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Una tesis sobre la sinergia

Centros de investigación y formación coinciden en el éxito de la convivencia

Ángeles Lucas

El almacén en el que se preparaba y guardaba la fastuosa Cabalgata de la Expo 92 es ahora el reconocido Centro de Investigaciones Científicas cicCartuja fundado en 1995 por acuerdo de la Junta, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Sevilla. En ese espacio, las salas que cobijaban las coloridas carrozas se cambiaron por laboratorios, los disfraces por batas blancas y los malabares por microscopios. El edificio se ha convertido con el tiempo en un centro cuyo objetivo principal es la creación de conocimiento y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos mediante la investigación científico-técnica.

Esto es solo un reflejo de la transformación de espacios que se ha vivido en Andalucía durante estas dos décadas hasta convertir los parques tecnológicos en lugares en los que la Universidad, la investigación y la formación interactúan con empresas hasta formar un conglomerado de sinergias, como coinciden en destacar la mayoría de los gestores de las entidades que forman parte de los proyectos de desarrollo e innovación. El contacto entre profesionales, profesores, expertos, emprendedores, empresarios y alumnos, compartir espacios, bienes y gastos, o simplemente el hecho de desayunar junto a otra persona afín a tu trabajo son algunos de los factores que destacan en resaltar como prácticas de éxito.

- Acciones profesionales. La palabra sinergia podría ser objeto de una tesis doctoral en los parques. Esa palabra proviene del griego y significa cooperación. La Real Academia Española la describe como "acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales". A ambas acepciones se refieren los dirigentes, todos en masculino, de las instituciones formativas, universitarias y de investigación.

"La cercanía provoca que interactúen profesionales de toda índole y eso favorece la formación real de proyectos que abren camino a la competitividad, a la calidad. Si no estuviéramos aquí en el parque, unidos, ni se conocerían entre ellos", reflexiona Miguel Ferrer, coordinador institucional del CSIC en Andalucía. "Estar en Cartuja, donde contamos con siete centros, es una experiencia estupenda. Trabajamos alrededor de 1.000 empleados que están permanentemente conectados con otros especialistas, y eso es fundamental", añade Ferrer. El CSIC y la Universidad de Sevilla ya comparten centros de investigación mixtos. "Queremos seguir en esa línea, es una fórmula que funciona muy bien", valora el Vicerrector de Investigación de la Universidad de Sevilla, Manuel García León. El Centro Nacional de Aceleradores de partículas instalado en Cartuja es un ejemplo de sinergia.

Otra de las instituciones que participa en el aporte de personal de alta cualificación y estudios punteros a este parque es el Instituto de Prospectiva Tecnológica de la Comisión Europea, donde trabajan cerca de 300 científicos y técnicos de los estados miembros y del resto del mundo. También conviven en el recinto la Fundación para la Investigación y Difusión de la Arquitectura de Sevilla, la Fundación ONCE y varios medios de comunicación, entre otras entidades.

- Contacto con empresas. En las sinergias entre empresas y Universidad centra su discurso el vicerrector de Investigación de la Universidad de Sevilla. "Se crea un entorno de trabajo en el que se puede generar conocimiento entre agentes. Es un nexo entre los que lo producen y se benefician de él", añade García León. Una muestra por esta apuesta en el parque es el Centrius, un edificio de nueva planta que se está construyendo paulatinamente en Cartuja en el que se transferirá el conocimiento que se genera en la Universidad hacia a las empresas que quieran basar su desarrollo en la innovación. "Sería algo como que las empresas plantean problemas y los grupos de investigación los resuelven", explica.

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Y el recién nombrado rector de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), Eugenio Domínguez, ya anuncia que buscará cooperación de las empresas para realizar actividades de formación y divulgación en la entidad, que tiene sede en Sevilla, La Rábida, Baeza y Málaga. "Tenemos que olvidarnos de papá Estado, y papá Junta, hay que contar con la sociedad civil para que participen en las actividades, tenemos que proyectarnos a la sociedad con un tono nuevo", declara.

Diego Gálvez, director general del Centro Andaluz de Estudios Empresariales S.A. (Ceade), cuya sede en la Cartuja data de 1999, cuenta que Ceade tiene convenios de prácticas con más de mil empresas. "Muchas de ellas están en el parque y la proximidad hace que todo sea más fácil", valora.

- Edificios y servicios. La cercanía tiene también ventajas físicas. "Estar aquí nos facilita desarrollar modelos de unificación de gerencia y de gestión, y eso abarata mucho los costes en infraestructuras, en vigilancia, en limpieza, en la unificación de bibliotecas para la consulta común...", detalla Ferrer como práctica que se realiza en el CSIC.

Gálvez, que ha sido testigo de la transformación de Cartuja considera que en este tiempo se ha creado un entorno espectacular para la interacción de las empresas. "Creo recordar que fuimos la primera empresa de nueva planta que se construyó en el parque. Cuando solo quedaban los pabellones que no habían sido destruidos. Pero ahora, entre tantas entidades hay una convivencia participativa y activa. Por ejemplo, nosotros cedemos espacios a empresas públicas y privadas para que celebren actos", detalla.

- Ámbito laboral. La falta de presupuesto para las instituciones de formación e investigación, fundamentalmente públicas, han hecho mella en la contratación de nuevos investigadores. "Esta situación afecta mayoritariamente a los jóvenes investigadores, que no están teniendo tantas posibilidades de desarrollar sus carreras", asegura Ferrer desde el CSIC. "O arreglamos este problema, o en poco tiempo lo pagaremos todos. En España estamos muy lejos de los niveles de inversión en investigación y desarrollo que hay en otros países, y que han soportado mejor la crisis. Antes nos estábamos acercando a ellos, pero ahora tardaremos años en alcanzar ese nivel", valora Ferrer.

La misma reflexión realiza García León sobre la Universidad. "El Ministerio da pasos atrás. La crisis en la Universidad y en el CSIC afecta a grandes proyectos, especialmente a la gente joven y a los doctores recientes que se quedan sin perspectivas", reflexiona. Y añade: "Está habiendo un drenaje importante de talentos. Lo que está salvando algunos proyectos es la calidad de grupos de investigación excelentes que captan financiación europea o de otras fuentes, pero el impacto es durísimo. Todo lo que está construido de nuevo en décadas se puede ir en años y cuesta muchísimo recuperarlo".

Lo que deja claro el vicerrector de Investigaciones es que este tipo de espacios deben seguir impulsándose y sosteniéndose. En lo que todos coinciden. "Si se paraliza la actividad de investigación y formación, lo invertido puede quedarse en nada, y recuperarse será un desafío", considera Manuel García León. "Y los ciudadanos se deben beneficiar de nuestra investigación porque son ellos los que la pagan", concluye.

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Sobre la firma

Ángeles Lucas
Es editora de Sociedad. Antes en Portada, Internacional, Planeta Futuro y Andalucía. Ha escrito reportajes sobre medio ambiente y derechos humanos desde más de 10 países y colaboró tres años con BBC Mundo. Realizó la exposición fotográfica ‘La tierra es un solo país’. Másteres de EL PAÍS, y de Antropología de la Universidad de Sevilla.

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