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Los seis meses clave de la ANC

Forcadell, que deja el cargo en mayo, dice que es remoto que la entidad concurra al 27-S

Carme Forcadell, en un acto en Cornellà, bajo el lema: "27-09-2015, On tot comença"
Carme Forcadell, en un acto en Cornellà, bajo el lema: "27-09-2015, On tot comença"Albert Garcia

La Asamblea Nacional Catalana acaba de soplar las velas con una multitud de retos por delante. El principal, lograr que el independentismo, ahora en horas bajas, vuelva a estar unido y recupere empuje de cara a las elecciones del 27 de septiembre. Para llegar hasta allí, debe afrontar seis meses decisivos con varias decisiones clave. La primera, consensuar un plan interno para influir en los partidos sin tensar en demasía la cuerda con CDC y ERC; la segunda, lograr una unidad independentista con una hoja de ruta que por ahora es un esbozo. Todo ello, en pleno proceso de renovación interna con Carme Forcadell al frente, que debe abandonar la dirección por la limitación estatutaria de los mandatos.

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La entidad hará campaña permanente hasta el 27-S. “Tenemos que cumplir el objetivo por el que nacimos: amplificar la mayoría independentista. Ese es nuestro papel. Lo que sabemos hacer es movilizar y llegar a la gente”, explica la presidenta de la ANC. La entidad prepara un acto para el 24 de abril para recuperar el pulso del proceso de cara a las municipales de un mes después y hasta las autonómicas combinará los eventos con la presencia en las calles. El 12 de abril, en su asamblea general, anunciará la movilización para la Diada, que coincidirá con el inicio de la campaña electoral.

En el cónclave anual, la ANC debe aprobar su hoja de ruta interna, nacida con polémica. El borrador presiona a los partidos soberanistas para que se pongan de acuerdo el 27-S, y avisa: si no hay pacto, la ANC puede concurrir a los comicios. Las tres condiciones para no presentarse son un punto en común para la secesión; que una marca electoral dé nombre a todas las listas y que tras el 27-S haya una declaración solemne de inicio del proceso que debe durar entre seis y 18 meses.

Las generales y Podem

Forcadell defendió ayer que los partidos soberanistas afronten las elecciones generales con una estrategia “distinta” y sugirió dos opciones: o la unión de las fuerzas independentistas o que no se presenten. “Cualquiera de estas dos vías puede ser buena pero cuando llegue el momento se decidirá. En estas elecciones tenemos que presentarnos de forma distinta”, concretó en una entrevista de Europa Press. Forcadell admitió que la ANC no se ha posicionado sobre esta iniciativa, surgida del activismo independentista, y cree que el debate irá tomando forma a medida que se acerquen las elecciones generales.

Una opción pasaría por presentarse todos los partidos soberanistas con una candidatura unitaria para negociar y hacer más fuerza a la hora de acordar con el Gobierno central los términos de la futura secesión. La segunda opción sería que el soberanismo no estuviera representado: “Si no se presenta ningún partido soberanista, facilitaríamos que ganase Podemos, y negociar con un gobierno de ese partido será más fácil que con el PP”. Sobre Pablo Iglesias, Forcadell recordó que es partidario del derecho de la autodeterminación aunque deslizó que otra cosa será lo que hará si llega a la Moncloa. Pese a ello, Forcadell remarcó que está claro que Podemos en Cataluña tiene militantes independentistas.

Si eso no se cumple, o si el presidente Mas no convoca elecciones, el documento es claro: “La ANC se planteará la posibilidad de impulsar, desde la sociedad civil, una candidatura de país, representativa de todas las sensibilidades políticas y sociales de forma transversal, que dé prioridad absoluta al logro de la independencia”. La amenaza no ha gustado nada a CiU y ERC, recelosos a cualquier injerencia de la entidad que vaya más allá de la agitación. Por ello la dirección de la ANC se ha apresurado a aclarar que el documento es solo un borrador y que no desea concurrir.

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“Si la ANC da el paso significa que como país estamos muy mal. Contemplamos todas las posibilidades pero esa es muy remota”, insiste Forcadell. Esa amenaza responde a una dinámica interna para calmar a los sectores que piden más presión a CDC y ERC para que no descarrile el proceso. No es la primera vez que la hoja de ruta de la ANC levanta polémica: en 2014 generó controversia un párrafo de su estrategia que proponía tomar el control de las infraestructuras y servicios básicos en caso de independencia. El texto se matizó. El plan no ha resistido un año de vigencia: pedía una candidatura unitaria en las europeas (el debate se despachó) y la proclamación de la independencia el día de Sant Jordi de este año. “Pensábamos que la consulta sería un referéndum como el de Escocia”, justifica Forcadell.

La ANC no quiere fallar el tiro y piensa en el 27-S como la fecha decisiva. Por ello trabaja para que los partidos planteen el 27-S como un plebiscito. El pacto entre CDC -sin Unio- y ERC, que se presentó como una hoja de ruta y luego se rebajó a preacuerdo, es, según Forcadell, una prueba de que se quiere retomar la unidad. La entidad sigue reuniendo a las formaciones cada dos o tres semanas para lograr el consenso: “El preacuerdo está abierto a la suma de más partidos”.

Todas ello coincide con el proceso de relevo en la dirección que, pese al deseo de algunos militantes, ni se plantea incumplir los estatutos que impide repetir mandatos (tres años). La gran incógnita es quién sustituirá a Forcadell en mayo. Nombres como el del ex eurodiputado de ICV Raül Romeva o el juez suspendido Santi Vidal han sonado como relevos pero se han descartado. “No me lo planteo”, aclaró el ecosocialista a Catalunya Ràdio. El juez ocupará el simbólico último lugar de la lista de ERC por Barcelona y le imposibilita estar en la junta de la ANC.

“Fue más fruto de comentarios de fuera que el resultado de conversaciones formales”, asegura Forcadell, que se muestra tranquila con su relevo: “Estamos hablando con mucha gente y hay muchas personas del secretariado que quizás no son muy conocidas pero que son muy válidas”. La elección no es directa: las candidaturas son para formar parte del secretariado y una vez constituido, sus 75 mimebros eligen a un presidente. Además de Forcadell, otros dirigentes abandonan la dirección: Jaume Marfany, Pere Pugès, o dos personas claves de organización de eventos masivos: Ignasi Termes y Ferran Civit. Forcadell dice que los partidos no la han tentado para ir en su lista el 27-S pero matiza: “Todavía no”. Quedan seis meses para esas elecciones, ajetreados para la ANC que no descansará hasta lograr la independencia.

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