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Fabra se reunió con el presidente de la Acadèmia para volver a la “serenidad”

Huguet y Bellveser responden a la intención de Martín Quirós de que el Consell de Cultura le envíe un "recadito" al ente normativo

Agencias
Valencia -

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha asegurado que mantuvo una reunión con el presidente de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), Ramon Ferrer, con el objetivo de generar "tranquilidad y serenidad" tras la polémica provocada por la definición de valenciano del Diccionari Normatiu Valencià (DNV) aprobado por el ente normativo del valenciano.

Así lo ha manifestado el jefe del Consell antes del almuerzo de clausura de la Asamblea General de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) a preguntas de los medios sobre un encuentro entre Fabra y Ferrer del que hoy ha informado el diario Levante-EMV. Según el rotativo, la reunión se produjo el martes en el Palau de la Generalitat.

Al respecto, el presidente ha confirmado que tuvo una reunión con el máximo representante de la Acadèmia "para decir, entre otras cosas, que, sobre todo, tenemos la responsabilidad de generar tranquilidad, serenidad y tratar los temas con mucho sentido común".

"Eso lo hice en una reunión privada y desde luego a él y a los que son gestores públicos les pido que seamos responsables y que ante todo pongamos los intereses y el sentimiento de la Comunidad Valenciana por encima de cualquier cuestión", ha agregado.

Fue el PP valenciano, encabezado por su secretario general y consejero de Gobernación, Serafín Castellano, y posteriormente por el propio Fabra, los que criticaron públicamente a la Acadèmia por su definición de valenciano al reiterar la unidad lingüística con el catalán, al tiempo que consagra la denominación de lengua valenciana, compatible con otras. El Gobierno valenciano pidió un informe al Consell Jurídic Consultiu, no vinculante, que tildó de "extravagante" la definición y concluyó que que no se acomoda al Estatut d'Autonomia. 

La Acadèmia mantiene su definición de valenciano, que fue aprobada por el pleno de la institución, al igual que el Diccionari, y sus componentes han cerrado filas contra las injerencias políticas.

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No al "recadito" del Consell de Cultura

El debate sobre la definición de valenciano ha tenido este lunes eco en el pleno del Consell Valencia de Cultura (CVC), donde algunos consejeros han expresado diferentes puntos de vista sobre la cuestión.

La discusión ha comenzado cuando, al final de la sesión, el consejero Martín Quirós ha propuesto que el CVC reenvíe a la AVL el dictamen que realizó sobre el valenciano en 1998 y que a su parecer, "pacificó la guerra de la lengua". "Y cuando una cosa está bien hecha no se puede olvidar", ha aseverado.

En este punto, ha intervenido el secretario del CVC, Jesús Huguet, quien ha precisado a Quirós que el pleno no podía tomar ninguna decisión sobre esa petición al no haberse registrado y estar en manos de los miembros con 48 horas de antelación, al tiempo que le ha puntualizado que el dictamen se reedito y envió de nuevo hace solo unos meses a las instituciones y diputados en las Corts. Y ha apostillado que no quería entrar en el debate de fondo aunque ha opinado que sería "ridículo y espurio".

Quien sí ha pedido la palabra para pronunciarse sobre el tema ha sido Glòria Marcos, quien ha recalcado que el CVC "no puede dar aliento a quienes quieren revivir la batalla de los símbolos". "No se puede volver atrás en el pasado porque a alguien le interese reavivar una polémica sobre algo que debe quedar en el ámbito científico y universitario", ha defendido.

Por último, ha manifestado su parecer Ricardo Bellveser, quien ha recordado que fue durante seis años integrante de la AVL y que cuando dejó el ente normativo "el Diccionari iba ya por la L o la M".

Bellveser ha roto una lanza por la labor que realizan sus antiguos compañeros, la mayoría con una reconocida formación universitaria y filológica, ha subrayado. Por ello, se ha mostrado en desacuerdo con reenviarle el dictamen a la AVL porque sería "un recadito" que podría entenderse como un cuestionamiento de su trabajo.

"Pido que no pongamos en cuestión el trabajo de otras instituciones", ha manifestado.

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