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Rectificaciones y promesas incumplidas

Duran Lleida se ha desdicho de las críticas al PER o las referencia a los homosexuales.

Josep Antoni Duran Lleida acumula una retahíla de declaraciones que ha debido rectificar ante las polémicas suscitadas por sus palabras. Una de las más sonadas ocurrió a cuenta de la manifestación independentista de la Diada de 2012 en Barcelona. Excepto Artur Mas, todo el Gobierno catalán anunció que acudiría, pero el líder de Unió aseguró que se ausentaría por su agenda en el Congreso al conocer el lema de la marcha: la reivindicación de un Estado propio para Cataluña. Al final se desdijo y aunque recordó que Unió no era un partido independentista sí acudió en silla de ruedas a la marcha y posó media hora junto a los consejeros de la Generalitat, hasta que los insultos de una parte de los manifestantes aconsejaron que se fuera.

Apenas un año antes, en octubre de 2011, soliviantó a andaluces y extremeños al afirmar que mientras los payeses catalanes no pueden recoger la fruta por los bajos precios que perciben, en otros sitios de España “reciben un PER para pasar una mañana o toda la jornada en el bar del pueblo” con el dinero que los catalanes aportan al conjunto del Estado. Manuel Chaves, entonces presidente del PSOE, le replicó que ese era un “planteamiento elitista, clasista y hasta cierto punto xenófobo” y el líder de Unió tardó 24 horas en matizar sus palabras y asegurar que “la cultura del subsidio” no beneficia ni a andaluces, ni a extremeños y que la verdadera política social es crear empleo.

En 2000 prometió que dimitiría

En junio de 2010 Duran Lleida salió en defensa de los psiquiatras que se ofrecían a curar a los homosexuales modificando su orientación sexual con fármacos o terapias reconductuales, después de que trascendiera que en Barcelona había profesionales que ofrecían este tratamiento. “Estoy en contra de represaliar la asistencia médica a las personas que intentan modificar su homosexualidad o controlarla”, dijo Duran en su blog. A las pocas horas aclaró que “nunca” había dicho que ser gay fuese una enfermedad o que pudiera curarse.

En otras ocasiones, Duran ha sido víctima de las promesas que nunca llegó a cumplir. Ninguna tan sonada como cuando en noviembre de 2000 negara rotundamente a la cadena SER que el caso Pallerols sirviera para financiar irregularmente a su partido. Entonces prometió que dimitiría si se demostraba lo contrario. Al cabo de 12 años, la Audiencia de Barcelona condenó a Unió a pagar 388.483 euros como responsable civil por el perjuicio causado a las arcas públicas por los cuatro condenados al desviar para el partido fondos procedentes de la formación de parados. Dos de los condenados están en prisión. Uno es Vicenç Gavaldà, secretario de organización de Unió cuando sucedieron los hechos.

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