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Un embrollo burocrático ralentiza la concesión de las becas comedor

Centenares de familias no saben si cuentan con la ayuda, mientas las Administraciones se culpan mutuamente de la lentitud

Centenares de familias deberán esperar a saber si tienen o no beca comedor hasta que las Administraciones desencallen sus papeles. La convocatoria de estas ayudas se están resolviendo cada vez más tarde. Y este curso hay elementos que están ralentizando aún más todo el procedimiento, como la incertidumbre sobre el Presupuesto, el cambio de algunos requisitos y el mecanismo de rescate de las familias a las que les ha sido denegada la ayuda. La Generalitat se comprometió a revisar los expedientes rechazados por los consejos comarcales.

El resultado es la pugna entre algunas comarcas como el Baix Llobregat —que el lunes denunció que 3.586 familias que cumplían los requisitos, se quedaban sin ayuda por falta de fondos— y la Generalitat —que apremió los entes comarcales a enviar los expedientes denegados—. Solo había recibido los del Vallès Occidental. Jesús Blanco, responsable de educación del consejo del Baix Llobregat, asegura que no fue hasta el jueves cuando “se envió el listado de 1.457 alumnos”, que son los más graves.

El Departamento de Enseñanza pide celeridad, pero ya muchos consejos advirtieron en julio que estaban retrasando el proceso porque no conocían el dinero con el que contarían. Comarcas como el Ripollès o el Gironès admiten que a día de hoy todavía no han resuelto la convocatoria.

Varias comarcas admiten

A principios de septiembre la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, anunció que aumentaría en 1,8 millones el presupuesto de las becas comedor. Este punto también provoca confusión en los consejos. Algunos, como el Gironès, admiten que sí conocen qué porción de este incremento les corresponde. Otros, como el Vallès Occidental o el Baix Llobregat, no lo saben. “Nosotros nos alegramos cuando se anunció la subida de presupuesto, pero no sabemos qué parte nos toca”, lamenta Blanco. Desde el Bages aseguran que no tienen “ninguna información de ningún aumento presupuestario”.

Mientras, las Administraciones intentan desenredar esta madeja administrativa, las familias piden agilidad y simplificación administrativa. “Intervienen demasiadas Administraciones. Falta liderazgo político para resolver un tema sencillo. Lo que no se puede es perder el tiempo en debates superficiales porque los niños más necesitados no pueden esperar”, reclama Álex Castillo, presidente de Fapac, la federación que agrupa a las asociaciones de padres.

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