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Una plataforma ciudadana lanza a Ada Colau a la alcaldía de Barcelona

Guanyem Barcelona quiere sumar fuerzas con ICV, la CUP y Podemos La candidatura se presentará el próximo día 26 en vistas a las elecciones municipales

Ada Colau.
Ada Colau. GIANLUCA BATTISTA

Barcelona asiste a la creación de una nueva candidatura con la vista puesta en las elecciones municipales de 2015. Se llama Guanyem Barcelona y la integran un amplio frente de destacados actores de los movimientos sociales, las entidades vecinales, las mareas ciudadanas por la sanidad, la educación o el derecho a la vivienda, las universidades, la economía social o el urbanismo. El proyecto quiere sumar fuerzas con formaciones como Iniciativa per Catalunya, la CUP, Podemos, Partido X y Procés Constituent, aunque las negociaciones en este frente todavía están abiertas. Incluso se hablado con el entorno de ERC, explican fuentes del núcleo de coordinación. Guanyem Barcelona se presentará en público el próximo día 26 de junio.

La plataforma no tiene lista ni programa, pero la cara más conocida y quien está en el proyecto desde el minuto uno es Ada Colau, la ex portavoz de la PAH. Mal que le pesa, porque Guanyem Barcelona “es un proyecto colectivo”, insisten las fuentes consultadas. Las mismas voces admiten el riesgo de que el proyecto se identifique con ella, pero también tienen en cuenta que Colau “es una persona de consenso entre gente muy diversa y que es un potencial que no se puede desaprovechar, además de su fuerza mediática”.

La idea es agrupar a otras caras y nombres destacados de distintos ámbitos, pero al margen de sus siglas de procedencia. “No queremos ni una coalición ni una mera sopa de letras”, afirma el manifiesto que presentarán a finales de mes. “Queremos huir de las viejas lógicas de partido y construir nuevos espacios”, remacha el texto. Pero los impulsores de la candidatura también se han acercado a los partidos de izquierdas, que son los que están llamados arriesgar más.

Están todos los primeras espadas de los movimientos sociales”

ICV-EUiA y la CUP ya tienen las estructuras creadas y saben que en el contexto actual pueden salir reforzadas en las próximas elecciones municipales si se presenta cada uno con sus siglas. Pero a pesar de las previsiones de crecimiento que tienen, son conscientes de que es imposible que puedan ganar las elecciones y saben que su techo sigue siendo tan bajo que difícilmente podrían influir en el futuro gobierno. ICV tiene cinco concejales y expectativas de conseguir más. “Yo me pongo en su piel y la verdad es que les estamos pidiendo una apuesta muy seria”, explica uno de los impulsores. “Les estamos proponiendo que entren en un movimiento que no liderarán”, concluye. “Pero si somos capaces de ser generosos, la ocasión es ahora”, afirma otra voz.

El núcleo de coordinación de la plataforma lo integran unas 40 personas. Entre ellas están el también fundador de la PAH y economista, Adrià Alemany; el líder vecinal Lluís Rabell; el ex presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (Favb) Jordi Bonet; la activista y experta en redes Gala Pin; el politólogo Joan Subirats; el tándem de arquitectos Josep Maria Montaner-Zaida Muxí; el urbanista Jordi Borja; el experto en sostenibilidad y pobreza energética Eloi Badia; la socióloga y ex concejal de educación Marina Subirats; Jordi Mir, del Observatorio de los Movimientos Sociales; la doctora y especialista en deuda Gemma Tarafa; el economista Albert Recio; el abogado Jaume Asens o quien fue diputado del PCC y hoy lidera los Iaioflautas, Celestino Sánchez.

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Quienes han participado en los encuentros subrayan el “músculo organizativo” de un núcleo que “tiene mucha mili desde hace muchos años”. “Están todos los primeras espadas de los movimientos sociales que llevan desde comienzos de 2000 en la calle y todos sus referentes. Es gente que sabe perfectamente lo que hace y tienen una trayectoria que les avala”, resume una persona próxima al núcleo. “Si entraran en el Ayuntamiento no tendrían que echar a correr buscando a nadie; tienen mucha trayectoria trabajando vinculados al mundo municipal y muy buenas agendas”, añade.

ICV-EUiA y la CUP siguen el movimiento con expectación

El manifiesto habla de la “ebullición” política actual y de la “intensidad” del “anhelo de democracia real y de cambio”. Aplaude “la multitud de movimientos e iniciativas ciudadanas” de denuncia que “[…] han evidenciado la incapacidad de la vieja política para dar respuesta a las necesidades de la gente”. Y advierte de que “ha llegado la hora de reapropiarse de las instituciones para ponerlas al servicio de las mayorías y el bienestar común”. Los impulsores creen que la ciudad de Barcelona es “un espacio decisivo para impulsar la rebelión democrática” y que de tener éxito el proyecto podría trascender lo “meramente local”.

“Los movimientos han pasado de la protesta a la acción y se han vuelto ambiciosos”, analiza una de las fuentes consultadas. Además, esta candidatura demuestra que han superado el histórico debate de los movimientos sociales sobre si para cambiar es más útil estar dentro o fuera de las instituciones. En esta reflexión, la presencia de la CUP en el Parlament ha pesado mucho: “La actuación de la CUP nos ha puesto la miel en los labios”, apuntan.

Sobre las expectativas electorales han hecho cálculos: “Hay un techo de cristal para los movimientos y la evidencia de que las leyes se cambian desde las instituciones”, admiten. “Un cambio de poder en la ciudad tiene que contar con este movimiento”, subraya otra voz.

La futura candidatura aspira a “romper por abajo” y cosechar votos en los feudos tradicionales de ICV, la CUP, el PSC y también entre ciudadanos desencantados que han dejado de votar. “Aprovechar debilidades”. Y a “ser decisivos”: conseguir suficientes votos como para, en una de sus hipótesis, determinar la elección del alcalde. En el manifiesto afirman que “se ha abierto una grieta histórica”. “Ni podemos ni queremos desaprovecharla”, dice el texto.

Es hora de reapropiarse de las instituciones”, dice el manifiesto de Guanyem Barcelona

Desde ICV-EUiA siguen la creación del nuevo movimiento con mucha expectación. Saben que si prospera tendrán que tomar una decisión. O se suman y renuncian a sus siglas o se mantienen al margen y se preparan para competir con una formación que les puede arrebatar muchos votos. Por ahora, todas las palabras son a favor: “Hace tiempo que en Barcelona defendemos que hay que caminar hacia una confluencia más amplia, con movimientos sociales y fuerzas ciudadanas”, recuerda Ricard Gomà, el presidente del grupo municipal de ICV-EUiA en Barcelona. Su formación no está en el núcleo del nuevo movimiento, pero hay una “buena interlocución”. El líder ecosocialista evita avanzar qué papel jugará su formación cuando llegue la hora de dar un paso al frente ya que todavía se encuentra en “fase muy embrionaria” pero deja claro que está avanzando “en un sentido positivo”.

El portavoz de la CUP en Barcelona, Albert Martín, explica que la organización todavía no ha recibido “ninguna propuesta formal ni oficial” para sumarse a la nueva candidatura. Cuando llegue, la organización decidirá si se suma o no después de consultarlo con sus bases. Aun así, Martín avanza: “Consideramos que es positivo que nazca una candidatura con estas bases”. La formación independentista organizó en marzo el primer Encuentro Popular Municipalista, con el objetivo de “abrir la CUP y desbordarla llegando a los movimientos sociales y a gente movilizada”, recuerda Martín. La segunda edición se celebrará el 19 de julio. Es en este marco donde se podría discutir una oferta de la nueva candidatura.

A pesar de todo el trabajo que queda por hacer, los responsables del movimiento y las formaciones llamadas a secundarlo tienen claro que “hay ventanas que a veces están abiertas pero se pueden cerrar. Hay que aprovechar que ahora están abiertas”.

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