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BATALLA POLÍTICA ENTRRE NACIONALISTAS

Pulso PNV-Bildu: algo más que presos

El duelo dialéctico esconde una confrontación de modelos de gestión y de concepto del proceso de paz que se agudiza por el horizonte electoral de 2015

Rufi Etxeberria, Maribi Ugarteburu, Hasier Arraiz y Pernando Barrena, frente a Andoni Ortuzar y Joseba Egibar, en la cita de 2013 en la que formalizaron relaciones.
Rufi Etxeberria, Maribi Ugarteburu, Hasier Arraiz y Pernando Barrena, frente a Andoni Ortuzar y Joseba Egibar, en la cita de 2013 en la que formalizaron relaciones.JUAN HERRERO (EFE)

PNV y Sortu están tan vivamente enfrentados que ni siquiera se ponen de acuerdo en el motivo de su distanciamiento. Los nacionalistas atribuyen a la proximidad de las elecciones locales y forales de 2015 la razón de la hostilidad del discurso de la izquierda soberanista, proyectada sobre un incesante discurso de “desprestigio” de la gestión institucional del PNV. Desde la otra parte niegan la ansiedad electoral y lo reducen a un “planificado” intento de los nacionalistas de “utilizar” la situación de los presos de ETA para “distraer” las acusaciones sobre “corrupciones e irregularidades sin aclarar como las del TAV, Epsilon, Hiriko o Kutxabank”, declaró un portavoz de Sortu. Los dos partidos que conforman la holgada mayoría política en Euskadi se siguen mirando de reojo en un clima de relaciones complicadas.

Desde el pasado mes de marzo sigue pendiente una reunión entre ambos. “Se les pidió aplazar dos horas el comienzo de la reunión por un problema de agenda de Andoni Ortuzar y todavía les estamos esperando”, recuerdan en el EBB. Pero PNV y Sortu van a reunirse en breve. “No va a ser esta semana, pero el PNV nunca ha puesto pegas para hablar con nadie”, reconoció un portavoz nacionalista al ser preguntado sobre la invitación de Hasier Arraiz a reunirse. “Lo podía haber hecho directamente sin enterarnos por la radio, pero buscaremos la fecha”. La izquierda independentista quiere aprovechar esta reunión “para saber dónde estamos cada uno, qué tipo de acciones podemos emprender de manera conjunta o si no hay posibilidad alguna, pero entendemos que se debe superar este escenario de polémica mediática”, dicen.

Para este portavoz abertzale, “existe ahora más que nunca un ámbito propicio y deberíamos de aprovecharlo, pero quizá el PNV está mucho más a gusto buscando la centralidad y procurando espacios de pacto con el PSE”, añade. El PNV cree que EH Bildu ha ido “demasiado lejos” con sus críticas y en algún momento “ha rebasado la lealtad política”, acusan los nacionalistas. “Han pretendido jugar con la honradez del PNV, sembrando dudas sobre nuestra buena gestión”, advierte el mismo portavoz, “y todo por un impulso electoral”. Es el análisis inmediato que en el EBB se ha hecho de la implacable oposición soberanista en la comisión de investigación de Epsilon, en la denuncia ante la Fiscalía de Álava por las patentes de Hiriko, el desacuerdo sobre la conversión de Kutxabank o las críticas por supuestas irregularidades en la construcción de la Y vasca.

ha sido el PNV quien ya ha presentado sus candidatos en Gipuzkoa"

“La izquierda abertzale ha optado por agudizar el perfil para contraponer los modelos previendo una pugna electoral en la que haya que elegir entre ellos o nosotros”, apunta un burukide. Desde la coalición niegan una interpretación electoral —“ha sido el PNV quien ya ha presentado sus candidatos en Gipuzkoa”, recuerda un portavoz— mientras reconocen la intención de que “se vea que la gestión del PNV ni ha sido tan eficaz ni tan transparente”. En el PNV, en cambio, consideran que “es difícil” saber a qué obedece este “cambio de tendencia” de EH Bildu, empeñada, sostienen en el EBB, en “procurar” el desgaste de los nacionalistas “creando un clima de tensión altísima en el que siempre se saben mover”, pese a que “este año” se han celebrado tres reuniones entre ambas partes desde que se oficializó en San Sebastián el nuevo clima de relaciones.

“Se han puesto nerviosos al ver que las denuncias que venimos haciendo van para adelante”, interpretan desde el bando soberanista. Para el PNV, la clave está en el tema de los presos: “Cuando se lo recuerdas se ponen incómodos porque ven que se les rompen las costuras”. La formación de Andoni Ortuzar está convencida de que la izquierda abertzale “no acaba de tomar las riendas de los presos y saben que la caldera ahora mismo tiene una tensión insoportable”, avisa. El PNV habla en base al diagnóstico de los recientes contactos mantenidos “con gente del EPPK, con los sustitutos de Herrira, con ese entorno” que les permite advertir “que no se avanza, que se va hacia atrás”. La preocupación alcanza a los nacionalistas tras comprobar que el colectivo de presos de ETA “está enquistado”, que “han hecho a multicopista los recursos individuales”, que “no van a dar ningún paso si antes no lo da el Gobierno central” y que “han vuelto a la idea de que de la cárcel salen, o todos o ninguno”.

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“Mucha gente del PNV se sintió forzada en aceptar aquella manifestación" de presos

Consciente de este inmovilismo, el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el PNV han extendido la exigencia al Gobierno central y a la izquierda abertzale. Mientras Mariano Rajoy no se ha dado por aludido —en su nombre ha respondido críticamente Arantza Quiroga, presidenta del PP vasco—, los soberanistas se sienten “ofendidos, pero no aludidos. La izquierda abertzale cita que “el PNV se ha dedicado a echar la piedra a nuestro tejado para sacudirse las denuncias en las que se ha visto envuelto en las últimas semanas y en su falta de respuesta a lo que supuso la manifestación conjunta de enero”, en favor de los derechos de los presos de ETA. “Mucha gente del PNV se sintió forzada en aceptar aquella manifestación, pero la única realidad es que no ha movido ficha desde entonces porque también juega en otros intereses y porque sabe que si cumple con el compromiso que defendía la manifestación pierde la interlocución con Madrid aunque no se da cuenta de que no le está valiendo de nada”, denuncia un portavoz de la coalición.

Unos y otros solo coinciden en criticar el “inmovilismo” de Rajoy. Por su parte, en EH Bildu, coincidiendo con la visita de uno de los mediadores a Euskadi, “niega” una “marcha atrás” en el escenario de paz. “Es un argumento recurrente que digan eso de que no hay avances cuando saben que los presos están dando pasos y que actúan como un bloque compacto que no está encontrando respuestas”, replican. A renglón seguido ofrecen apoyo al PNV “para abordar un tipo de proceso distinto cuando estamos viendo que tenemos un ámbito propicio”. A falta de fijar “sin carácter urgente” la reunión solicitada por el presidente de Sortu, el PNV reconoce, en un ejercicio de sinceridad, que “en el último año se ha avanzado muy poco” en el entendimiento con la coalición abertzale. Y las elecciones de 2015 cada vez están más cerca.

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