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recortes sociales

Euskadi recurre el nuevo copago sanitario mientras trabaja para compensarlo

Medio millón de vascos serán compensados, la mayoría de ellos pensionistas Darpón reconoce que "blindado no hay nada" ante posibles recursos a los tribunales

Euskadi ha esperado hasta el último momento para materializar el recurso de alzada que anunció contra la resolución del Ministerio de Sanidad publicada en septiembre para crear un nuevo copago en 43 fármacos que se dispensan en las farmacias hospitalarias de manera ambulatoria. El consejero de Salud, Jon Darpón, ha presentado hoy el recurso tras la reunión del Consejo de Gobierno en Vitoria, que presentará este mismo jueves, a las puertas de la fecha límite para hacerlo.

El recurso se basa en dos argumentos, el primero, que “cuestiona la equidad en el acceso a la sanidad” ya que a los pacientes graves “los trata de manera desigual” y, el segundo, que la medida “no contribuye a la sostenibilidad” del sistema, ya que el coste que tendría la implantación del copago hospitalario podría llegar a ser incluso superior a lo que se recaude con los 4.000 enfermos afectados.

La decisión del Gobierno autonómico, ya avanzada por el Ejecutivo cuando se publicó la resolución ministerial en el BOE, llega cuando Euskadi, al igual que otras muchas comunidades, se ha plantado en la implantación de una medida a la que el propio Gobierno ha dado tiempo para materializar ante las críticas de las autonomías. Si el recurso de alzada no se aceptase, Euskadi recurrirá inmediatamente a la vía de lo contencioso administrativo para lograr la paralización de la medida de manera temporal mientras se resuelve sobre el fondo de la cuestión.

Ante la posibilidad que existe de que en Euskadi ocurra lo mismo que con el copago farmacéutico, que por vía judicial ha sido obligada a materializar, el consejero Darpón ha ratificado que el decreto de compensación de copago que su equipo redacta para los colectivos más desfavorecidos incluye también a los del nuevo copago. El decreto pasa desde el viernes por el trámite de consulta pública y no se refiere explícitamente a la farmacia hospitalaria, pero Darpón ha indicado que esos enfermos están implícitos en el decreto. Este supone pedir una vez al año la compensación del copago. En esa solicitud se autorizará al Gobierno a acceder a sus datos de prescripciones médicas, de manera que la administración recabará los datos del dinero desembolsado y se lo devolverá a los pacientes semestralmente. Darpón ha explicado a los medios que el máximo que se pagará a cada paciente por semestre es de 50 euros. El borrador de decreto, que se aprobará en noviembre, ha recibido ya las críticas del PSE, el principal impulsor de la medida, porque considera que el plazo semestral es excesivo y el mecanismo "farragoso".

El decreto establece compensaciones para pensionistas con rentas anuales inferiores a 18.000 euros y las personas que dependan de ellos, los desempleados sin prestación y sin la Renta de Garantía de Ingresos, así como quienes cuelgan de su tarjeta sanitaria, y, finalmente, los inmigrantes sin permiso de residencia que no tengan recursos. En total, serán medio millón de personas los que se beneficien de la medida paliativa de los distintos copagos.

La compensación se hará para los enfermos con una tarjeta sanitaria del Servicio vasco de Salud por valor de las “cantidades que hayan hecho efectivas como consecuencia de su adherencia al tratamiento médico prescrito” en Osakidetza y también en otras comunidades autónomas. La medida tendrá carácter retroactivo, por lo que podrán acogerse a ella pacientes desde el 1 de julio, cuando empezó el nuevo copago.

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El sistema es similar al establecido por el anterior Departamento de Sanidad para compensar el copago a los vascos a los que se les cobrara este fuera de Euskadi durante el tiempo en el que en la comunidad autónoma no se implantó la medida. Los pacientes deberán asumir el copago y, después, solicitar la compensación. Su petición deberá ser resuelta por el Gobierno en un plazo máximo de seis meses por medio de un procedimiento que el decreto relega a la orden que anualmente se establezca para ello, con los requisitos y la cuantía presupuestaria destinada a tal fin. Darpón ha reconocido que "blindado no hay nada", al ser preguntado por la posibilidad de que se recurra este nuevo decreto, como ocurrió con el de 2012, pero ha asegurado que su equipo cree en la medida porque no elude el copago, sino que se lo compensa a determinadas capas sociales.

El dinero destinado a compensar el copago será limitado por la Ley de Presupuestos y, cuando las cuantías se agoten, se suspenderá la eficacia de la compensación del copago. En una respuesta parlamentaria, el consejero calcula que el coste será de 18 millones de euros anuales. El borrador de decreto abre la puerta a que se puedan pagar con cargo a las cuentas del siguiente año. En caso de que se reciban otras ayudas públicas o privadas para paliar el copago, la cantidad del Gobierno se reducirá sólo si ambas subvenciones superan el dinero que el enfermo ha pagado. Si bien en un principio se barajó la creación de las ayudas a través del Departamento de Políticas Sociales, finalmente se ha optado por que sea el de Salud el que se encargue de ellas.

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