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Una alto cargo del Sergas avaló el ascenso del marido de la conselleira

La colaboradora de Rocío Mosquera ratificó la decisión del hospital de Santiago

Feijóo junto a la conselleira de Sanidade
Feijóo junto a la conselleira de Sanidade ÓSCAR CORRAL

Una colaboradora de confianza de la actual conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, durante su etapa de gerente del Servizo Galego de Saúde (Sergas) avaló el nombramiento de su marido, Manuel Bustamante, como jefe del servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo en el hospital Clínico de Santiago. La directora de Recursos Humanos del Sergas emitió en 2011 una resolución rechazando el recurso de alzada (el último trámite en la vía administrativa) contra el nombramiento del marido de Mosquera presentado por los médicos Evaristo Varo y Miguel Caínzos, aspirantes a la misma plaza. Su siguiente recurso fue en vía judicial.

 En su demanda para que se anulase la concesión de la jefatura de servicio, los médicos alegaban aspectos que la representante del Sergas rechazó, haciendo firme la concesión de la plaza al marido de la gerente de este organismo. Esos argumentos han sido tenidos en cuenta ahora por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que en sentencia firme dictaminó que la concesión de la jefatura a Bustamente constituyó una “desviación de poder” ya que se decidió con una “clamorosa falta de motivación”.

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Entre los argumentos esgrimidos por los competidores de Bustamente figuraba su relación familiar con la máxima responsable del Sergas, entidad que había convocado la plaza para uno de sus hospitales; que la baremación había sido "tendenciosa" dado que el tribunal examinador estaba integrado por subordinados de la esposa del ganador de la plaza o que la valoración de los méritos objetivos había sido idéntica para todos, concediendo mayor puntuación al proyecto técnico, una prueba de valoración subjetiva del tribunal.

La directora de Recursos Humanos del Sergas, Esperanza Fernández Lago, consideró que la relación familiar de Bustamante con la gerente del organismo convocante no constituía trato de favor “al no concurrir en ninguno de los miembros del tribunal causa de abstención o recusación”. “Ninguno de ellos se siente afectado o condicionado por las circunstancias de los aspirantes”, concluía sobre este extremo. Y, respecto a la baremación de los currículos, la representante del Sergas descartó la tendenciosidad destacando que no solo había admitido los méritos alegados y probados por los candidatos “sino otros de los que solo el tribunal tiene conocimiento”.

En su resolución contraria a la reclamación de los dos aspirantes, la subordinada de Mosquera incluía entre las consideraciones jurídicas que avalaban su conclusión el “derecho constitucional de los ciudadanos a acceder en condiciones de igualdad a las funciones públicas”. Asimismo justificaba la capacidad y legalidad de la representación de cada uno de los integrantes de la comisión de evaluación (el tribunal examinador) y rechazaba que la relación de parentesco con la gerente del Sergas fuera la causa del aprobado. “Ni [Mosquera] forma parte de la citada comisión de evaluación ni propone el nombramiento ni nombra a ninguno de los miembros que la constituyen”, concluía, sin en trar a valorar que algunos de los integrantes del tribunal fueran empleados del organismo que dirigía la pareja del médico seleccionado. Sí puntualiza que “tampoco consta que ningún aspirante formulase recusación contra cualquiera de los miembros de la comisión”.

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Ayer, mientras el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se desentendía de este asunto anunciando que no piensa destituir a la conselleira, como le pide la oposición, el marido de Mosquera enviaba un correo electrónico masivo a la treintena de trabajadores de su servicio. Bustamente agradecía las “numerosas muestras de afecto y apoyo recibidas” y, obviando la sentencia, aludía a “las noticias aparecidas en distintos medios de comunicación” para anunciarles que seguirá en su cargo hasta que un nuevo tribunal convoque de nuevo el proceso “en el plazo más breve para designar la jefatura”.

El presidente la Xunta admitió que la sentencia del TSXG es “clara y contundente”, pero señaló que no piensa tomar ninguna medida ya que, en su opinión, se trata de un asunto interno del hospital. Hasta en tres ocasiones los periodistas preguntaron al Fejóo si no va a exigir responsabilidades políticas. “A esa plaza no optaba ningún miembro del Gobierno” , repitió el presidente de la Xunta, quien señaló que el asunto se resuelve simplemente con la convocatoria de un nuevo proceso. Preguntado si cree que la actual conselleira no estaba al tanto de lo que sucedía con el polémico concurso, alegó que los miembros del tribunal eran médicos prestigiosos que “no se dejarían influir”. “Ahora el hospital tiene que cumplir la sentencia. Y lo demás son opiniones políticas”, sentenció.

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