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El cine Verdi, en peligro de cierre

El Instituto de Cultura estudiará la situación con los responsables de las salas

Cine Verdi de Barcelona.
Cine Verdi de Barcelona.Jordi Barreras

Los propietarios de los cines Verdi y responsables del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) se reunirán en breve para abordar la difícil situación por la que atraviesan las salas —símbolo cultural y una de las señas de identidad de Gràcia— a raíz de los problemas con la propiedad del inmueble de la calle Verdi y que hacen peligrar su continuidad. Unas dificultades que se remontan al pasado julio e incluyen impagos, según avanza el semanario del barrio L’Independent. La crisis, por ahora, no ha trascendido a los trabajadores de los cines, que comentan que no tienen información de la empresa al respecto: “Nosotros cobramos con normalidad”.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Barcelona conoce la situación y ha intervenido ya, consciente de que el conflicto puede acabar con 27 años de cine independiente en Barcelona. Una crisis en la que se han visto implicadas las áreas de cultura y economía del consistorio y el distrito de Gràcia pero que, desde ahora, será abordada desde el ICUB. La teniente de alcalde de Economía, Sònia Recasens, lamentaba ayer que el problema se lleve arrastrando desde hace dos años: “Es un tema entre privados, en el que el Ayuntamiento media”. El conflicto atañe a las salas de la calle Verdi, donde el propietario de esos locales tendría una oferta de una cadena de supermercados. De hecho, en los bajos del edificio hay ya un renovado Spar.

Nadie del cine confirma ni desmiente por ahora tal oferta: “Los propietarios de la empresa [Enric Pérez, el fundador, y su hijo, Adrià, hoy al frente de ella] están en París y es un asunto que llevan ellos”, apunta el gerente de los cines, Manuel Núñez. El problema se ciñe solo a las salas de la calle Verdi porque los locales que acogen los Verdi Park, con acceso por la calle de Torrijos, son de un propietario distinto, según la empresa. Los Verdi de Madrid (que abrieron en 2002) ocupan locales que son propiedad de la familia Pérez.

Además del futuro de la sala, a Recasens le preocupa el impacto que un eventual cierre de las salas pudiera tener sobre el comercio de su entorno. Unas tiendas que ya antes del debate sobre los horarios comerciales tenían tanto éxito que abrían en domingo.

Hace unos dos años, el timón de los cines Verdi pasó del empresario fundacional a su hijo. Fue la época en la que algunos de los trabajadores que llevaban allí desde la creación de las salas fueron despedidos. Los problemas económicos, que como en tantas otras salas se desencadenaron por la caída de público, se empezaron a notar en detalles, como la eliminación de los folletos de información de las películas. Un coste en papel que se decidió recortar. Pero las primeras alertas se produjeron hace un año y medio, cuando los gestores de los Verdi pidieron ayuda al ICUB para difundir el programa de Verdi-kids, las sesiones de cine para los niños. Esa ayuda se plasmó en una campaña, que se prolongó entre julio y diciembre de 2013, de banderolas en la ciudad, y en la promoción por parte del Ayuntamiento en redes sociales, en la página web del propio ICUB y en convenios de promoción firmados con dos diarios de la ciudad.

Los Verdi han ido introduciendo nuevos productos para atraer más público o fidelizar al que ya tiene, como el carné Amics dels Verdi, que arrancó en el otoño de 2012, con descuentos y entradas gratuitas para los ciclos y estrenos de algunas películas, iniciativas que han ido mejorando desde el pasado septiembre. La apertura de los cines Texas, en septiembre del año pasado, y la reapertura del Boliche, en mayo de 2013, los dos en el entorno de Gràcia, habrían contribuido también a empeorar la situación financiera de los Verdi y a la caída de asistentes. Los Texas son salas de cine de reestreno, en versión original con subtítulos en catalán, con unas tarifas superreducidas de 3 euros y menos, y programan películas que en no pocos casos acaban de salir del circuito de estreno. Los Boliche, también en versión original y subtítulos en catalán, optaron por una programación de cine de autor y también con un amplio baremo de tarifas.

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