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Alcaldes del PP organizan un escrache a la presidenta de la Junta de Andalucía

El PP sostiene que el vehículo intentó “arrollarlos” y el PSOE habla de protesta violenta

El acto institucional para conmemorar el décimo aniversario del Museo Picasso Málaga (MPM) se ha desarrollado este sábado en medio de una fuerte bronca política por la actitud de algunos alcaldes y cargos públicos del PP, que han pretendido trasladar algunas reivindicaciones a la presidenta andaluza, Susana Díaz.

Vídeo Youtube (Prodigi0Factory)

Un grupo de concejales populares, además de dos vicepresidentes de la Diputación, han protagonizado momentos de tensión alrededor del coche oficial de Díaz en la salida del hotel donde se hospedaba. El PP sostiene que el vehículo intentó “arrollarlos” y el PSOE habla de “escrache violento”. Después de la ceremonia en el museo, además, el vicepresidente cuarto de la Diputación y número tres del PP malagueño, Francisco Oblaré, ha sido interceptado por los escoltas de la presidenta cuando ha intentado acercarse a ella para entregarle una carta. Este incidente ha acabado con una denuncia en el juzgado de guardia.

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Alcaldes y portavoces del PP de municipios de menos de 25.000 habitantes estaban encerrados en la sede de la Delegación del Gobierno andaluz en Málaga desde el pasado jueves (este sábado han abandonado estas dependencias) para pedir a la Junta que liquide la deuda que mantiene con sus Ayuntamientos, que cifran en cerca de 17 millones de euros. Con motivo de la visita de la presidenta, parte del grupo se ha dirigido hasta el hotel donde se alojaba para tratar de hablar con ella. Según fuentes del PP, se dividieron entre la puerta principal y la salida del aparcamiento, por donde apareció el coche de Díaz.

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Un vídeo muestra cómo los protagonistas de la protesta, con una pancarta central y cartulinas en la mano, reciben el vehículo gritando “la Junta no paga, nos quedamos encerrados”. El vehículo oficial no ha parado ante los manifestantes y los escoltas de la presidenta procedieron a apartar a un grupo de personas que interfería el paso. Se ve a una de ellas golpear el capó del coche mientras es orillada.

En esta protesta, además de Oblaré, estaba la vicepresidenta primera de la Diputación, María Francisca Caracuel, y el vicesecretario de Política Municipal del PP malagueño, José Ramón Carmona. Los populares denunciaron que el coche de Díaz intentó “arrollarlos” y defendieron que lo único que pretendían era “escenificar” su protesta. Fuentes del PSOE han censurado que los cargos del PP “se tiraron encima”, además de golpear otros coches de la comitiva. Han tachado esta actitud de “intolerable”, más cuando el propio presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, durante la etapa en que se pusieron de moda los escraches en casas de políticos y partidos, rechazó estas prácticas y aludió incluso a épocas como el nazismo.

Los socialistas también han lamentado que algunos de los concentrados intentaron después saber en la recepción del hotel “cuál era la habitación de Díaz”. Pero los altercados no se han limitado a esto. Tras el acto institucional para celebrar el décimo aniversario del Museo Picasso Málaga, al que asistieron familiares del pintor, Oblaré ha intentado acercarse a la presidenta y ha sido  interceptado por sus escoltas. Según el PSOE, ha pretendido “abordar” a Díaz y lo hizo sin identificarse.

Oblaré ha denunciado en el juzgado de guardia una presunta agresión de los guardaespaldas de Díaz. Según su versión, ha intentado acercarse a ella en dos ocasiones para entregarle una carta con las reivindicaciones de los alcaldes. La primera, justo cuando ha acabado el acto, dentro del auditorio del Museo Picasso, aunque ni Díaz ni el consejero de Cultura, Luciano Alonso, han cogido la misiva. La segunda vez ha sido en el exterior del edificio y ahí fue apartado por los escoltas. Ha afirmado que le “golpearon” y ha presentado una denuncia acompañada de un parte de lesiones.

El consejero de la Presidencia, Manuel Jiménez, ha reprobado “el acoso” sufrido por Díaz y ha pedido a Zoido que identifique a los implicados y rechace lo que sucedió. Miembros de la Junta y el Gobierno central estuvieron en contacto tras los incidentes. Según la versión de la Administración autonómica, el Ejecutivo de Rajoy ha mostrado su rechazo y se ha comprometido a que el PP andaluz condenaría lo ocurrido. Zoido, según las mismas fuentes, telefoneó a Díaz y también prometió una condena, algo que no ocurrió. Incluso, el número dos del PP andaluz, José Luis Sanz, ha difundido un comunicado para negar que se hubiera producido “una situación de acoso”.

Fuentes de la Junta han señalado que el origen de la filtración del hotel en el que se alojaba la presidenta era, posiblemente, la Subdelegación del Gobierno en Málaga porque este tipo de datos solo los maneja el Ministerio del Interior.

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