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PATRIMONIO

Defensa trasladará a Madrid tres siglos de planos históricos de Andalucía

El ministerio se lleva los documentos cartográficos del Archivo Militar Sur de Sevilla

Margot Molina
Acuartelamiento de la Borbolla, donde se encuentra el Archivo Militar Sur.
Acuartelamiento de la Borbolla, donde se encuentra el Archivo Militar Sur.julián rojas

El plano del frente de tierra de la plaza de Cádiz que en 1724 realizó el marqués de Verbón, el proyecto de 1729 del patio principal de la Real Fundición de Artillería de Sevilla o el plano de San Roque y su caserío firmado por Antonio Matamoros en 1846 son algunos de los documentos históricos que se conservan en Sevilla, en el Archivo Intermedio Militar Sur del Ejercito de Tierra, y que el Ministerio de Defensa ha decidido trasladar a Madrid.

Entre los 4.272 metros lineales de documentación que custodia el archivo destacan 6.295 planos históricos de los siglos XVIII al XX, un patrimonio que, hasta hace dos meses, ha estado disponible para los investigadores en su sede del Acuartelamiento de la Borbolla. Desde el pasado septiembre los investigadores no tienen acceso a estos documentos que ha ido atesorando el Archivo Sur y proceden no solo de su región militar —Andalucía y Murcia—, sino también de Extremadura y América.

Entre los más de 6.000 planos que Defensa planea trasladar al Archivo General Militar de Madrid se encuentran los de fortificaciones como la batería de Regla de Sanlúcar de Barrameda (1797) o el del cuartel de San Pedro en Sevilla (1822); pero también de otros edificios como el del castillo de Paymogo en Huelva (1835) o documentos fundamentales para entender el desarrollo urbanístico de algunas ciudades como el Plano tipográfico en que se demuestra los terrenos compartidos entre el río Guadalquivir y el cauze antiguo del mismo, realizado por Francisco Álvarez Benavides en 1825.

Los investigadores lamentan la decisión del Gobierno central

Aunque el traslado es legal, según el reglamento de archivos militares de 1998 —un archivo intermedio debe de recopilar la documentación que generan sus unidades durante de los últimos 20 años—, algunos investigadores consideran que muchos de esos planos son “patrimonio andaluz y deberían permanecer en la comunidad”.

“Estamos haciendo lo que dice la ley de archivos y es que, pasados 20 años, se debe remitir al escalón archivístico superior que es el Instituto de Historia y Cultura Militar de Madrid, del que dependen los archivos de Segovia, Guadalajara y Ávila”, explica el coronel Jaime Prendes, director del Centro de Historia y Cultura Militar Sur, una institución que agrupa también a los museos y bibliotecas militares en la región.

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“El proceso es lento porque es un material muy delicado que, en algunos casos necesita restauración. Lo estamos haciendo con los medios de los que disponemos y no sabemos si a final de año podrán salir 300 o 400 planos. De momento, no ha salido ningún lote”, añade el coronel Prendes.

De los 6.295 planos que custodia el cuartel de la Borbolla, 3.243 están exentos (no están vinculados a su expediente original) ya que provienen del museo militar o del acuartelamiento de Camposoto en San Fernando (Cádiz), anterior ubicación del archivo.

“No puedo decirle si se trata de una merma del patrimonio andaluz porque es todo patrimonio de España y, entre ellos, hay muchos documentos que proceden de América o de otras regiones y que, por distintas circunstancias, han llegado a Sevilla”, apunta Jaime Prendes. Según el director del Centro de Historia y Cultura Militar Sur, el Ministerio de Defensa está acelerando el proceso de catalogación y digitalización de los documentos históricos para que formen parte de una futura biblioteca virtual. Pero, mientras tanto, toda esa valiosa información permanecerá empaquetada e inaccesible a los investigadores.

Material clasificado

“El Archivo Intermedio Militar Sur ha funcionado siempre como un archivo histórico, de forma que los profesionales perderíamos mucho si los fondos salen de Sevilla”, afirmó ayer José Manuel Algarbani, historiador, documentalista y uno de los asiduos usuarios de este depósito.

“Aunque el espacio no cuenta con las condiciones técnicas ni de personal necesarias, almacena una cantidad de información importantísima no solo de edificios históricos, sino también de material sobre la Guerra Civil y de la primera etapa del franquismo”, añade el historiador.

Según Algarbani, el traslado tiene “sentido archivístico” porque legalmente debe guardar la documentación de los últimos 20 años, pero en la práctica el de Sevilla ha cumplido otras funciones. “Según el director militar que estuviera al frente del archivo, los investigadores hemos tenido más o menos permisividad para realizar nuestras consultas. El problema será mayor para los investigadores si los documentos salen sin digitalizar”, asegura Algarbani, especialista en archivística.

Si los planes de Defensa siguen adelante, la distancia se sumará a lista de impedimentos que actualmente tienen los historiadores, entre ellos, la ley de desclasificación de documentos. Según esta norma, que no establece un límite temporal, solo puede desclasificar un documento el mismo órgano que lo clasificó como secreto. De forma que en los archivos tienen unas enormes listas de papeles prohibidos algunos de los cuales nadie podrá consultar porque el órgano que los generó ya no existe.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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