El Club de Encuentro Manuel Broseta celebra su 30 aniversario
El espacio valenciano de debate prepara un acto para recordar su historia y reivindicar su ideario
En junio de 1984, un grupo de ocho personas decidió constituir un espacio en que fomentar la participación activa de sus miembros y simpatizantes en la vida pública. Nacía el valenciano Club de Encuentro. Poco después, la recientemente creada Junta Directiva visitaba al presidente de la Generalitat, Joan Lerma, y le hacía entrega de la primera Medalla de Oro del Club —reproducción de la realizada por Mariano Benlliure para conmemorar la Exposición Regional Valenciana de 1909—. Este martes, después de las intervenciones de los antiguos presidentes —uno de ellos, Manuel Broseta, fue asesinado por ETA en 1992, tras lo que su nombre pasó a formar parte del del club—, los socios que asistan a la celebración de los 30 años recibirán una réplica de esa medalla.
Nuestro único elitismo está en el respeto a la discrepancia. Juntos somos más y más fuertes, pero la diferencia es consustancial al razonamiento Carta del director del Club de Encuentro Manuel Broseta
En sus tres décadas de vida, el Club de Encuentro Manuel Broseta ha servido de foro para que diferentes personajes de la vida pública, —de diferentes niveles, desde técnicos universitarios a iconos como Santiago Carrillo, Manuel Fraga o Marcelino Camacho— pudieran debatir y dar su opinión. "Desde su propia ideología política, con profundo respeto a las personas, mediante el diálogo, contraste de opiniones e intercambio de ideas", como reza la página web del organismo, que hoy cuenta con más de 300 miembros.
Las conferencias y actividades que organiza el Club, que se realizan en el Hotel Valencia Palace —como el acto de este martes—, están dirigidas, exclusivamente, a sus socios. Estos, a su vez, pueden invitar a una persona. Las charlas van seguidas de un breve coloquio, que continúa, en un ambiente más distendido, en la cena que se celebra a continuación con los socios.
En una carta de presentación, el actual presidente del Club, Francisco Puchol-Quixal y de Antón, asegura estar abierto a la incorporación de nuevos socios, y que su único elitismo es este: "Nuestra militancia con el respeto a la discrepancia, con el convencimiento de que juntos somos más y más fuertes, pero que la diferencia es consustancial al razonamiento y al ser, y que su respeto es necesario para entendernos y, desde el entendimiento y conocimiento de las diferencias, poder crecer y sumar en paz y armonía".
