas llegaban personas procedentes de diversas provincias, en su mayoría de Andalucía, según ha explicado el capitán jefe del Seprona en Madrid, el capitán José Hernández Sierra.

Un gallo recuperado en la redada en San Fernando de Henares
Un gallo recuperado en la redada en San Fernando de Henaresguardia civil / policía municipal de madrid

Los propios asistentes llevaban muchas veces los gallos de pelea en grandes cajas. Después, se celebraban los combates en los que las apuestas comenzaban con 10 euros y después se incrementaban. En algunas ocasiones podían alcanzar hasta los 4.000 euros, según fuentes de la investigación. 

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Las vigilancias se intensificaron sobre todo al detectar en un control policial en la entrada del poblado marginal de la Cañada Real Galiana, en la autovía de Valencia (A-3), que dentro de un vehículo había un gallo herido muy grave y con signos de haber participado en una pelea. A partir de ahí, la Policía Municipal de Madrid se coordinó con la Guardia Civil e hicieron un operativo conjunto. "La nave era muy difícil de vigilar, porque está muy apartada y solo tiene un acceso. Cualquier vehículo podía levantar sospechas. Se trata de un entorno muy cerrado al que solo pueden acceder las personas que ellos conocen", ha destacado el capitán Sierra.

El pasado 3 de junio, los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Municipal entraron en la nave, en la que había unas 70 personas, entre ellas menores de entre ocho y 15 años. Hubo un gran despliegue ya que se temían que los espectadores o los dueños del local pudieran incluso armados. Los funcionarios comprobaron que se estaban produciendo apuestas. Muchos de los asistentes llevaban grandes cantidades de dinero en efectivo (entre 600 y 1.000 euros). "Es difícil determinar el dinero que se movía en las apuestas", ha afirmado el mando de la Guardia Civil.

Los niños y adolescentes fueron atendidos por el Equipo Mujer y Menor (Emume) del instituto armado, ya que en la Comunidad de Madrid está prohibido que acudan a espectáculos en los que se sacrifica o maltrata animales. La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, ha recordado que la legislación autonómica prohíbe de manera expresa estos actos en Madrid, que sí están permitidos en otras autonomías. 

Los guardias comprobaron que había un lugar donde se almacenaban los gallos. Había 32 ejemplares, de los que ocho estaban muy graves. Los veterinarios de la Comunidad de Madrid tuvieron que sacrificar cinco. Durante la inspección, encontraron un foso, en el que había otras nueve aves muertas de peleas anteriores. Los especialistas regionales se los llevaron para realizarles la necropsia y saber cuánto llevaban muertos.

Los agentes detuvieron a tres personas, que se encargaban de organizar las peleas y funciones de juez-árbitro de las peleas, e imputaron a otras 11 por un delito continuado de maltrato animal y otro de pertenencia a grupo criminal. Al dueño de la nave también se le acusa de un delito contra la ordenación del territorio (levantar una nave en un lugar protegido) y otro de defraudación de fluido eléctrico.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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