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La Fiscalía pide prisión para otros dos cabecillas de la trama de los cursos

Tezanos y Porta están en libertad con cargos mientras Aneri sigue en la cárcel

El empresario Alfonso Tezanos detenido, el pasado 11 de marzo.
El empresario Alfonso Tezanos detenido, el pasado 11 de marzo. Carlos Rosillo

El llamado caso Aneri, la trama de cursos de formación falsos organizada para captar subvenciones públicas, se podría haber llamado el caso Tezanos o el caso Porta. Estos dos empresarios, Alfonso Tezanos y Víctor Porta, que han tenido cargos en la Cámara de Comercio presidida por Arturo Fernández, usaron los mismos métodos que su socio, José Luis Aneri, para diseñar cursos falsos, según la investigación policial.

Pero, por ahora, Aneri es el único de los tres que ha pisado la cárcel; lleva en Soto del Real desde el 1 de marzo. Sus dos socios fueron detenidos el 11 de marzo pero el juez de guardia les puso en libertad con cargos y con la medida cautelar de acudir dos días por semana al juzgado y la prohibición de abandonar el territorio español. La fiscal del caso ha recurrido ahora esa decisión y ha pedido que ingresen en prisión, según fuentes del caso. Se les imputan los presuntos delitos de fraude de la administración pública, estafa, asociación ilícita, blanqueo de capitales y falsedad documental.

La investigación que llevó a la detención de ambos empresarios —junto con otros 11 arrestos— fue iniciada por la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF). Los agentes investigaban las irregularidades cometidas por José Luis Aneri y su empresa Sinergia Empresarial en varios cursos que recibieron ayudas públicas estatales con miles de alumnos falsos. En total unos 11 millones de euros. La investigación les llevó a determinar que también habían participado en los hechos Tezanos y Porta. Fueron ellos quienes ayudaron a Aneri a iniciar su entramado empresarial. Además, los movimientos bancarios señalaban que algunas empresas vinculadas a los dos empresarios habrían servido para blanquear el dinero.

Mientras los policías de la UDEF seguían sus pesquisas, los agentes de la Unidad Adscrita a los juzgados de Plaza de Castilla tiraban de otro hilo que también les llevaba a Tezanos y Porta y a su organización Fedecam, la Federación de Empresarios de la Comunidad de Madrid. El juzgado 9 había recibido denuncias de empresarios que se sentían estafados por Aneri. El Gobierno regional les exigía la devolución de las ayudas públicas que obtuvieron para hacer cursos y que habían sido gestionados por Sinergia Empresarial. Los cursos también tenían alumnos falsos.

Los policías constataron que también las empresas vinculadas a Fedecam que habían gestionado dinero público para hacer cursos habían multiplicado cientos de alumnos. En concreto, había irregularidades en expedientes de cursos de 2012 realizados por la consultora Elmar Time. La documentación, aportada por la Comunidad de Madrid señalaba que había alumnos falsos en los cursos de 16 asociaciones que habían contratado con Elmar Time. Lo que señalaban los documentos finalmente es que Tezanos y Porta habían seguido supuestamente el mismo modus operandi de Aneri: conseguían DNI e identidades de posibles alumnos de bases de datos a las que tenían acceso y luego los asignaban a cursos que no se hacían para obtener más dinero para conseguir subvenciones.

Las dos patas de la presunta estafa, estatal y regional, se instruyen ahora desde el juzgado número 9 de Plaza de Castilla. La juez tendrá que valorar en los próximos días la petición de la Fiscalía y decidir si envía a prisión a Tezanos y Porta.

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Alfonso Tezanos ha negado siempre los hechos que se le imputan y ha asegurado en varias ocasiones que su relación con Aneri terminó en 2011, cuando este decidió montar su gestora de cursos de formación al margen de Fedecam. Tezanos ha estado siempre ligado al mundo del pequeño comercio aunque desde hace al menos diez años se dedica al mundo de la formación. Desde Fedecam consiguió hacerse con la presidencia de Confederación de Empresarios de Comercio Minorista de la Comunidad de Madrid (cecoma) y con la presidencia de la Comisión de Formación de la Cámara de Comercio, cargos de los que dimitó cuando el caso Aneri le salpicó.

Esos puestos le sirvieron para acceder a la administración y controlar el pastel de los cursos de formación, según fuentes del sector. Las mismas fuentes le señalan como un hombre vinculado a Arturo Fernández, para quien ha conseguido entre los comerciantes minoristas los apoyos necesarios para presidir la patronal madrileña.

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