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“He pasado media noche en vela”

Los terremotos se han notado desde la provincia de Castellón a la de Barcelona

Los vecinos de las poblaciones cercanas al almacén subterráneo de gas Castor, en cuyas inmediaciones se viene registrando una oleada de terremotos, viven con incertidumbre los temblores que noche tras noche azotan sus viviendas. “Estaba durmiendo y se movió la puerta del armario que tengo justo detrás, me asusté y desperté de golpe, fue algo muy raro, nunca había sentido nada similar”, relata Ricard Fuster, vecino de Alcanar (Tarragona) sobre el terremoto de 4,1 grados registrado la pasada noche en el Golfo de Valencia.

En los mismos términos se expresa Pietat Subirats, de 47 años, que arrastra falta de sueño por los seísmos: “Me he pasado media noche en vela. Me he despertado sobresaltada, en mi casa se han notado los dos terremotos más fuertes y en mi calle todos temblábamos”, cuenta esta vecina de 47 años de Alcanar. “Primero he sentido el movimiento de la cama, después han empezado a temblar los muebles y toda la casa, los perros de la zona no paraban de ladrar”, recuerda. Pietat está indignada: “En mi calle todos estábamos despiertos contactándonos por las redes sociales. Estamos enfadados porque estos episodios empiezan a ser inquietantes, pido responsabilidades a los políticos y a la empresa”. Mari Carmen, de Tortosa, ha explicado que pasadas la 1.00 de la mañana, cuando se fue a dormir, notó que las persianas hacían ruido y cómo la cama se movía levemente como si estuviera encima de una ola. "Lo que tendrían que comprobar es que realmente se han acabado las extracciones", ha explicado cuestionando que se hayan cancelado. "Me parece muy raro que solo se registren movimientos sísmicos por la noche".

Deberían comprobar que no hay extracciones. Es muy raro que sólo  haya temblores de noche", abunda una vecina de Tortosa

Los habitantes de las poblaciones de las Tierras del Ebro y Castellón recopilan historias de desvelos y temblores. Los terremotos, de hecho, dominan todas las tertulias vecinales: “Tenemos miedo, he notado el terremoto más fuerte de los que ha habido, en ese caso se movió la estructura de la casa”, cuenta Emilio Valls, un agente inmobiliario de 36 años que vive en un edificio de tres pisos en la calle Alcalde Sant Martí, en pleno centro de Alcanar, a pocos metros de la plaza Mayor. “Estaba completamente dormido, fue un movimiento eléctrico. Llamé a la policía municipal y el agente estaba tan asustado como yo porque también había recibido más llamadas. Cayeron cuadros. Enseguida pensé en el almacén Castor, mi temor era que no me cayese la casa encima·, concluye Valls.

Más de veinte temblores, uno de ellos de 4,1 grados en la escala Richter, han vuelto a sacudir desde la pasada noche la costa de Vinaròs (Castellón), donde se encuentra el almacén de gas subterráneo Castor. Según informa el Instituto Geográfico Nacional (IGN), desde la medianoche de ayer se han registrado 23 seísmos en el Golfo de Valencia, el último a las 7:35 horas de este jueves. El superior se detectó a la 1:29 horas de la madrugada y alcanzó una magnitud de 4,1. Media hora antes ya se había desencadenado un temblor de 3,9. A las 5:13 horas, otro terremoto de 3,3  ha sacudido la costa, informa Protección Civil de la Generalitat. El resto de seísmos han registrado una magnitud de entre 1,8 y 2,9 en la escala Richter, según los datos recabados por el IGN.

Estaba durmiendo y hasta se movió la puerta del armario que tengo tras de mi", dice uno  vecino de Alcanar
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Los municipios cercanos al proyecto del almacén subterráneo de gas Castor han vuelto a vivir una noche en vela al reavivarse de nuevo los movimientos sísmicos tras una jornada relativamente tranquila. Algunos seísmos se dejaron sentir en Vinaròs, Càlig, Peñíscola, Benicarló, Ulldecona, Tarragona y hasta en Vilafranca del Penedès. El terremoto de 4,1 (el segundo más fuerte desde que comenzaron los seísmos junto con la inyección de gas del almacén) se notó también en la ciudad de Castellón. Protección Civil de Cataluña ha recibido 129 llamadas por los temblores desde 22 municipios, algunas realizadas incluso desde la provincia de Barcelona.

La oleada de pequeños terremotos ha vuelto a alarmar a la población. Este jueves está prevista una nueva concentración de protesta contra el proyecto Castor. Una delegación de técnicos del Ministerio de Industria investiga desde ayer si la empresa Escal UGS cumplió correctamente con la orden de paralización y con el proceso de construcción y explotación. El presidente, Recaredo del Potro, ha manifestado en declaraciones a la Cadena Ser que han parado “radicalmente” la instalación, pero que el personal sigue allí para garantizar la seguridad de la plataforma. El presidente de Escal ha reconocido estar sorprendido por los movimientos, puesto que esperaban seísmos pero magnitudes menores, 1 o 2. “Estamos investigando por todos los medios para tratar de investigar el origen preciso”, ha dicho. Asimismo ha indicado que tiene “la esperanza” de que en una semana se pueda “descartar o confirmar una relación causa-efecto entre los seísmos y la planta”.

Protección Civil ha recibido esta madrugada más de 120 llamadas por los temblores

El proyecto Castor, con una inversión de 1.200 millones de euros, se encuentra en un antiguo pozo petrolífero a 1.750 metros de profundidad bajo el nivel del mar. Las instalaciones esperan suministrar hasta un tercio de la demanda de gas del sistema durante 50 días. Sin embargo, el almacén se encuentra en el ojo del huracán por haberse registrado desde principios de septiembre, coincidiendo con las inyecciones de gas en sus cavidades, más de 350 temblores, la mayoría de baja magnitud.

El Ministerio de Industria ordenó el pasado 26 de septiembre el cese temporal de la actividad de extracción de gas en la planta para investigar las causas del aumento de la actividad sísmica en la zona. La empresa sostiene que finalizó las inyecciones de gas unos días antes, el 16 de septiembre, aunque la Generalitat catalana no descarta algún tipo de negligencia en sus instalaciones a pesar de la orden de Industria. Expertos geólogos han afirmado que los numerosos seísmos registrados en la costa de Castellón y Tarragona se deben a la "sismicidad inducida" por el proyecto Castor, provocada por la inyección de gas en la roca, aunque no hay consenso acerca de sus riesgos y evolución.

Ramon Espadaler, consejero de Interior de la Generalitat, ha criticado esta mañana la "opacidad intolerable" tanto por parte de la empresa explotadora como por parte de la Administración central. La Generalitat requirió el lunes que certifique la paralización de los trabajos pero aún no ha recibido respuesta. "Si no lo hacen, no descartamos acudir a la vía judicial", ha señalado el consejero. El consejero de Territorio, Santi Vila, ha advertido hoy de que un seísmo de 4,5 podría producir grietas en las casas. "El tema no es para reír, es grave", ha advertido.

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