_
_
_
_
_

El PP rompe el consenso del Estatut y aplaza sin fecha la reforma de 2011

Los populares usan el rodillo para impedir la votación en el Congreso Puig: “Fabra y su partido han dejado caer la Comunidad Valenciana”

Los integrantes de la Junta de Portavoces, esta mañana en las Cortes.
Los integrantes de la Junta de Portavoces, esta mañana en las Cortes.TANIA CASTRO

Los diputados populares dejaron este martes entre aplausos la reforma del Estatut en la cuneta. Tras forzar al límite los tiempos y los reglamentos, el PP que preside Alberto Fabra no dudó en romper el consenso de la reforma estatutaria de 2011 para evitar una nueva desautorización del Gobierno de Mariano Rajoy.

Tras constatar que el Ministerio de Hacienda mantenía su veto sobre la reforma aprobada por las Cortes en 2011 —en la que se pide al Estado un porcentaje de inversión igual del peso demográfico de la Comunidad Valenciana— y que el PP en el Congreso iba a votar en contra de la tramitación de la modificación del Estatut, Fabra forzó la situación para retirar el punto del orden del día del Congreso de los Diputados.

El lunes, a través de un escrito del vicepresidente José Ciscar, Fabra pidió a las Cortes un aplazamiento. Y este martes, la Mesa y la Junta de Portavoces fueron reunidas al trote para pedir un aplazamiento en la tramitación de la reforma estatutaria al presidente del Congreso, Jesús Posada. El rodillo del PP trabajó para permitir que el presidente de las Cortes, Juan Cotino, se ausentase de la Junta de Portavoces a las 10.25 para tramitar la solicitud a Madrid antes que se reuniesen los portavoces de los grupos parlamentarios del Congreso y no se pudiese aceptar la petición.

Gerardo Camps que impulsó la reforma ahora no ve mal posponerla ‘sine die’

El malestar por las prisas y la improvisación —de una situación que el propio Grupo Popular en las Cortes ya había alertado al jefe del Consell antes de las vacaciones— hizo que el presidente del Congreso tuviese que conceder un turno de palabra a cada grupo parlamentario antes de proceder a retirar del debate, sin votación alguna, la tramitación de la reforma del Estatut.

El encargado de defender el aplazamiento por parte del PP fue el diputado y el exconsejero de Hacienda Gerardo Camps. El mismo que hace tres años defendió y votó la reforma del Estatut, ahora aparcada. Camps destacó entonces “la importancia de la voluntad politica de los valencianos” y presumió de que las decisiones del Consell no requerían del respaldo del PP nacional. En plena fiebre autonomista, el exconsejero recalcó: “Los valencianos no somos ciudadanos de segunda”. Por el contrario, este martes Camps minusvaloró la misma reforma que él alentó. “Un aplazamiento no supone ningún perjuicio para los valencianos”, enfatizó el exconsejero y diputado después de recordar que la disposición que se pretende incluir en el Estatut no obliga al Gobierno a invertir en la Comunidad Valenciana y que es el Congreso de los Diputados quien aprueba los presupuestos generales del Estado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El socialista Ximo Puig advirtió que “el aplazamiento, por tercera vez de la tramitación, significa la ruptura del consenso que propició la reforma del Estatut”. “Es una decisión que ha tomado el PP de forma injusta, ilegítima y antidemocrática”, afirmó el portavoz socialista, que añadió: “Fabra y el PP ha decidido dejar caer la Comunidad Valenciana”.

EU pide al PP que dé la cara y Compromís ve a Fabra genuflexo

En idéntico sentido se manifestaron Ricardo Sixto, de Esquerra Unida-Izquierda Plural, que pidió sin éxito una votación de la Cámara sobre la retirada de la tramitación del Estatut. “Si el PP valenciano no que quiere que el tema se debata que pida la retirada definitiva en las Cortes”, indicó.

Joan Baldoví, de Compromís, salió a la tribuna con una camiseta con la figura de Jaume I y el lema Vergonya cavallers, vergonya. Baldoví indicó: “Los valencianos no tenemos un presidente, tenemos un gobernador civil débil y genuflexo. Un presidente que no pinta nada”. Toni Cantó de UPyD se limitó a quejarse de la instrumentalización partidista que hace del PP de los Parlamentos.

Los aplausos del PP a la intervención de Gerardo Camps cerraron el debate, mientras en el PPCV se afanaban por presumir de valencianistas. Un esfuerzo con el que intentan cerrar una brecha por la que pueden perder un porcentaje significativo de votos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_