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Gobierno multipartito en Torredembarra

CiU, PSC, PP y ERC pactan poner fin a la crisis política

El Ayuntamiento de Torredembarra (Tarragonès) tendrá un gobierno multipartito con imputados. Los grupos de CiU, PSC, PP y ERC han puesto hoy fin a la crisis política que azota el municipio rubricando un pacto de “responsabilidad” para garantizar la gobernabilidad del Consistorio. El acuerdo incluye la elección de un nuevo alcalde para pilotar la administración local hasta las próximas elecciones municipales. El alcalde será Enric Grangel, regidor del PSC, según han decidido las formaciones, por tres motivos: el edil fue el cabeza de lista de los socialistas en los pasados comicios, ha ostentado cargos de gobierno en años anteriores y ha manifestado su voluntad de no presentarse a las próximas elecciones. Un quinto partido, los independientes de la Agrupació Democràtica Torrenca, también se sumarán al acuerdo, según han explicado desde el Ayuntamiento.

El actual alcalde, Pere Font (CiU), imputado por delitos contra la administración pública, dimitirá este viernes y seguirá en el cargo en funciones hasta el próximo pleno, donde se formalizará el acuerdo. “Tenemos voluntad de consenso para servir al municipio con todas las consecuencias. En las reuniones de momento hemos pactado empezar a trabajar todos desde cero para deshacer este entuerto”, ha afirmado Font. Serán 12 de los 17 regidores del Ayuntamiento los que formen parte del gobierno. “Es una mayoría mucho más amplia que los nueve regidores que se necesitaban para conseguirlo”, ha añadido Font. El documento del pacto fija que tendrán regidurías los ediles que no estén imputados. Los acusados, entonces, formarán parte del gobierno y participarán de las decisiones, que se debatirán en comisiones, pero no tendrán cartera. Ninguno de los ediles tendrá dedicación exclusiva ni parcial. Antes del 1 de octubre, además, van a cerrarse las “empresas públicas creadas no operativas”, se eliminarán los “cargos de confianza” o se recolocarán. También se “normalizará la situación de la limpieza viaria, la revisión de los contratos de alquiler, y se rescindirán los contratos con asesorías o abogados externos al Ayuntamiento”, ha informado el consistorio. Estos asuntos, entre otros, están siendo investigados por la Fiscalía, el juzgado de instrucción 1 de El Vendrell (Baix Penedès) y la Guardia Civil, y motivaron la detención el pasado 26 de junio del exalcalde, Daniel Masagué (CiU) y de seis ediles del anterior equipo de gobierno, formado por CiU, PP, y los independientes GIT. Todos se encuentran en libertad con cargos acusados de delitos contra la administración pública.

“Nuestra intención es debatir antes de tomar decisiones para pasar estos meses que quedan antes de las elecciones, alejarnos de personalismos. En Torredembarra ha habido gobiernos mosaicos, cada regiduría era una reino de taifas y los regidores gestionaban con agresividad sus áreas, esto tiene que acabarse”, ha explicado Eduard Rovira, edil de ERC. “Todos los regidores podrán participar en las reuniones, se ha obviado la palabra imputado porque no es importante”, ha remachado el republicano. “Estos meses serán muy duros por todo lo que se ha deshecho en el Ayuntamiento, la administración está destrozada, tenemos imputado a un coordinador que firmó contratos y también a la jefa de contratación”, ha indicado Grangel, quien ha avanzado no quiere tener bajo su responsabilidad ninguna regiduría y que devolverán las competencias municipales al secretario. “Teníamos un secretario de adorno. La teoría de Masagué era que el ayuntamiento se tenía que llevar como una empresa. Nos encontraremos muchos problemas”, ha dicho Grangel.

Desde que estalló el caso de presunta corrupción el Ayuntamiento ha sufrido constantes vaivenes políticos. Tras la detención de Masagué, fue designado alcalde accidental Ignasi Duran (GIT). Después ostentó el cargo Paquita Felguera (CiU), quien acabó renunciando a sus responsabilidades de gobierno nombrando teniente de alcalde a Grangel. Este tenía que ser ratificado en un pleno celebrado el 14 de julio, pero no obtuvo suficientes apoyos. Font se presentó por sorpresa al cargo y al ser el candidato de la lista más votada en las últimas elecciones pasó a ser designado alcalde automáticamente, a pesar de no conseguir ningún voto a favor, ni el suyo propio. Font, de Convergència Democràtica de Cataluña (CDC) fue duramente criticado esta semana por sus socios de federación. Unió Democràtica de Cataluña pidió públicamente su renuncia y abogó por constituir un gobierno de consenso.

En paralelo, la investigación judicial continúa. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia (TSJC) este viernes han declarado como testigos ante el juez Rosa Maria Guasch (CiU), y Montserrat Gassull, que dejó ERC y ahora es regidora del grupo no adscrito.

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