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Colectivos animalistas protestan contra las becerradas de Algemesí

En el evento, vecinos del pueblo sin experiencia matan ejemplares de menos de dos años de edad Iniciativa Animalista asegura que el Ayuntamiento niega la entrada en la plaza a los medios Los niños tienen permitida la entrada en el evento según la legislación valenciana

El municipio de Algemesí (Valencia) acoge esta semana la tradicional Setmana de bous [semana de toros] en la que se celebran las "becerradas cadafaleras" un espectáculo taurino en el que los vecinos del pueblo participan en corridas de pequeños becerros que rondan los dos años de edad. En el evento, que es presenciado por niños porque así lo permite la legislación valenciana, los toros sufren pinchazos y estocadas en lugares no habituales por la inexperiencia de los participantes. Los colectivos animalistas han convocado concentraciones para pedir la abolición de este espectáculo y aseguran que el Ayuntamiento niega a los medios de comunicación la entrada a la plaza para tomar imágenes.

"Las becerradas cadafaleras son un espectáculo carnavalesco donde los participantes se disfrazan, algunos van totalmente borrachos y la gente ríe mientras personas que no saben torear pinchan de mala manera a becerros de menos de dos años y a veces menores de un año", explica Jesús Frare, miembro de Folgaça-Iniciativa Animal. "Es una deriva de una práctica antigua en la que la gente que estaba en la miseria se presentaba a torear ante los cazatalentos del toreo para salir de la miseria".

Este festejo tradicional no para de acumular críticas de colectivos y vecinos, que aseguran que muchos de los participantes bajan ebrios al ruedo. Dado el elevado número de peñas taurinas que participan en el festejo, las corridas se dividen en dos días (lunes y jueves) para que todas puedan matar a su animal.

La plaza es una estructura portátil de madera, de planta cuadrada, que montan las peñas taurinas por secciones. Cada una de ellas, llamada cadafal [catafalco] es utilizada por una peña diferente durante las fiestas. A principios de año, según cuenta Frare, los diferentes grupos participan en una subasta para conseguir el derecho a matar a un becerro en las "becerradas cadafaleras" con la responsabilidad de vender las entradas del evento.

"El Ayuntamiento ya ha denegado el acceso a los medios de comunicación a la plaza porque alega que los derechos de imagen de los toros son propiedad de la peña taurina, que funciona al dictado del Ayuntamiento", cuenta Jesús Frare. "Además, aseguran que quien graba solo busca dañar la imagen de Algemesí. Nosotros queremos entrar para informar de lo que pasa. Son ellos quienes dañan su propia imagen haciendo esa barbaridad", replica.

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Los colectivos animalistas, que llevan varios años quejándose por este evento y organizando campañas en internet para la abolición del mismo, han organizado concentraciones en el municipio durante la celebración de una fiesta que consideran "un desastre y una barbarie".

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