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Un cuñado de Juan José Cortés se declara culpable del tiroteo del Torrejón

El padre de Mari Luz dice que estudia denunciar al fiscal por prevaricación

“No soy un hombre violento, todos en el Torrejón me conocen. La honradez y el sentido de la justicia es lo que siempre me ha caracterizado”. Con estas palabras se defendía Juan José Cortés en la sesión del juicio celebrada este lunes en la Audiencia Provincial de Huelva por su supuesta participación en los disparos registrados en septiembre de 2011 en la casa de su tío Antonio Fernández. La fiscalía solicita diez años de prisión para el padre de Mari Luz (la niña desaparecida en Huelva en enero de 2008 y hallada muerta meses después) por un delito de tentativa de homicidio, otro de tenencia ilícita de armas y tres de amenazas contra su tío, que le insultó y cuya casa fue posteriormente tiroteada. Solo Vicente Jiménez, cuñado de Cortés, ha reconocido ser autor de los disparos contra la casa de Fernández

Cortés, que asegura que dispone de pruebas que certifican que no estuvo la noche de los hechos en Huelva y que se encontraba en Sevilla grabando un programa de televisión, afirmó que estudia presentar una denuncia contra la Fiscalía, “por un posible delito de prevaricación”. En el banquillo de los acusados han estado Juan Cortés (abuelo de Mari Luz), los dos tíos de la niña, Valentín y Diego Cortés, y Vicente Jiménez. El Ministerio Fiscal pide para ellos siete años por un delito de homicidio en grado de tentativa y ocho meses por el de tenencia ilícita de armas. El juicio continúa el viernes en una segunda sesión.

En el juicio, Juan José Cortés reconoció que efectivamente hubo una discusión telefónica acalorada con su tío por cuestiones de religión. Cortés, que es pastor evangélico, añadió que la disputa se elevó de tono hasta el punto de que su tío profirió la frase “me cago en tus muertos”, algo que el acusado atribuye a un “calentón” del momento.

Cortés explicó que después se marchó a Sevilla a grabar el programa de televisión y que, cuando vino de madrugada, había familiares en su vivienda para recibirlo como suele ser habitual cada vez que tiene un acto. El padre de Mari Luz señaló que se fue a dormir y que después llegó su padre, Juan Cortés diciéndole que habían detenido a su hermano Valentín, pero por “una cuestión relativa a la falta de documentación”. Fue entonces cuando fue con su padre y su otro hermano a la comisaría a ver qué pasaba con su hermano y los detuvieron a todos.

En la sesión de este lunes, Vicente Jiménez declaró ser el autor de los disparos frente a la casa de Antonio Fernández. A las preguntas del fiscal, explicó que lo hizo únicamente para llamar la atención y porque la expresión “me cago en los muertos es la peor". “Todos hemos sufrido muchísimo con lo de Mari Luz y, cuando alguien dice algo así, "mejor que se marche”, remarcó.

Según explicó, creía que la familia de Antonio Fernández no se encontraba en la vivienda esa noche. “No sabía que había personas dentro (en la casa se encontraban unas quince personas, entre ellas menores). Disparé de la persiana para arriba hasta tres veces. Después me fui llorando arrepentido de lo que hice”, afirmó Vicente Jiménez.

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Los dos hermanos de Juan José Cortés, Valentín y Diego, afirmaron estar en sesiones de culto ese día. El padre, Juan Cortés, afirmó desconocer por qué estaba detenido en comisaría y que conociera los hechos antes de su detención. “Si me llego a enterar, como patriarca y a los viejos se nos respeta mucho aquí, le doy dos guantadas e impongo la paz en la familia”, dijo.

El abogado del padre de Juan José Cortés y de sus dos hermanos, Marcos García Montes explicó que ha impugnado la cadena de custodia de la ropa porque no había orden oficial por parte de la Policía Judicial para practicar pruebas científicas a las prendas que se quitaron los Cortés. Ellos habían pedido en el calabozo cambiarse de ropa porque “estaban sudados”, según explicaron ellos mismos, y nadie les explicó qué ocurrió con ellas. Sobre esta circunstancia, Juan Cortés dijo: “Me gustaría saber qué ha ocurrido con mis zapatos porque les tengo mucha fe y no sé dónde están. Espero que me los devuelvan”.

García Montes ha impugnado también el procedimiento inicial: “No tiene ni pies ni cabeza empezar un procedimiento donde hay disparos con amenazas graves, pasar a amenazas leves más daños y acabar con homicidio”, dijo.

Por su parte, la letrada de Cortés, María Teresa Largo, ha insistido en la falta de pruebas para mantener la acusación y ha señalado que "la estrategia de defensa es la que mantiene desde un primer momento, porque durante toda la instrucción se ha acreditado que Juan José Cortés, no estaba en el lugar de los hechos".

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