_
_
_
_
_

La Plataforma Mezquita-Catedral denuncia la gestión del monumento

Señala que se violan cinco disposiciones internacionales y tacha la forma de dirigirlo de "abusiva"

Interior de la Mezquita-Catedral de Córdoba.
Interior de la Mezquita-Catedral de Córdoba.García Cordero

La Plataforma Mezquita-Catedral, que busca la gestión pública del monumento de Córdoba, en manos de la Iglesia, ha elevado un informe a la Unesco en el que denuncia "una gestión abusiva del universal monumento de Córdoba y el grave incumplimiento de hasta cinco disposiciones del organismo internacional encargado de la custodia y protección de los bienes Patrimonio Mundial". En una nota se informa de que en el documento, que va acompañado de la entrega de 368.507 firmas solicitando que el inmueble pase al Estado, "se hace un análisis exhaustivo de los principios y preceptos que han sido infringidos por el Obispado de Córdoba, particularmente la supresión del término Mezquita y la destrucción de los valores islámico-andalusíes, su principal seña de identidad".

La plataforma califica la gestión de la Iglesia de "desleal" y que "contraviene las Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial, aprobadas por la Unesco, que obliga a los estados a vigilar la protección y correcta interpretación de sus valores, así como la divulgación, señalización y adecuada explicación de los mismos".

Subraya la violación por parte del Obispado de Córdoba de el párrafo 166, que establece “que para inscribir el bien con arreglo a criterios distintos a los empleados para la inscripción inicial, deberá presentarse solicitud como si se tratara de una nueva propuesta”. Pero el párrafo 167 es, para el colectivo, más explícito, "prohíbe que se modifique el nombre sin solicitud del Estado”.

La gestión de la Mezquita-Catedral "quebranta", añaden, "la declaración de la Unesco relativa a la Destrucción Intencional del Patrimonio Cultural, de 17 de octubre de 2003". El apartado primero establece que “la comunidad internacional reconoce la importancia de la protección del patrimonio cultural y reafirma su voluntad de combatir cualquier forma de destrucción intencional de dicho patrimonio”.

El documento va acompañado de 368.507 firmas solicitando que el inmueble pase a manos del Estado

En su apartado II.2 entiende por destrucción intencional “cualquier acto que persiga la destrucción total o parcial del patrimonio cultural y ponga así en peligro su integridad”. Piden a la Unesco que evite que la gestión del monumento por el Obispado de Córdoba ponga en riesgo su declaración como Patrimonio Mundial y ocasione "un daño irreparable en la identidad material e inmaterial de un monumento símbolo universal de diversidad".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_