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Cumplimiento de los servicios mínimos en el inicio de la huelga de ambulancias

Los servicios mínimos incluyen todas las urgencias Los efectos del paro se notan en la rehabilitación y en las consultas externas

Una ambulancia con el cartel de servicios mínimos.
Una ambulancia con el cartel de servicios mínimos.ALBERT GARCIA

A sus 84 años y con la tibia y el peroné fracturados, Jordi Fontanols se subió ayer a un taxi en el barrio de Sants para llegar en hora al servicio de traumatología del Hospital Clínic. “Los de la ambulancia me llamaron el viernes para avisarme de que no vendrían”, relató, con la pierna en alto apoyada en un extremo de la muleta.

La huelga en el sector de ambulancias arrancó ayer, primer día de cuatro consecutivos de paro, sin incidentes destacables y con un cumplimiento estricto de los servicios mínimos fijados por la Generalitat. Estos incluían las urgencias y toda la actividad inaplazable; los transportes de pacientes para tratamientos oncológicos; los traslados intrahospitalarios y las pruebas complementarias urgentes. Sindicatos y trabajadores no mostraron en ningún momento intención de incumplirlos. Los pacientes echaron mano del taxi y el coche de sus familiares para llegar a los centros sanitarios.

Los piquetes se colocaron a las puertas de muchos centros para evitar que entre las urgencias se colasen otros servicios y trataron de impedir que se diese de alta a pacientes que necesitaran una ambulancia para volver a casa. ”La gente se ha buscado la vida para irse por su cuenta”, afirmó el portavoz de un hospital de Barcelona.

Las cifras de seguimiento de los paros, convocados para protestar por la rebaja del 9,2% del sueldo impuesta por la patronal Acea a los 4.800 trabajadores del sector desde el mes de julio, variaron mucho entre las que manejaron los sindicatos y la Generalitat. Según el departamento de Salud, el seguimiento en toda Cataluña fue del 7,7%. Los sindicatos cifraron el seguimiento en alrededor de un 90%, teniendo en cuenta que cerca del 55% de los trabajadores estaban cubriendo unos servicios mínimos bastante amplios.

La actividad más afectada fue la de rehabilitación. “No ha venido nadie de los que tenían que llegar en ambulancia. Ya estaban avisados”, explicó la celadora de un centro en el barrio barcelonés del Clot. María Rosa Burdeus optó por el taxi. “Vivo cerca de aquí pero con las muletas no puedo andar”, comentó la mujer cuando ya salía de un centro en el Eixample. Aquejada de problemas motrices en la pierna y en la mano, Burdeus esperaba en la acera otro taxi para volver a casa: “Es un problema no poder contar con el transporte en ambulancia, pero si hacen huelga es por algo. Ojalá sirva”, se resignó.

Los tratamientos de hemodiálisis, que también estaban cubiertos por los servicios mínimos, funcionaron con normalidad. “Los pacientes han venido puntuales. Tal vez han ido a recogerlos un poco más tarde, pero aquí han llegado a su hora”, apuntó una empleada de una clínica de hemodiálisis.

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La huelga continuará hasta el jueves día 12. Los sindicatos exigen a la patronal que retire el recorte para poder negociar. Acea, por su parte, criticó la “absoluta intransigencia” de estos.</

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