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La Comunidad se niega a declarar BIC el Albéniz pese a los informes técnicos

La Academia de Historia era favorable y la de Bellas Artes de San Fernando pidió que se proteja

El teatro Albéniz.
El teatro Albéniz. CLAUDIO ÁLVAREZ

El Gobierno regional (PP) ha denegado la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC) al teatro Albéniz, que queda así sin ninguna protección como patrimonio histórico-artístico y en manos de la inmobiliaria de Kutxabank.

La Comunidad se vio obligada a estudiar si el teatro merece tal blindaje por sentencia del Tribunal Supremo. Ayer, el portavoz regional, Salvador Victoria, justificó su decisión negativa “a la vista de los informes técnicos”. Sin embargo, EL PAÍS ha tenido acceso a los informes solicitados a la Real Academia de la Historia y a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y ambos son favorables a proteger el Albéniz. El primero afirma que “reúne las condiciones suficientes para ser declarado Bien de Interés Cultural”. El segundo no se pronuncia expresamente sobre ese aspecto, pero sí señala “su posición favorable a seguir protegiendo el edificio, aun cuando no sea una obra arquitectónica especialmente relevante”, porque “forma ya parte de la historia reciente de Madrid”.

Sin embargo, el portavoz regional dijo ayer que el informe de la Academia de San Fernando fue negativo. Y añadió que también lo fueron los de la Dirección General de Patrimonio Histórico y la Dirección General de Promoción Cultural, ambas dependientes del Gobierno regional. Victoria aseguró que “no se cumplen los requisitos para una protección de patrimonio histórico como BIC, sin perjuicio de que [el teatro] pueda merecer algún tipo de protección urbanística o estructural”. Es decir, la Comunidad niega el blindaje y deja ahora la decisión última al Ayuntamiento, que puede proteger el teatro dentro del marco del Plan General de Ordenación Urbana.

Parece difícil, sin embargo, porque el teatro ya gozaba de esa protección urbanística desde 1997, pero sus propietarios acudieron al Tribunal Superior de Justicia para retirársela, alegando que el edificio carece de “relevancia arquitectónica”. Los magistrados les dieron la razón en 2003, con sentencia firme en 2005, lo que permitía su derribo para hacer un centro comercial. El teatro, inaugurado en 1945, está en la calle de la Paz, a escasos pasos de la puerta del Sol.

Al final, no fructificó ningún proyecto. Su propietaria, Moro SA, entró en concurso de acreedores en junio de 2012 y fue liquidada. El teatro ya había cerrado sus puertas en diciembre de 2008.

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El edificio se ofreció al mejor postor y nadie lo quiso. Se intentó pues entregar en dación de pago por la hipoteca que pesaba sobre él. También sin éxito. Así que, el 30 de enero de 2014, fue a subasta judicial. Valorado en 9,2 millones de euros, se lo quedó Kutxabank por cinco millones. Comunidad y Ayuntamiento tenían derecho de tanteo. Pudieron quedárselo a precio de saldo. No quisieron.

El problema del edificio, a la hora de colocarlo en el mercado, era que pesaba sobre él la posible declaración como BIC, que obligaría a mantener su uso teatral. Una vez que el Tribunal Superior de Justicia refrendó en 2005 que el inmueble carece de valor arquitectónico para ser protegido, la Plataforma de Ayuda al Teatro Albéniz acudió ante los magistrados con otro argumento: que debía ser blindado por su valor como teatro. Y lo consiguió.

En 2012, el Tribunal Supremo obligó al Gobierno regional a estudiar su declaración como BIC al considerar que “reúne indicios sólidos para poder ser calificado como de una singularidad cultural y artística dentro de los teatros de la Comunidad”. Otorgó un plazo de 20 meses que finaliza ahora con la negativa anunciada ayer. A favor del blindaje del teatro se habían pronunciado también la asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio y Jesús Prieto de Pedro, ahora director general de Bellas Artes en el Gobierno central.

La Plataforma de Ayuda al Albéniz, que sospecha que ha habido fuertes presiones empresariales para evitar proteger el teatro, recurrirá, primero ante la Comunidad y luego a la justicia. Y, entre tanto, pedirá medidas cautelares para que no pueda ser derribado.

En segundo plano queda al menos una empresa, You Show, SL, del cineasta Santiago Segura y el productor Luis Álvarez, interesada en comprar el teatro.

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