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Joan Ribó: “El batiburrillo está en el reino de taifas del PP”

El candidato a la alcaldía de Valencia por Compromís sostiene en una entrevista que la visión de gobierno de Barberá se acerca más a la de un señor feudal

Cristina Vázquez
Joan Ribó, candidato a la alcaldía de Valencia por Compromís.
Joan Ribó, candidato a la alcaldía de Valencia por Compromís. MÒNICA TORRES

Su secreto es no enfadarse. "No soy nada primario aunque cuando me enfado me dura mucho tiempo", confiesa Joan Ribó (Manresa, 1947), candidato de Compromís a la alcaldía de Valencia. Ha sido el concejal políticamente más incorrecto del hemiciclo municipal de Valencia, que gobierna el PP con mayoría absoluta. Amante de la música clásica, deportista y viajero incansable, Ribó no se siente parte de la izquierda radical, como le ha etiquetado su rival del PP Rita Barberá. "Sinceramente, creo que hay más batiburrillo en el PP", sostiene este veterano de la política.      

Pregunta. Compromís entró por primera vez en el Ayuntamiento de Valencia hace cuatro años. ¿Qué cosas han conseguido cambiar?

Respuesta. La primera que me gusta resaltar es que Franco ya no es alcalde honorífico de Valencia [La formación consiguió que un juez obligase al gobierno local a retirar el título]. Creo que hace a la ciudad más democrática, más normal y más europea. Cuando llegamos al Consistorio en 2011 también nos dijeron que teníamos derecho a coche con conductor, y les respondimos que no queríamos eso. No lo vimos necesario y rápidamente EU y PSPV dijeron lo mismo. Al cabo de un año o dos, una parte del PP dijo también lo mismo. Creo que hemos conseguido que ser concejal de Valencia se acerque a la vida normal de las personas. Ahora todos van más en coche público, en bicicleta...

El ritaleaks ha sido un arma para que a oartur de ahora nadie malgaste el dinero público en lujos

Otro asunto en el que hemos colaborado es que el Ayuntamiento no sea el garaje permanente de un coche de la alcaldesa durante 23 años. Hemos colaborado también en hacer más transparente este Ayuntamiento. El Ritaleaks [la coalición hizo públicas 466 facturas sobre gastos suntuosos en viajes, comidas y hoteles]. Ha sido un arma importante para que a partir de ahora nadie utilice el dinero de todos para malgastarlo en sus propios lujos y caprichos.

P. De todos los concejales de Valencia, ¿se siente el más políticamente incorrecto del hemiciclo?

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R. Eso, por supuesto. Soy al que más cariño le tiene Rita Barberá. Y, la verdad, no estoy nada compungido. En absoluto, compungido.

P. La alcaldesa de la capital les llama “batiburrillo” de partidos de la izquierda radical, sobre todo a Compromís, Podemos... ¿Está metiendo miedo?

R. La alcaldesa apela mucho al discurso del miedo. Nosotros no somos la izquierda radical. No propugnamos nacionalizarlo todo; a la hora de plantear cosas somos moderados. Lo que ocurre es que no vamos es a reírles las gracias ni a ser su corte de honor [dice en alusión a Barberá]. Y eso. ella, lo entiende como izquierda radical. El no estar de acuerdo con ella no significa que seamos la izquierda radical. Cambiar la forma de entender el cargo público o ir en bicicleta, como va el alcalde de Estocolmo o el anterior alcalde de Londres, no es de izquierda radical. Es ser democrático, es querer ser gente normal. Lo que pasa es que ella tiene una visión de gobernar que se acerca más a la de un señor feudal que una persona elegida democráticamente.

P. Barberá lleva más de dos décadas de gobiernos pero los posibles casos de corrupción se han conocido hace poco.

R. En estos momentos, vemos cómo la corrupción se está acercando. Hace un año, Rita Barberá proclamaba a bombo y platillo que la corrupción no había llegado al Ayuntamiento. Después de eso hemos visto el caso de Alfonso Grau [que se sentará en el banquillo con los contratos con el instituto Nóos], y el caso de María José Alcón [de supuesto cobro de comisiones ilegales], luego vemos el caso del sobrinísimo. Curiosa analogía con Franco. Y el tema no ha terminado. Compromís ha presentado una denuncia por un fraccionamiento de facturas que entendemos ilegal. Y bueno, después del 24, vendrá el 25, y no digo más.

P. Me deja intrigada. ¿Qué quiere decir?

R. Lo que quiero decir es que los tribunales siguen funcionando.

P. Qué opina de que Barberá lleve más años de diputada (aforada) que de alcaldesa.

R. Su papel en las Cortes Valencianas es para ser aforada. Acumular cargos de ese tipo no tiene ningún sentido. Esta señora no ha tenido ningún protagonismo en el Parlamento. Una alcaldesa de Valencia tiene suficiente faena y suficiente entidad para no ser nada más.

P. Cuénteme algunas propuestas electorales de  Compromís,

R. Apostamos por una movilidad diferente pero últimamente nos lo ha copiado alguien, que lleva también una bicicleta, lo cual nos alegra porque así somos más. Apostamos por la defensa de la huerta, por la defensa de El Cabanyal y por la rehabilitación, que también defienden muchos. También la defensa de la lengua y cultura de este país. Hay que normalizar el uso del valenciano pero, sobre todo, potenciar la cultura de nuestro territorio. Que los cantantes valencianos puedan entrar en la ciudad, que ahora se quedan en la frontera. Valencia tiene que ser la capital de la comunicación de este país.

Cuando era diputado fui el único que votó en contra de la reforma de l’Estatut d’Autonomia porque no estaba satisfecho con la financiación. Hay que dar la cara por ese tema. Y hay una cosa que todavía me satisface más y es que somos un conjunto de partidos que decimos las mismas cosas en los grandes temas. No hay tanto batiburrillo, como dice la alcaldesa. Sinceramente, creo que hay más batiburrillo en el reino de taifas del PP, que no se entienden una concejalía con otra, que en el posible batiburrillo que ella predica para dar miedo por la ciudad.

P. Las primeras medidas de Compromís si logran gobernar serán...

R. Parar el plan urbanístico de El Cabanyal y empezar a dialogar. Tomar una serie de medidas urgentes, como hemos firmado todos, menos el PP, para que se pueda vivir en ese barrio como en otros barrios de la ciudad, con los mismos derechos. Y luego sentarnos a hablar sobre cómo rehabilitarlo.

P. ¿Cuál es su modelo económico para la ciudad?

R. La rehabilitación. Porque hay mucho dinero en Europa que se podría pedir y no se hace. Estoy hablando de la rehabilitación de viviendas y de la renovación energética también. Es importante por dos dimensiones: porque hay que dar trabajo a los desempleados de la construcción, que son muchos, sin devorar más huerta y por el derecho a la vivienda. Tenemos que acompañarlo con una empresa municipal de alquiler que ponga en contacto al propietario con la persona que quiere alquilar. En 2014 hubo más demanda en Valencia de alquiler que de compra de casas porque la gente no tiene pelas.

P. Va en bici. ¿Ha mejorado la red para los ciclistas en la ciudad?.

R. Sí. Se han hecho uno entre la avenida de Baleares y la dársena del puerto, ganando un carril al coche y eso está bien. Propusimos una ronda interior ciclista y el concejal de Tráfico del PP se descolgó con un proyecto parecido. Pues, genial. Muchas cosas que hemos planteado han aparecido espontáneamente al cabo de unos meses. En proyectos o en la realidad municipal.

P. Es un melómano. ¿Qué haría con el Palau de les Arts?

R. Nunca hubiera hecho un auditorio como éste. Incluso me hubiera planteado si era necesario hacerlo. Pero está ahí y hay que rentabilizarlo. Hay que hacer ópera, circuitos y planes para rentabilizarlo. Hay ciudades alemanas que tienen unos proyectos de ópera que es la base de su turismo. Aquí, en Valencia, los hoteleros nos dicen que les gustaría hacer paquetes turísticos, igual que Milán o Barcelona, pero no pueden porque falla la programación. Hay que potenciar mucho el turismo cultural. En el Palau hay muchas salas infrautilizadas y aquí tenemos una gran potencia musical en bandas de música. Y lo que vale para la música, me vale para el arte en general, para el teatro, las escuelas o los solares de la ciudad. Hay que poner a trabajar todo lo que está parado, vacío.

P. ¿Compromís está infravalorado en las encuestas?

R. La inmensa mayoría de  encuestas se hacen por llamadas al teléfono fijo, un sistema que no abunda entre la gente joven, con lo que se favorece la intención de voto de los mayores. Luego, hay otro factor y es que las empresas hacen sus encuestas pensando en las coordenadas de Madrid y Compromís es una fuerza valenciana. Hace cuatro años todas las encuestas nos daban cero concejales en Valencia y sacamos tres. Ahora nos dan 5 o 6, o sea que ya veremos.

P. ¿Se entenderá al día siguiente si hay un cuatripartito que permita un cambio de gobierno?

R. Quiero afirmar rotundamente que las cuatro fuerzas progresistas nos vamos a entender.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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