Las dos almas del partido de Beiras afrontan otro choque
La asamblea de Anova llega tras meses de fuerte tensión y ninguno de los dos bandos enfrentados se atreve a vaticinar cómo acabará
Anova, el partido fundado por Xosé Manuel Beiras y sus seguidores cuando abandonaron el Bloque en 2012, no logra salir de la espiral de conflictos en la que entró tras el triunfo en las autonómicas de AGE, su coalición con Esquerda Unida (EU). La formación, dirigida en estos momentos por los defensores de esa alianza, celebra este fin de semana su segunda asamblea, un nuevo asalto en su enfrentamiento con el sector bautizado como Cerna, en el que se alinean los críticos a esa relación con la izquierda federal. La cita, que incluye la votación de una nueva cúpula, llega tras varios meses de fuerte tensión y ninguno de los dos bandos se atreve a vaticinar cómo acabará.
El coordinador nacional, Martiño Noriega, que dimitió a finales de 2013 pero volvió a tomar las riendas del partido en marzo tras la renuncia en bloque de la dirección ocupada por los ahora denominados críticos, afirma que la militancia de Anova, cuyo censo incluye a unas 1.200 personas, deberá intentar “cerrar el proceso de constitución” del partido eligiendo entre dos opciones. De un lado, el mestizaje del “discurso identitario” con la izquierda rupturista y las mareas ciudadanas por el que se decanta Noriega: “Hay que colocar el discurso de Galicia en ese movimiento”. Del otro, añade, una “lectura clásica” del nacionalismo gallego. “Las dos podrían convivir”, afirma el alcalde del municipio coruñés de Teo, “pero la posición de máximos de una de ellas [por Cerna] lo complica”.
Desde Cerna, que presenta una enmienda a la totalidad de las tesis políticas y organizativas planteadas por la dirección de Noriega, consideran que la actual dirección “ha subvertido” los principios fundacionales de Anova que propugnan un modelo “asambleario, abierto y horizontal” de funcionamiento. “Hubo decisiones de la Permanente que no son de su competencia”, afirma su representante Paula Verao, aunque elude poner ejemplos. “La militancia decidirá si hay riesgo de ruptura, aunque nosotros no lo planteamos así”. Verao defiende que Anova se integre en un “frente amplio” pero “no solo como expresión electoral, sino como movimiento político y social”.
El apoyo de Beiras a reeditar AGE con EU en las elecciones europeas de mayo le valió un duro choque con los críticos, algunos de ellos estrechos colaboradores suyos. En estos momentos, ni siquiera el histórico nacionalista es garantía de unidad en el partido que él fundó.