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La agresividad de las gaviotas diezma los flamencos del delta del Ebro

La presión sobre los nidos hace descender un 32% el número de crías

Un grupo de flamencos con sus crías, en el delta del Ebro.
Un grupo de flamencos con sus crías, en el delta del Ebro.departamento de agricultura

Alerta en el Parque Natural del delta del Ebro por la presión depredadora que la gaviota patiamarilla (Larus michahellis) ejerce sobre la colonia de flamencos instaladas durante su época de reproducción en la zona. Durante el mes de mayo es cuando esta especie —la más emblemática del Delta, el único lugar donde se reproduce en Cataluña y una las escasas colonias estables en el Mediterráneo occidental— comenzó su reproducción y los ejemplares adultos intentaron ocupar, en varias ocasiones, algunos de los diques de las salinas de la zona de Trinitat. Pero no lo consiguieron por culpa de una fuerte presión por parte de estas gaviotas, lo que ha provocado que descendiera el número de flamencos en el delta.

El delegado territorial del departamento de Agricultura, Pere Vidal, reconoce que la población de las gaviotas patiamarillas es superior a la que puede absorber la zona y que los controles que se han hecho en la Punta de la Banya, en la parte sur del delta, no han sido suficientes. Estas gaviotas que “molestan” a los flamencos del Ebro también lo hacen con otras clases de gaviotas, llegándolas a desplazar por su agresividad y dominio del terreno.

Aunque finalmente unas mil parejas de flamencos se pudieron instalar en la zona, ya fue muy tarde y aún con la presión por parte de las gaviotas. De grandes, los flamencos raramente tienen depredadores en el Delta del Ebro, pero estas gaviotas en cambio sí son peligrosas para los huevos y las crías en la etapa de nidificación.

Vidal explica que los flamencos necesitan mucha tranquilidad y que la presión de las gaviotas incluso hace que abandonen los nidos, ocasión que aprovechan las gaviotas para comerse los huevos. Un vuelo de altura con uno de los medios aéreos de los Agentes Rurales constató que 533 parejas se aparearon en la zona este año, una cifra por debajo de las entre 600 y 650 de media que lo hacían los últimos años. El daño ha sido aún mayor si se tiene en cuenta el número de crías que han logrado sobrevivir: 337 frente a las 500 habituales (un 32% menos).

Para evitar más estrés entre los flamencos, el Parque Natural del Delta del Ebro ha decidido no realizar la campaña de anillamiento de las crías. Estas marcas permiten controlar las fluctuaciones estacionales de los animales. En estos veinte años de reproducciones del flamenco en el Ebro se tienen controlados 3.103 ejemplares, que han sido observados posteriormente sobre todo en Francia, en otras partes de España y en Italia. También, aunque en mucha menor medida, en Argelia, Portugal, Marruecos y Grecia.

Según explica Pere Vidal, está previsto que esta campaña de anillamiento se pueda retomar la próxima temporada, aunque también se tiene en cuenta que se podrán perder algunos ejemplares. Esta campaña se hace coincidir con un acto lúdico donde también participaban familias y que servía para dar a conocer esta especie a los habitantes del delta.

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