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El Albaicín, huérfano de plan especial

El barrio granadino se rige aún por un documento aprobado en 1990

Vista del barrio del Albaicín de Granada, al fondo la Alhambra.
Vista del barrio del Albaicín de Granada, al fondo la Alhambra.pepe marín

El Albaicín se ha quedado, de momento, sin nuevo plan. Cinco años después de la aprobación inicial del expediente del Plan Especial de Protección y Reforma Interior de Albaicín y Sacromonte (Pepri), que debe marcar los pasos a seguir, el Ayuntamiento de Granada ha archivado el expediente. Culpa a la Junta de Andalucía de “falta de colaboración” y esta, a su vez, carga contra el Consistorio. El caso es que el barrio sigue estancado desde el punto de vista urbanístico en un plan de 1990, que además no se cumple en muchos puntos, recuerdan los vecinos.

En esa fecha es cuando se elaboró el primer Pepri, que establece los límites a la hora de acometer reformas y diseñar proyectos en el barrio, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Ese plan no contemplaba el Sacromonte. El Ayuntamiento, por tanto, decidió renovarlo en 2006 para ampliarlo y adaptarlo a las leyes de Suelo, de Patrimonio Histórico y al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), posteriores a esa norma.

El equipo encargado de la redacción trabajó durante dos años y el Consistorio invirtió 100.000 euros. En 2008, el Ayuntamiento presentó el nuevo plan que, no obstante, obtuvo críticas de la oposición y fundamentalmente de los vecinos por no contar con ellos para su elaboración. Para empezar la asociación de vecinos del Bajo Albaicín asegura que la “planimetría está mal” y rebaja el nivel de protección. Pese a ello, las dos Administraciones comenzaron un intercambio de puntos de vista y documentos que no se ha concretado en nada. Cultura informó desfavorablemente y hubo reuniones y notificaciones posteriores que no han servido de mucho. En 2011 el Consistorio decidió “aparcarlo” hasta que Javier Arenas gobernara en Andalucía, según subrayó el alcalde José Torres Hurtado, si bien después del fallido intento tuvo que retomarlo.

Tras esta nueva decisión, la concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, alude a la “desesperación” municipal que espera las instrucciones de la Junta. La Administración autonómica, por su parte, insta al Ayuntamiento a retomar el plan y asegura que la colaboración ha sido “continua” desde el principio y que hay cuestiones pendientes de “subsanar” por parte del Ayuntamiento.

Ayuntamiento y Junta se cruzan acusaciones sobre la falta de normativa

Mientras, se teme que continúe el deterioro en un barrio histórico que poco a poco se va muriendo en cierto modo. Los principales afectados son los vecinos, los que quedan, puesto que hace décadas que la población está mermando. Pero también la ciudad, ya que el Albaicín es uno de los principales reclamos turísticos junto a la Alhambra.

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Desde la Junta, la delegada de Cultura, Ana Gámez, alerta de la falta de protección del barrio con esta decisión municipal que atribuye a la “confrontación gratuita” del equipo de gobierno que dirige Torres Hurtado (PP). Entre las argumentaciones de la Junta, está que el último borrador presentado no tenía en cuenta elementos fundamentales para la Junta. La Administración autonómica teme, entre otras cuestiones, que el Albaicín se convierta en “una postal, un decorado para turistas”, algo que llevan advirtiendo tiempo los vecinos afectados.

La flexibilidad en el uso de los edificios es uno de los puntos sobre los que no hay acuerdo. Mientras que el Ayuntamiento es partidario de flexibilizar la norma y cambiar los usos si hay inversión que lo permita, IU alerta de la “desprotección” que eso conlleva. La coalición ya dijo en su día que el documento que ahora se archiva abría la puerta a la “especulación” al bajar el nivel de protección. Continuar con el plan de 1990 tampoco es la solución, puesto que a través de modificaciones puntuales se han ido dando “mordiscos” a la protección patrimonial “en función de los intereses privados sin controlar usos”, explica Paco Puentedura, portavoz de IU en el Ayuntamiento.

Movilidad, habitabilidad, protección, seguridad y limpieza son algunos de los principales problemas del Albaicín, que se ve un lustro después sin un documento que salve las deficiencias del anterior. Hace años que se alertó desde el Centro Unesco Andalucía del “bochornoso” estado en el que se encontraban algunas zonas. Poco se ha avanzado. “A todos se les llena la boca de patrimonio, pero luego no son capaces de apoyar realmente al barrio”, lamenta la portavoz de los vecinos, Lola Boloix.

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