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Comisiones califica Spanair como “una gran mentira”

Representantes del sindicato denuncian la inyección de recursos públicos Un experto de la cámara cree que la aerolínea cayó por "la competencia en los despachos”

Dani Cordero
Jorge Gómez durante la comisión de investigación de Spanair en el Parlamento.
Jorge Gómez durante la comisión de investigación de Spanair en el Parlamento.Albert Garcia

Dura intervención de los representantes sindicales en la comisión de investigación sobre la quiebra de Spanair que se celebra en el Parlamento. “Spanair ha sido una gran mentira”, ha afirmado Miguel Rubio, quien fuera responsable del comité de empresa en la aerolínea por parte de CC OO, al considerar que los argumentos sobre los que se articuló la participación de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona en la compañía a partir de 2009 eran imposibles, porque ni se podía crear un hub en el aeropuerto de Barcelona ni la compañía podía servir para incrementar los enlaces aéreos de El Prat.

En el mismo sentido se ha referido Jorge Gómez, responsable del sector aéreo del mismo sindicato, quien se ha referido a “entelequia, algo no lógico” la inyección de recursos públicos. Gómez ha considerado que la inversión efectuada fue “un error” porque los servicios que cubría Spanair estaban cubiertos por otras aerolíneas presentes en el aeropuerto de El Prat.

Ambos comparecientes han defendido la imposibilidad de crear un hub aeroportuario en Europa, centralidad que queda limitada a las instalaciones de Londres (Heathrow), Fráncfort y París (Charles de Gaulle) por el interés que mantienen las grandes alianzas aéreas.

Además de cuestionar la presencia de las administraciones públicas en el capital de la aerolínea, Rubio también ha cuestionado el quehacer de los gestores de Spanair, encabezados por Ferran Soriano. En su opinión, aquel equipo no trabajó sobre un plan de viabilidad que permitiera salvar la compañía, los 4.000 trabajadores y la inversión, sino que se basó “en una política de gestos”, “una total irresponsabilidad” que llegó a suponer que en enero de 2012 se negociara con los sindicatos dietas para vuelos de largo recorrido, la gran pretensión de la compañía. Curiosamente, el día 29 de ese mismo mes, la compañía dejaba de operar.

Savador Curcoll, consejero de la empresa Gestió i Promoció Aeroportuària, constituida por la Cámara de Comercio de Barcelona, ha ofrecido un balance mucho más sosegado del renacimiento de Spanair. Tras describir cronológicamente la situación del sector aéreo, el repliegue de Iberia en El Prat anunciado en 2006 y las pretensiones de convertir Barcelona como un hub aeroportuario, Curcoll ha señalado que más que la competencia económica que marca el sector aeronáutico, Spanair fue víctima “de la competencia en los despachos”.

Se refería al interés del Gobierno español, y de Aena y de Iberia, más interesados en impulsar el aeropuerto de Barajas, de que la aventura de Spanair no prosperara. En su opinión, la aerolínea requería desde un principio de un socio industrial que aportara recursos para renovara la flota y alimentara Barcelona y ha recordado que hubo negociaciones con Turkish Airlines, Lufthansa y Singapur Airlines para que estas se incorporaran al accionariado.

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Tras fracasar esas negociaciones, en noviembre de 2011 se firmó un memorando de entendimiento (MOU en sus siglas anglosajonas) para que Qatar Airways se hiciera con el 49% de las acciones, preacuerdo que acabó sin confirmar por el temor ante un expediente sobre ayudas de Estado que analizaba la Comisión Europea y que en 2013 acabó siendo archivado. En todo caso, Curcoll ha señalado que la posibilidad de encontrar un socio era entonces “totalmente plausible” .

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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