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Los partidos desencallan la ley electoral para aprobarla este año

CiU, Esquerra, socialistas e ICV dan el primer paso para desarrollar una norma pendiente desde 1980

Oriol Junqueras, líder de ERC, este miércoles, en el Parlament.
Oriol Junqueras, líder de ERC, este miércoles, en el Parlament.Massimiliano Minocri

La ley electoral catalana pendiente desde que hay democracia está más cerca de hacerse realidad antes de que se disuelva el Parlament. CiU, Esquerra, el PSC e ICV-EUiA votarán hoy una moción en la que instan a la cámara a aprobar la ley antes de que acabe la legislatura y a incorporar medidas que mejoren la representación de las diferentes zonas del territorio, la proporcionalidad del voto y mecanismos de democracia interna en la elección de candidatos.

Para aprobarse la ley se requiere una mayoría de dos tercios de la cámara (90 diputados) y la aritmética parlamentaria hace necesario el voto del PSC. Ciutadans, el PP y la CUP no parecen dispuestos a sumarse al acuerdo por motivos muy distintos. El punto de discusión que separa a los cuatro partidos es el sistema electoral, pues según el método que se aplique se distribuirían de otra manera entre cuatro y cinco escaños. Los perjudicados serían CiU y Esquerra y de ahí su oposición a discutir un nuevo sistema electoral.

Pese a esa discrepancia, los nacionalistas, los republicanos e ICV han pactado que antes de que acabe la legislatura llevarán al Pleno del Parlament un texto de ley electoral. Será la primera vez que esto ocurra desde el restablecimiento de la democracia. Cataluña es la única comunidad que no tiene una ley electoral propia.

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Los reparos mostrados por el PSC hace unos meses se han ido ablandando, coincidiendo con la voluntad mostrada por la vicepresidenta de la Generalitat Joana Ortega (Unió) de que se apruebe la ley, pese a la desidia inicial mostrada por Convergència. “Por nosotros no va a quedar, pero lo que no aceptaremos será un sistema que empeore la proporcionalidad actual”, explicó ayer Celestino Corbacho, el portavoz socialista en la ponencia, que se reunirá mañana.

Lo que ha propiciado el acercamiento es la renuncia de CiU a aprobar solo la regulación de la autoridad electoral sin que haya ley. A eso ha de sumarse que este jueves se aprobará en el Pleno una iniciativa legislativa popular que hace años impulsó Ciutadans pel Canvi abogando precisamente porque Cataluña disponga de ley electoral propia.

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La reunión de la ponencia de este viernes servirá para que cada partido exponga su propuesta de sistema electoral. “Esa es la madre del cordero”, explicó Corbacho. Socialistas e ICV pretenden que Cataluña se convierta en circunscripción única para la asignación de los diputados y que después haya 57 distritos electorales (propuesta del PSC) o siete vegueries (propuesta de ICV).

 CiU y Esquerra, por el contrario, rechazan la circunscripción única porque de aplicarse el resultado de las últimas elecciones quedarían perjudicados en la distribución de escaños. Pese a todo, los cuatro partidos han pactado que eso no sea obstáculo para dinamitar los trabajos de la ponencia. La ponencia se reunirá cada viernes y seguirá avanzando hasta llevar un texto al Pleno antes de la disolución de la cámara.

Nacionalistas, republicanos e ICV están dispuestos, en el peor de los casos, a mejorar la representatividad en la provincia de Barcelona, una exigencia irrenunciable del PSC, y mantener el actual sistema electoral. En esta circunscripción se eligen 85 de los 135 diputados de la cámara y los socialistas consideran que deberían ser cuatro o cinco más.

“Si nos ponemos de acuerdo en el sistema electoral, el resto es más fácil”, dice Corbacho. El resto es la composición de la autoridad electoral, que estaría integrada mayoritariamente por jueces y no por juristas designados por el Parlament, así como la reducción del gasto electoral. Se trataría de realizar un solo envío de papeletas y sobres para acabar con la situación actual, en la que cada partido envía las candidaturas y después pasa la factura a la Generalitat.

Otro aspecto en el que sería fácil el acuerdo, explica Jaume Bosch, portavoz de ICV en la ponencia, sería el desbloqueo de las listas, de manera que se puedan poner cruces en las candidaturas, de forma que un diputado pueda ocupar su escaño si obtiene un mínimo porcentaje, aunque esté muy retrasado en la candidatura y no le correspondiera el escaño por el recuento general.

Otro aspecto susceptible de pacto sería acabar con los bloques electorales informativos en los medios públicos que tanto rechazo provoca entre los periodistas, pues el minutaje de la información de la campaña es proporcional a los resultados obtenidos en los últimos comicios.

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