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La Xunta ignora al Consello da Cultura y defiende su hotel en un castillo

Turismo apela a la proyección “internacional” que dará a la comarca de Monterrei

Castillo de Monterrei
Castillo de Monterreinacho gómez

El Gobierno de Feijóo no parará las obras ni un minuto para “reflexionar”, como le pidió el Consello da Cultura Galega, después de conocer el informe que este organismo emitió, la crítica más contundente que ha recibido la Xunta desde que se empeña en hacer del Castelo de Monterrei un hospedaje que luego pondrá en manos de Paradores. El Consello publicaba el lunes un informe de 118 páginas en el que echaba por tierra los argumentos de la Axencia de Turismo, directamente dependiente de Presidencia, para transformar los edificios más singulares de este conjunto declarado Bien de Interés Cultural en alojamiento para visitantes con posibilidades económicas. La institución pedía que se parasen las obras adjudicadas a Dragados mientras no se tuviesen en cuenta los consejos de su informe, y reclamaba al Gobierno gallego que revisase “el destino para uso hotelero”. Esto lo basaba, entre otras cosas, en que “ya existe un edificio destinado a este fin a 400 metros”, el actual Parador de Verín, “que tiene problemas para sostenerse” (pasa buena parte del año cerrado por falta de turistas) y para el que el Consello recomendaba “un plan de viabilidad”.

Pero la Xunta seguirá adelante, insiste en un comunicado oficial, porque está convencida de que este nuevo parador que no va a tener más que 13 habitaciones está llamado a ser un “establecimiento de referencia internacional de cuatro estrellas, abierto los 365 días del año”. Y avisa: “Este uso turístico es el único compatible con la conservación del conjunto histórico, ya que permite que la inversión económica pueda ser sostenible al generar unos ingresos garantizados en el tiempo”. El futuro parador de Monterrei, que pretende inaugurar Feijóo en el próximo Entroido, “pondrá en valor” uno de los monumentos “más importantes de Galicia” y generará “empleo y riqueza en la comarca”. Según el Gobierno, existe un estudio económico de viabilidad en el que se basa, pero los vecinos, contrarios a que se “usurpe” a la sociedad un inmueble que el Estado cedió para usos cívicos y culturales, no han logrado que se lo facilite. “En cuanto al actual parador de Verín” (que el Consello sugería reactivar) “su reforma requeriría una nueva inversión pública que se sumaría a la del castillo con el correspondiente dispendio”, responde la Xunta.

Turismo insiste en que “el 83% de la superficie y la totalidad de los espacios exteriores podrán ser visitados por los ciudadanos”. Pero la Plataforma Cidadá pola Defensa do Castelo ha hecho sus propios cálculos y cree que la Xunta hace la cuenta tomando como base la superficie total de la acrópolis, que no le pertenece, porque de los edificios más monumentales, donde promueve las obras, “el 80% será para el hotel”.

El Consello dedicaba buena parte de su informe a defender que el enclave medieval “es un ejemplo del arraigo que se da entre la ciudadanía y su patrimonio, del que es depositaria y con el que tiene unos importantes lazos de identidad”. “Esa ciudadanía no quiere cualquier destino para su patrimonio”, recordaba a continuación a la Xunta, que actuó en todo momento de espaldas al pueblo, mayoritariamente contrario a que se haga un hotel en el castillo público.

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