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Las primarias socialistas muestran la debilidad de Gómez en el PSM

Sánchez ganó en Madrid por escaso margen pese al apoyo del aparato regional

José Marcos
Tomás Gómez, secretario general del PSM.
Tomás Gómez, secretario general del PSM.LUIS SEVILLANO

La elección de Pedro Sánchez como nuevo secretario general del PSOE, con 12 puntos de ventaja sobre la candidatura de Eduardo Madina, no resultó tan contundente en Madrid. La división de los socialistas en la cuarta región con más militantes (15.866) tras Andalucía (48.792), Cataluña (20.816) y Valencia (18.422), volvió a quedar patente una vez más, con Tomás Gómez aliviado por el triunfo del aspirante por el que apostó pero entumecido por la pérdida del control férreo que le caracterizaba y que ha cuidado con tanto esmero desde que fue nombrado secretario general del PSM en 2007.

De las 11 comunidades autónomas en las que el sucesor de Alfredo Pérez Rubalcaba —y diputado por Madrid en el Congreso— fue el más votado, Madrid fue la región donde Sánchez superó por el margen más estrecho a Madina. Los 4.341 apoyos (42,61%) al vencedor por los 3.971 del segundo (38,98%), unidos a los 1.876 que recibió José Antonio Pérez Tapias (18,41%) —fue el tercer mejor resultado del aspirante de Izquierda Socialista, solo por detrás de los de Andalucía y Cataluña— evidenciaron la pérdida de fuelle de Gómez, el único barón socialista que queda de la etapa en que José Luis Rodríguez Zapatero mandaba en Ferraz y en La Moncloa.

“Estoy muy satisfecho, ha sido un proceso democrático ejemplar y se abre un nuevo tiempo, de cambio, unidad y futuro”, se congratuló Gómez el domingo, una vez confirmada la victoria de Sánchez. “Vamos a tener el apoyo del secretario general del PSOE”, traslada Maru Menéndez, la secretaria de Organización del PSM, que deja entrever la relación convulsa con Rubalcaba. Sin embargo, el triunfo de Sánchez por 370 votos, y el primer puesto de Madina en la capital, indican que el futuro de Gómez no está tan claro.

De entrada, por las dificultades que Gómez ha encontrado para aglutinar el voto no solo de los militantes sino de un nutrido sector de los diputados en la Asamblea de Madrid, en torno a un candidato con el que él mismo ha mantenido roces notables. Quizás el mejor exponente es el soporte que Tapias ha encontrado en Mario Salvatierra (parlamentario regional) o los diputados-senadores José Quintana y Enrique Cascallana, todos ellos grandes defensores de Gómez y que, sin embargo, se saltaron sus órdenes.

Fuentes consultadas destacan que la opción de apoyar Tapias ha sido, pese al gesto de rebeldía, más digerible para Gómez que la de Madina, con el que tampoco había feeling. Igual que con Sánchez, que formó parte de la Ejecutiva tomasista. El nuevo líder del PSOE perdió progresivamente comba bajo los mandatos de Gómez, del que se fue distanciando por las diferencias en el manejo y gestión del PSM. El punto culminante llegó en las primarias de 2010: Sánchez respaldó a Trinidad Jiménez, la opción de Zapatero. Gómez mantuvo el tipo con el 51,8%, agrandando su leyenda en los procesos internos (ha superado los cinco que ha afrontado). Para hacerse una idea de la relación, a finales de 2013 Sánchez descartó competir en primarias con Gómez. Su meta estaba, como mínimo, en Ferraz.

Pese a tantas contradicciones, Gómez se posicionó del lado de Sánchez cuando Susana Díaz se descartó. La decisión de la presidenta de Andalucía, donde Sánchez recolectó un tercio de sus votos, dejó a Gómez en una posición áspera: días antes de que esta renunciara a dar el paso, había afirmado que iría con ella “al fin del mundo”. El visto bueno del PSOE andaluz a Sánchez llevó a Gómez a reinventarse y cerrar filas en una alianza artificial. “Tomás vino a nosotros, no al revés”, observan en las filas “de siempre” de Sánchez, donde la mayoría de sus apoyos coincide en su animadversión hacia Gómez.

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“No hay nada firmado con Tomás”, advierten desde el círculo de Sánchez, donde a muchos no han gustado sus guiños a Gómez durante la campaña: en dos ocasiones le mostró su apoyo como el “próximo presidente de la Comunidad”. A falta de una alternativa clara a Gómez, no se descarta que algún “valor emergente, cercano a los movimientos sociales”, se presente a las primarias autonómicas. Eso o un periodo de “tránsito”, en el que Gómez sí sería el cabeza de cartel del PSOE en las elecciones autonómicas de 2015.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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