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Panrico cita a los trabajadores para presentarles el ERE el próximo jueves

La huelga indefinida mantiene cerrada la planta de Santa Perpètua de Mogoda

Cartel de protesta en la fábrica de Panrico.
Cartel de protesta en la fábrica de Panrico.Massimiliano Minocri

La dirección de Panrico ha citado el jueves 17 a las cuatro de la tarde, en la sede madrileña del SIMA (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje), a los miembros de la comisión negociadora para el comienzo formal del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) mediante el que la empresa quiere despedir a 1.900 de los algo más de 3.500 trabajadores, según asegura el presidente del comité de empresa de la fábrica de Paracuellos del Jarama (Madrid), Juan Carlos Ramos (CC OO), y confirma también el presidente de la planta de Santa Perpètua de Mogoda, Ginés Salmerón (CC OO). La planta catalana vivió ayer su primera jornada de un paro convocado como indefinido y al que se sumará la planta madrileña el domingo.

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Los trabajadores de Santa Perpètua pararon la mayor fábrica del grupo, la única que no desconvocó la convocatoria contra el impago de nóminas y el ERE, que también prevé una rebaja salarial del 45% a los que queden. Mientras, el resto de plantas aceptaron el jueves la propuesta de la firma de desconvocar la huelga a cambio de cobrar el sueldo que les deben a plazos —cada miércoles hasta fin de mes—, la asamblea del sábado de Santa Perpètua rechazó el acuerdo y mantuvo la convocatoria pese a las advertencias de la empresa, que dijo que el paro pone “en riesgo” el salario de toda la plantilla.

Los concentrados a las puertas de la planta se mostraban satisfechos por el éxito de la primera jornada de huelga, pero de nuevo —y no es la primera vez— con la angustia de qué pasará con ellos. Salmerón, lamentaba desde buena mañana que, salvo Madrid, el resto no se haya sumado al paro, pero auguró que la protesta de los empleados “se recrudecerá cuando Panrico presente el expediente y aumente el malestar”. La jornada transcurrió con relativa tranquilidad, con un piquete de entre 50 y 200 empleados en el acceso de la fábrica. El único incidente se produjo pasadas las 9.00, cuando una hilera de agentes antidisturbios de la policía catalana cargó contra los concentrados pese a que previamente las dos partes habían pactado abrir un pasillo para permitir la entrada del personal de administración. El rifirrafe provocó algunos contusionados en manos y brazos.

Más de un millón en ETT

Clara Blanchar

Los sindicatos de Panrico aseguran que entre los principales acreedores que aparecerán en los papeles de la empresa si finalmente presenta concurso figuran varias ETT. “Es paradójico que mientras la empresa anuncia un recorte de plantilla de 1.900 personas, haya personal contratado a través de ETT”, afirman fuentes sindicales. En la planta barcelonesa aseguran que la deuda con estas firmas asciende a dos millones de euros. Avanza, que presta servicios de personal de logística y distribución, y Ranstad, con personal de producción, han trabajado hasta hace dos semanas con Panrico, según fuentes de estas dos compañías.

En el caso de Santa Perpètua, los empleados explicaban ayer que la fábrica está produciendo a plena capacidad con los empleados que tiene: tanto es así que a diario en la planta hay una veintena de trabajadores contratados por días u horas. Los trabajadores también sostienen que muchos días los repartidores piden más producto del que pueden servir y que solo en septiembre acumulan una bolsa de 900 horas extra.

Los ánimos están calientes entre una plantilla —sobre todo del área de producción— que ya protagonizó una huelga contra recortes de personal en 2009 y que hace un año y medio se bajó un 25% el sueldo. Todo ello mientras ha asistido a la compra por parte de Apax y después del fondo de capital riesgo Oaktree y al relevo de hasta cuatro consejeros delegados en solo cinco años, una falta de liderazgo estable de la que en parte culpan la situación actual de la firma. “Son ellos los que se han cargado la empresa con inversiones millonarias que han resultado fallidas y nosotros tenemos que pagar las consecuencias”, lamentaba Javier Cobo, que tras 28 años en la casa cobra 1.300 euros mensuales y se solivianta cada vez que escucha a la empresa asegurar que los sueldos superan con mucho a los del sector. “El retraso en la nómina de septiembres es lo de menos si la semana que viene nos vamos a la calle”, añadía tras lamentar que la de Santa Perpètua sea la única fábrica en huelga: “Si la huelga fuera general en todas las plantas tendríamos mucha más fuerza”.

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En el fondo del conflicto actual en Panrico hay también —sobre todo en Santa Perpètua— la cicatriz que dejó el referéndum del año pasado sobre la rebaja salarial del 25% en el área de producción. Esta se impuso con el 89% de votos favorables, pero solo acudió a votar el 56% de la plantilla, prácticamente todo personal de administración y distribución, donde la mayoría de afiliados son de UGT. En producción, donde quien más peso tiene es CC OO, la mayoría de trabajadores optaron por no votar. Esta polarización era bien palpable ayer en el acceso a la fábrica. Apenas había media docena de empleados de administración.

Mientras la planta de Barcelona tiene intención de mantener la huelga de forma indefinida hasta que les paguen la nómina que les deben, y Madrid prevé iniciarla el domingo, en Zaragoza la plantilla está pendiente de decidir si se suma a la huelga. Las fábricas de Puente Genil y Zaragoza se sumaron al acuerdo propuesto por Panrico sobre el pago a plazos de los retrasos.

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