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Los regantes andaluces se rebelan contra el ‘tarifazo’ eléctrico

Los agricultores creen que el sobrecoste anual de 37 millones arruina las explotaciones

Ginés Donaire
Protesta de regantes andaluces esta mañana en Sevilla.
Protesta de regantes andaluces esta mañana en Sevilla.Paco Puentes

Varios miles de agricultores andaluces –unos 4.000 según los convocantes- se han concentrado este medio día ante la Delegación del Gobierno en Andalucía, en Sevilla, para protestar contra el llamado tarifazo eléctrico aprobado por el Gobierno de la nación y que, según indican, hace inviable el futuro de muchas explotaciones agrarias. Los regantes se oponen a la desproporcionada subida de los costes eléctricos, que estiman en un sobrecoste anual de 37 millones de euros, al tiempo que exigen pagar por la potencia realmente consumida y no por la contratada.

En la protesta, que se ha llevado de manera sincronizada con la del resto de regantes de España, han participado las asociaciones andaluzas de regantes Feragua, Areda, Rega, Corehu, Feral, Coreca, Acoregra, Freshuelva, Asociación de Citricultores de Huelva Grupo Remolachero y las organizaciones agrarias Asaja, UPA, COAG y las cooperativas de Faeca. Para escenificar la situación a la que aboca el regadío la subida de los costes eléctricos, los regantes han llevado varios burros que portaban cántaros de agua. “Esa será la forma de regar a la que volveremos, porque lo que está claro es que, con estas tarifas eléctricas, los modernos sistemas de riego no nos sirven porque elevan los costes fijos a niveles que hacen nuestras explotaciones no sean rentables”, indicó Margarita Bustamante, presidenta de Feragua.

Y es que, al sobrecoste derivado del decreto del 1 de agosto hay que unir el incremento continuado de la tarifa eléctrica que el regadío andaluz viene soportando en el último lustro, de más del 80%, con un incremento de los costes fijos (regulados) superior al 100% en muchas zonas regables. Este crecimiento, unido al incremento del consumo de energía eléctrica asociado al proyecto de modernización (superior al 60% en las comunidades modernizadas), supone ya que, de media, el 40 % de lo que le cuesta el agua al agricultor de riego tenga que ser destinada al pago de la factura de la luz, llegando en algún caso a superar el 75%.

Celulosa, en jaque

La reforma eléctrica del Gobierno ha puesto en jaque los resultados anuales de la fábrica en Huelva de Ence, la primera suministradora de celulosa para la industria papelera de España. La compañía asegura que esa medida ha lastrado el resultado neto de 2013, que fue de 3,7 millones de euros, un 92% menos.

Los cálculos se han hecho tras registrar el 50% del impacto estimado del borrador de orden ministerial para el nuevo esquema retributivo a las renovables.

La empresa ha presentado alegaciones a la reforma y asegura que, de no prosperar, las pérdidas económicas podrían elevarse a 26 millones de euros. Sin la medida, Ence habría obtenido unos beneficios de 56 millones de euros, según la compañía, que sostiene en un comunicado que la iniciativa del Ejecutivo central “podría tener un devastador impacto en el sector forestal y provocaría el abandono de cultivos energéticos que han supuesto una inversión de 60,6 millones de euros, con una fuerte pérdida de empleo rural”.

La compañía subraya que, a pesar de haber tenido un “buen ejercicio operativo del negocio de celulosa”, Ence podría arrojar un cierre con pérdidas. La empresa es el primer productor europeo de celulosa con una cuota de mercado del 16% en el continente y unas exportaciones del 85%.

Alertan además que el tarifazo eléctrico deja “completamente tocado” el proceso de modernización de regadíos, en el que en los últimos años se han invertido 2.000 millones, la mitad aportados por los agricultores.

Los regantes solicitan pagar únicamente por la potencia real registrada, es decir, la utilizada, y no por la teórica contratada para evitar el coste de un servicio que muchos no utilizan fuera de la época de riego (de abril a octubre) y que sólo tras la reforma energética se ha incrementado del orden de un 115%. “Consumimos la mayor parte del agua en verano y nos obligan a pagar todo el año”, denunció Marcelo Morales, de Areda.

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Además, piden un IVA reducido al suministro eléctrico para el regadío, un sector estratégico en Andalucía. La Junta apoya la protesta de los regantes y pide al ministro Miguel Arias Cañete que modifique la tarifa eléctrica.

La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, que recibió a una comisión de representantes de los regantes, se mostró a favor de una tarifa especial para los regantes, pero recordó que la subida eléctrica empezó en 2008 “cuando se liberalizaron las tarifas eléctricas” y rechazó la “utilización política” efectuada por algunas formaciones que se unieron a las movilizaciones de este miércoles.

Tras reconocer que a los regantes “les preocupa la subida de costes en la agricultura con esta tarifa eléctrica”, Crespo descargó la responsabilidad de la subida de costes en el anterior Gobierno del PSOE. “Hasta entonces había un contrato especial para los regantes, algo que se eliminó y cada año han ido subiendo los costes para los agricultores, porque la tarifa eléctrica es cada vez más costosa para todos”, señaló.

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