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“La cooperativa es la herramienta jurídica para el ejercicio de la prostitución”

Las trabajadoras sexuales de Barcelona escuchan distintas experiencias para encontrar la manera de regularizarse

La magistrada Gloria Poyatos en una charla en el Centro Social La Negreta
La magistrada Gloria Poyatos en una charla en el Centro Social La NegretaALBERT GARCÍA

Las prostitutas de Barcelona recibieron ayer una ayuda en su búsqueda para encontrar la manera de regularizar su situación. La asociación Genera, que defiende los derechos de las trabajadoras sexuales, organizó ayer por la tarde una charla en el Centro Social La Negreta del barrio Gótico, con la presencia de la magistrada Gloria Poyatos, autora del libro Prostitución como trabajo autónomo. En la mesa también estaba Cristina Garaizábal, de la asociación Hetaria, y Jaume Bonet, en representación de Sealer, la primera cooperativa de prostitutas creada en España.

La sala estaba llena de trabajadoras sexuales y de grupos en defensa de los derechos de este colectivo, que además de no estar regularizado es víctima de la “hipocresía social” y de “estigmatización”, según palabras de la magistrada Poyatos, que nació en Girona y trabaja en Lanzarote. Su intervención fue largamente aplaudida. Poyatos logró en 2011 inscribirse como prostituta en la seguridad social, eso sí, en régimen de autónomos, porque según la ley española la prostitución no es ilegal, pero sí su explotación. Según reconoció ayer, su intención era que rechazarán su propósito, para denunciarlo como abogada (en aquella época todavía no era magistrada), defenderse a sí misma y crear jurisprudencia. Pero las funcionarias que se fue encontrando aceptaron su petición. “La puerta estaba cerrada, pero no con llave”, explicó ayer Poyatos a un público entregado.

Su descubrimiento ayudó a un grupo de prostitutas de Ibiza a tirar del hilo hasta abrir otra puerta, la del cooperativismo: “Podemos acceder al sistema”, aseguró ayer Poyatos y continuó: “La cooperativa es la herramienta jurídica para el ejercicio de la prostitución”. Jaume Bonet, de Sealer, aseguró que “siempre hay un camino” para encontrar la solución y se mostró satisfecho de que en Ibiza ya se haya dado un primer paso.

Desde hace meses las prostitutas de Barcelona buscan una salida a su falta de regularización. “En Barcelona se creó un sindicato y se han probado otras formas de organización, sean o no formales”, explicó Clarisa Velocci, de Genera. “Hay que resolver los problemas conjuntamente, porque un espacio colectivo ayudará a romper el estigma”. Como propuesta a estudiar, Velocci, explicó que “no se trata de copiar la idea de Ibiza” y que la salida de Barcelona puede ser “una cooperativa a nivel laboral, de servicios o de espacios para ejercer la prostitución”.

Muchas de las trabajadoras sexuales que asistieron de público eran del Raval y trabajan en la céntrica calle Robadors. Están organizadas desde hace meses e incluso han organizado algunas manifestaciones y se han reunido con el alcalde.

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