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sociedad

Enfermos mentales hacen terapia en una finca agroecológica en Hernani

El vivero de plantas culinarias y hortalizas tiene fines terapéuticos y ha sido impulsado por asociaciones sin ánimo de lucro

El País
San Sebastián -
Asistentes a la finca agroecológica de Hernani presencia una selección de productos obtenidos en las instalaciones.
Asistentes a la finca agroecológica de Hernani presencia una selección de productos obtenidos en las instalaciones.

Hernani ha acogido hoy la inauguración de la finca Karabeleko, un centro experimental dedicado a la agricultura ecológica, único en toda la vertiente cantábrica, que ha sido creado a partir de la unión de esfuerzos de Agifes, Blasenea y Kimu Bat. Esta iniciativa pretende "promover la cultura de producción y consumo de horticultura ecológica", así como "la rehabilitación psicosocial de personas con enfermedad mental" y de otros colectivos en situación de exclusión.

En la presentación, Iban Sabalza, presidente de Karabeleko y responsable del vivero Blasenea, ha explicado que se trata de “un centro experimental abierto al público, en el que se analiza el comportamiento de las diferentes especies y variedades hortícolas y de otros productos para poder asesorar a los productores ecológicos de la zona cantábrica”, ha informado la asociación Agifes en una nota informativa. Al acto han acudido Txelo Pérez, directora general de Atención a la Dependencia de la Diputación Foral de Gipuzkoa, y Luis Intxauspe, alcalde de Hernani.

En las instalaciones de la finca hay plantadas una amplia selección de hortalizas y plantas culinarias, tanto autóctonas como exóticas, todas ellas en cultivo ecológico. Las instalaciones permanecen abiertas con el fin de que tanto horticultores aficionados como profesionales dispongan de un punto de encuentro en el que puedan observar y comentar el desarrollo de infinidad de especies y variedades hortícolas identificadas y cultivadas in situ.

“El objetivo es reforzar un modelo de agricultura ecológica adaptado a nuestro territorio, para proteger nuestra biodiversidad, recuperar variedades nativas y estudiar el comportamiento de variedades extranjeras que permitan enriquecer nuestras huertas”, ha señalado Sabalza.

Como ejemplo, actualmente se está analizando el cultivo de 35 tipos de cebollas, 60 de tomates, unas 20 variedades de berenjenas, de pimientos y otras tantas de lechugas y plantas de hojas comestibles, etc. Este tipo de experimentos, ha añadido Sabalza, tienen como fin “contribuir a la ampliación de la gama varietal y la oferta hortícola de la que disponemos en nuestra zona, en base a una producción 100% ecológica”.

En este espacio experimental se analizarán todo tipo de aspectos que intervienen en la agricultura ecológica, como los tipos de tierra, los abonos, los plásticos biodegradables y los productos para combatir las plagas de insectos y hongos, entre otros.

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Karabeleko funciona también como centro de rehabilitación psicosocial para personas con problemas de salud mental y para otros colectivos en situación o riesgo de exclusión. La participación de Agifes (Asociación Guipuzcoana de Familiares y Personas con Enfermedad Mental) en esta entidad forma parte de sus objetivos fundacionales, que son “impulsar la recuperación de las personas con enfermedad mental, favorecer su inclusión en la comunidad y su inserción laboral, y sensibilizar a la sociedad en torno a la enfermedad mental”, ha indicado Ruth Encinas, gerente de Agifes.

La responsable de Agifes ha informado de que “actualmente colaboran en la gestión de la finca en torno a una treintena de personas con problemas mentales, así como un grupo de reclusos que acude de la mano de Iresgi, el instituto vasco de inserción social y victimología”.

Iker Goikoetxea, técnico de Kimu Bat, ha hecho hincapié en que Karabeleko “pretende promover los valores de la agroecología; es decir, impulsar un modelo agrícola no industrializado, trabajar a favor de la soberanía alimentaria y sensibilizar en torno a la agricultura ecológica”.

Karabeleko aspira a convertirse en un proyecto autosuficiente, por lo que está desarrollado diversas vías de comercialización basadas en la proximidad con el cliente. En la finca disponen de un espacio de venta de 640 metros cuadrados, en el que ofrecen plantel hortícola, plantas culinarias, ornamentales y aromáticas, tanto autóctonas como exóticas, así como hortalizas, semillas, frutales, abonos, insumos y herramientas, entre otros productos que van dirigidos tanto a particulares como a colectivos. Asimismo, Karabeleko cuenta con un grupo de consumo al que distribuye semanalmente los productos de temporada cultivados en las huertas.

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