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Fagor hace temblar al cooperativismo

El fabricante de electrodomésticos se acoge al preconcurso de acreedores tras arrastrar 800 millones de deuda. Queda en el aire el futuro de 5.642 empleados

Mikel Ormazabal
Trabajadores de Fagor, este miércoles en las instalaciones de la empresa en Mondragón.
Trabajadores de Fagor, este miércoles en las instalaciones de la empresa en Mondragón.javier hernández

Fagor Electrodomésticos, el símbolo del éxito empresarial de la Corporación Mondragón (MCC) —el primer grupo de Euskadi y el décimo de España—, ha hincado la rodilla azotado por la crisis. Cae uno de los iconos del cooperativismo y de la industria guipuzcoana. El líder nacional en línea blanca solicitó este miércoles en un juzgado de San Sebastián un preconcurso de acreedores para tratar de refinanciar una deuda que supera los 800 millones de euros. Fagor adoptó esta decisión tras fracasar su intento de que la propia corporación volviera a salir a su rescate, como ya ocurrió en mayo de este año, con una nueva inyección económica, esta vez de 120 millones.

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“Es la peor noticia económica del año” para Euskadi, dijo el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, para dar una idea de la magnitud de la situación. Fagor, con 5.642 trabajadores repartidos en 13 plantas en cinco países, de los que unos 2.000 son socios cooperativistas, quinto fabricante europeo de electrodomésticos y una cuota de mercado del 16% en España, no ha podido resistir los efectos de la drástica caída del consumo, la feroz competencia de bajo coste y los errores en su planificación empresarial. Una acumulación incesante de pérdidas en su cuenta de resultados desde 2008 le ha dejado sin liquidez para pagar a sus proveedores.

Ante esta tesitura, el grupo Fagor ha optado por pedir un preconcurso de acreedores, según informó este miércoles en una escueta nota. Esta decisión, adoptada por la mañana por el consejo rector de la compañía y comunicada con posterioridad a los empleados, le permite abrir un periodo de cuatro meses para abrir “las vías de negociación necesarias para alcanzar un acuerdo con sus acreedores” que le permitan refinanciar la deuda y aplazar los pagos que tiene pendientes “en interés de sus socios y acreedores”, aseguró en el citado comunicado.

Descenso brusco de la actividad

Fagor quiere así dar continuidad a las conversaciones “iniciadas semanas atrás con la Corporación Mondragón, el Gobierno vasco, la banca acreedora y el resto de acreedores, para afrontar los pagos inmediatos que permitirían normalizar la actividad”. La nota de Fagor no detalla la cuantía de la deuda, ni hace ninguna alusión al futuro de sus trabajadores y de las plantas productivas. Algunas permanecen paradas durante este mes y en la mayoría la actividad ha descendido bruscamente.

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El principal referente de Mondragón por ser el embrión de MCC hace 57 años no logra beneficios desde 2008. Su facturación ha caído de los 1.749,8 millones de 2007 a los 1.166,7 del pasado ejercicio, cuando cerró con unas pérdidas de 90 millones de euros. Hasta junio de este año el balance negativo se elevó a 60,5 millones. Ante un panorama tan traumático, Fagor solicitó en mayo pasado el salvavidas de la corporación. Las 110 cooperativas de MCC aceptaron por unanimidad apretarse el cinturón y dotar un fondo de 70 millones de euros para socorrer a la compañía de electrodomésticos. Se hizo a costa de destinar a ese fondo parte de los beneficios obtenidos por las cooperativas y de un porcentaje de los salarios de los socios trabajadores. MCC cuenta con unos 83.000 trabajadores, de los que 33.000 aproximadamente son cooperativistas.

Pero este ejercicio de solidaridad mutua, que ha guiado siempre a la corporación en sus seis décadas de historia tampoco ha sido suficiente para sacar del atolladero a la joya de la corona del cooperativismo. Fagor ha vuelto a solicitar otro empujón de 120 millones para sacar a flote su actividad y hacer frente a su nuevo plan de reconversión, que pasaba incluso por desprenderse de varias de sus plantas en el extranjero. Además de las factorías de Mondragón, Basauri, Bergara y Eskoriatza, su producción se reparte en otras ocho ubicadas en Francia, Polonia, Marruecos y China.

Negociaciones maratonianas

Los rectores de la corporación han mantenido maratonianas reuniones durante los últimos días para tratar de encontrar una solución a Fagor que evitara la declaración de insolvencia. Finalmente, se ha descartado la vía de una nueva aportación económica a través de Mondragón Inversiones y optado por abrir la negociación con los acreedores a través del preconcurso judicial.

Su facturación ha caído de los 1.749,8 millones de 2007 a los 1.166,7 del pasado ejercicio, cuando cerró con unas pérdidas de 90 millones de euros

La Corporación Mondragón aseguró que en última instancia no se ha atendido la petición de Fagor de recibir una aportación extraordinaria porque, según informó Europa Press de fuentes del grupo, las cooperativas están “al límite de sus capacidades” económicas y realizar ese “esfuerzo adicional” tampoco iba a ser “la solución definitiva” para esta empresa.

En todo caso, MCC expresó su compromiso de garantizar el empleo, para lo cual se podrían destinar unos 50 millones, que servirían para resolver la situación del personal excedentario y su reubicación en otras cooperativas. Los trabajadores, muy preocupados por la situación que se abre ahora, no descartan que puedan producirse bajas. La jubilación anticipada de los mayores de 55 años, su recolocación en otras empresas del grupo o permanecer dos años en el paro parecen las soluciones más factibles, aunque estas serán analizadas por el conjunto de los trabajadores en reuniones que prevén celebrar durante las próximas horas.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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